El Opel Mokka tiene buena respuesta en general. La suspensión, sin ser dura, no filtra adecuadamente las irregularidades cuando se viaja por tramos con el firme en mal estado. Aunque no llega a ser incómodo, se agradecería algo más de capacidad de absorción. La dirección es precisa y tiene buen tacto.
Aunque hay algunos motores que pueden ir asociados a un sistema de tracción total, el Mokka no está concebido para superar grandes dificultades fuera del asfalto. Su principal hándicap es la escasa altura libre al suelo que deja la carrocería, especialmente en la parte delantera.
A los pasajeros les llegan ruidos de rodadura y, especialmente, del motor en el caso de la versión Diesel —las variantes de gasolina son más agradables en este aspecto—. Aún así, el aislamiento acústico es suficiente como para realizar viajes largos sin que el ruido exterior se haga molesto.
En ciudad se maneja bien porque su tamaño permite moverse con agilidad entre el tráfico. No es de los que menos espacio necesitan para girar, pero tampoco maniobra mal. Tiene un diámetro de giro entre bordillos de 10,9 metros. Es un cifra algo superior a la de un Mitsubishi ASX (10,6 metros) y un Nissan Juke (10,7 metros).
La visibilidad desde el puesto de conducción es buena en todas direcciones. La única pega en este sentido es que los retrovisores exteriores tienen una forma más estrecha en los extremos (imagen); unos rectangulares permitirían ver más. La luneta, aunque es pequeña, permite ver bien lo que sucede por detrás.
Para facilitar las maniobras hay una cámara de visión trasera opcional (imagen). Aunque la resolución no es muy buena, cumple su cometido.
Los faros de xenón, de serie en las versiones más equipadas («Excellence»), opcionales en las intermedias («Selective») y no disponibles en las más asequibles («Expression»), dan una iluminación muy buena. No hemos probado los faros de bombillas halógenas como para saber si hay mucha diferencia con respecto a los de xenón, aunque, por normal general, éstos suelen ser preferibles.
1.7 CDTI 131 CV 4x4 Stop&Start
El único motor Diesel de la gama Mokka ha sido sustituido en enero de 2015 por un motor de 1.6 litros de cilindrada. Nosotros probamos la anterior versión 1.7 CDTI. Es ruidoso y áspero, más que la media de sus alternativas. Esa falta de suavidad, especialmente al acelerar con intensidad, no es exclusiva del Mokka, sino que también se da en otros modelos de Opel que llevan este mismo motor. Es especialmente ruidoso en frío, donde también produce vibraciones en marchas cortas.
Comparado con sus alternativas, el Mokka con motor Diesel de 131 CV da unas buenas prestaciones. Responde bien al acelerador salvo cuando se circula en sexta, una marcha con un desarrollo muy largo.
Para lograr la máxima aceleración en la medición que hacemos de 80 a 120 km/h es mejor apurar la tercera velocidad que combinar tercera y cuarta: 7,9 frente a 8,6 segundos. Así, un Subaru XV (147 CV) o un Mazda CX-5 (150 CV) son más rápidos, un Mitsubishi ASX 200 DI-D ClearTec 4WD 150 CV logra unas prestaciones similares y un Škoda Yeti (140 CV), un Citroën C4 Aircross (150 CV) y un Peugeot 4008 (114 CV) son algo más lentos (tabla comparativa de prestaciones medidas por km77.com).
En nuestro recorrido habitual para medir el consumo —trayecto de 143,3 km por autovía de ida y vuelta con pendientes pronunciadas y a ritmo constante buscando una media real de 120 km/h— el Mokka 1.7 CDTI de 131 CV gastó 6,6 l/100 km (el error del ordenador de viaje era muy grande, marcaba un 14% de menos), un consumo que no está entre los más bajos ni los más altos como puede verse en la tabla siguiente:
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Coche | Velocidad media (km/h) | Consumo (l/100 km) |
Škoda Yeti 1.6 TDI 105 CV GreenLine | 120 | 6,0 |
Nissan Qashqai 1.5 dci 106 CV 4x2 | 113 | 6,0 |
Audi Q3 2.0 TDI 140 CV 2WD | 120 | 6,2 |
Opel Mokka 2.0 CDTI 131 CV 4x4 Stop&Start | 120 | 6,6 |
Nissan Juke 1.5 dCi 110 CV | 119 | 6,6 |
Nissan Qashqai 2.0 dCi 150 CV 4x2 | 113 | 7,0 |
Peugeot 4008 1.6 HDI 114 CV | 120 | 7,1 |
Dacia Duster 1.5 dCi 86 CV 4x2 | 120 | 7,5 |
Citroën C4 Aircross HDi 150 CV 4WD | 120 | 7,6 |
Land Rover Freelander 2 TD4 150 CV 4x4 | 121 | 8,6 |
Una característica muy positiva del Mokka es que frena muy bien. Transmite esa sensación al conducirlo y, según nuestras mediciones, es algo más que una percepción ya que, frente a sus alternativas, está entre los mejores. Con 52,4 metros para pararse partiendo de 120 km/h, es de los pocos modelos de sus características que baja de los 53 metros. La mayoría están entre ésta cifra y 56 metros (tabla comparativa). Nuestra unidad de pruebas llevaba unos neumáticos Continental ContiPremiumContact 2, en medida 215/55 R18.
Esta versión Diesel de 131 CV del Mokka está disponible con cambio manual de seis velocidades, de buen tacto —más bien duro— y buenos guiados, o transmisión automática de igual número de relaciones.
Frente al error tan grande del ordenador de viaje en lo referente a la medición de consumo, el resto de errores —cuentakilómetros y velocímetro— son pequeños (más información).
1.4 Turbo 140 CV
Tuvimos una breve toma de contacto con esta versión en la presentación. Nos pareció que tiene la suavidad que le falta al Diesel. Su consumo es claramente más alto, al menos según datos homologados (ficha comparativa). Da buena respuesta y permite circular con facilidad a un ritmo muy elevado, aunque los motores TSI del Grupo Volkswagen de potencia semejante ofrecen una respuesta algo más intensa al acelerador y mayor facilidad para subir de régimen. Es agradable por su suavidad y bajo nivel de ruido.