El Opel Grandland es el reemplazo del Grandland X, un SUV de tamaño medio (mide 4,48 metros de longitud) que llegó al mercado en 2017 (prueba y más información). No es una nueva generación, aunque los cambios a nivel estético son importantes, tanto en el exterior como en el interior. El Opel Grandland 2022 está a la venta desde 31 400 euros con un motor de gasolina de 131 caballos (todos los precios de la gama Grandland 2022).
Además de dicho motor, se puede adquirir con otro Diesel de idéntica potencia, con dos sistemas propulsores híbridos enchufables (224 o 300 CV) y con uno híbrido no enchufable de 136 CV. Este último está disponible desde enero de 2024 por 35 100 € y es el mismo que Opel y otras marcas del grupo Stellantis utiliza en diversos modelos (Corsa, Peugeot 208 o 3008, por ejemplo). Está compuesto por un motor de gasolina de 1,2 litros y tres cilindros que funciona bajo el ciclo Miller y otro eléctrico de 29 CV que tiene capacidad para mover el coche de manera independiente, aunque a muy baja velocidad. La caja de cambios es una automática de doble embrague con seis relaciones y la batería de alta tensión tiene 0,9 kWh de capacidad brutos (0,43 kWh útiles).
El Grandland con el motor de acceso, de 131 caballos de gasolina da un buen resultado en términos generales. Da una capacidad de aceleración normal y un consumo que también lo es. Lo normal es que esté entre 6 y 8 l/100 en un uso variado (más información en el apartado Impresiones de conducción). Quien necesite que el consumo sea el menor posible, tiene a su disposición el mencionado motor Diesel de idéntica potencia o incluso la versión híbrida de 136 CV. El Granland PHEV de 300 caballos tiene un nivel de equipamiento deportivo denominado GSe (información del Opel Grandland GSe). Por lo tanto, los distintivos medioambientales que tiene este Opel son el C, el ECO y el 0.
El Opel Grandland me parece un producto que cumple bien y es complicado encontrar motivos para desaconsejarlo, salvo por su precio de tarifa, que es elevado. Está en la media por comodidad, transmite confianza al conducirlo y tiene un habitáculo espacioso, al igual que un maletero capaz, de 514 litros. El Kia Sportage, por ejemplo, también es un producto equilibrado y que da buen resultado en muchos aspectos, pero se diferencia del Opel en que tiene un aspecto y soluciones algo más modernas.
Opel ha conseguido que el Grandland parezca un Opel de toda la vida, y eso que no es un desarrollo propio, sino del Grupo Stellantis. Técnicamente, lo más parecido que hay en el mercado al Opel Grandland es el Peugeot 3008, ya que ambos son modelos del mismo grupo empresarial y comparten muchos elementos. Sin embargo, la impronta que dejan es bien distinta. El Peugeot tiene una presentación interior mucho más futurista y sofisticada. También parece que está un punto por encima por la calidad de los materiales de recubrimiento. El Opel tiene una orientación más sencilla y práctica. Una muestra de esta mayor facilidad de uso es que tiene más botones en el salpicadero, incluídos unos mandos independientes para controlar el sistema de climatización lo que evita tener que manipular tanto la pantalla (más información en el apartado Impresiones del interior). El Grandland también tiene otras cosas habituales en Opel, como unos faros opcionales que alumbran muy bien (más información en el apartado Algunos elementos de equipamiento).
Los cambios estéticos que Opel ha introducido en el frontal alinean al Grandland con el lenguaje de diseño iniciado por el Mokka 2021 y el Astra 2022. La característica visual más llamativa es la parrilla (prácticamente carenada y de color negro) y su integración con los faros, con los que parece formar una única pieza.
En el comparador de seguros de coche km77.com es posible calcular, de una forma sencilla y en pocos pasos, el coste de una póliza para un Opel Grandland en función de las necesidades de cada conductor.