Todo lo relativo al espacio disponible para los pasajeros, la capacidad del maletero y los acabados generales es idéntico al Corsa 2020, del que tenemos una amplia prueba escrita aquí. Lo que distingue al nuevo Corsa de aquel son los tapizados, que tienen nuevos diseños, los gráficos de la instrumentación mediante pantalla (no es de serie en todas las versiones) y la posibilidad de pedir un nuevo sistema multimedia con pantalla de 10 pulgadas que incluye un sistema operativo más moderno, rápido y con más funciones que el de serie (IVI Navi; es opcional).
La unidad que hemos probado tenía el sistema básico del acabado GS (que también incluye una pantalla de 10 pulgadas, pero con menos funciones que el IVI Navi), el mismo que llevaban algunas versiones del modelo anterior. En general es correcto, pero sigue estando lejos de los mejores en la mayoría de aspectos (el de un Renault Clio o un Volkswagen Polo, por ejemplo). No hay pegas en cuanto a calidad de imagen y visibilidad en días muy luminosos, pero los menús no tienen un diseño especialmente moderno y no es de los más rápidos a la hora de ejecutar las órdenes, si bien a este último respecto se encuentra en la media.
Además, como ya observamos en el Corsa 2020 (y en otros modelos del Grupo Stellantis), sigue teniendo una «pega» importante: el aprovechamiento de la pantalla es, cuanto menos, cuestionable. Con independencia del menú seleccionado, en los extremos siempre hay dos barras verticales negras que muestran, o bien la temperatura del climatizador, o bien iconos de acceso directo para las principales funciones del mismo. Todo ello se podría manejar perfectamente desde el módulo del climatizador, que tiene sus propios mandos mecánicos (imagen), y desde botones independientes bajo la propia pantalla, donde hay sitio más que de sobra (hay un par utilizados, el resto son «ciegos»; imagen). Pero Opel ha decidido emplear otra configuración que, bajo nuestro punto de vista, es mucho menos intuitiva. Afortunadamente, y a la vista de las imágenes facilitadas por la marca (todavía no lo hemos probado), el nuevo sistema multimedia parece estar mucho mejor resuelto en ese sentido (imagen).
El sistema multimedia opcional IVI Navi también es mejor que el de serie en cuanto a conectividad, pues incluye una conexión permanente a internet para ofrecer servicios online (actualizaciones «OTA», por ejemplo), un sistema de reconocimiento de comandos vocales más avanzado que admite un lenguaje natural y una superficie de carga inalámbrica para teléfonos móviles.
La instrumentación, como en el Corsa 2020, puede ser de dos tipos: una «tradicional», con dos indicadores de aguja separados por una pequeña pantalla informativa de 3,5 pulgadas, o bien una pantalla de 7 pulgadas (imagen). Esta última incluye unos gráficos ligeramente distintos a los del modelo anterior (algo más modernos) y cuatro modos de visualización: Mínimo, Ordenador, Conducción y Cuadrantes. Cumple bien con su cometido, pero muestra algunos datos en una escala muy pequeña (el cuentarrevoluciones, por ejemplo) y sigue sin ocupar todo el espacio que podría. Por facilidad de consulta y claridad de imagen seguimos prefiriendo la instrumentación convencional con indicadores de aguja.
Los asientos delanteros son distintos en función del nivel de equipamiento seleccionado: Edition o GS. Los primeros son los más sencillos de la gama (no los hemos probado) y los segundos tienen unos laterales más prominentes, además de un tapizado más llamativo. Estos últimos son confortables y mantienen los muslos bien sujetos al circular por vías con curvas, pero dejan suelta la parte superior de la espalda más de lo deseable.
En cuanto a espacio disponible para los pasajeros, como hemos comentado, el Corsa 2024 es idéntico al Corsa 2020. Permite que cuatro adultos de estatura media con su respectivo equipaje puedan viajar sin demasiados problemas (mediciones del interior); si se van a utilizar habitualmente las plazas posteriores para llevar niños que van en sillitas infantiles, los hay más recomendables. No es una cuestión de espacio, sino de acceso: las puertas abren en un ángulo muy limitado y el hueco que liberan es irregular y más bien pequeño. Además, el acceso a los anclajes Isofix es un engorro porque van «escondidos» entre la espuma de las banquetas (a ellos se accede mediante una pequeña cremallera; imagen). Sobre estos asuntos hay información abundante y perfectamente vigente en las impresiones del interior del Corsa 2020.