El Mitsubishi L200 es un pickup que está a la venta desde 27 931 euros y se puede pedir con dos carrocerías: Club Cab (o C/C abreviado) y Doble Cabina (o D/C abreviado). La carrocería C/C mide 5,23 metros de longitud, tiene dos puertas y cuatro plazas, las dos posteriores pequeñas e incómodas. La carrocería D/C es 10 centímetros más larga (en total mide 5,31 m), tiene cuatro puertas y cinco plazas, las traseras más confortables.
Hay una gama llamada M-PRO destinada a aquellos que van a usar el vehículo como una herramienta de trabajo y otra que Mitsubishi denomina «Gama alta», con un enfoque más multiuso, en el que el coche también se puede utilizar como vehículo familiar y de ocio. Esta última es la que hemos probado y, aunque es un vehículo suficientemente confortable para viajar, en ningún caso lo es tanto como un SUV de tamaño grande. Ahora bien, frente a sus alternativas de tipo pickup, creemos que el L200 es algo más refinado que la media. Visualmente, los M-PRO y los «Gama alta» se diferencian con facilidad porque estos últimos (que corresponden a los niveles de equipamiento Motion y Kaiteki) tienen el frontal pintado del color de la carrocería y más partes cromadas (imagen e imagen).
Los L200 M-PRO pueden tener carrocería C/C o D/C, mientras que los L200 Motion y Kaiteki son siempre Double Cab. La anchura y la altura es idéntica en todos: 1,82 y 1,78 metros respectivamente. Solo hay un motor: es Diesel, de 2,3 litros de cilindrada y da 150 CV de potencia. Es un motor ruidoso en términos absolutos (aunque no más que el de la mayoría de sus alternativas), con un consumo contenido para tratarse de un vehículo grande y que da unas prestaciones correctas. Más información en el apartado Impresiones de conducción.
En los L200 M-Pro la caja de cambios es manual de seis velocidades, aunque con la variante de carrocería Double Cab es posible pedir una automática de mismo número de relaciones. Los L200 Motion y Kaiteki solo se pueden pedir con el cambio automático. El selector del cambio manual tiene recorridos largos, pero cuesta poco moverlo y las marchas se insertan con buena precisión. La transmisión automática es un convertidor de par que funciona con suavidad y cambia de una marcha a otra con rapidez correcta. El L200 2015 también podía tener una caja de cambios automática, pero era de cinco velocidades.
El L200 M-PRO C/C está en venta por 25 550 €, mientras que el precio del L200 D/C Motion es 32 500 € (todos los precios). Tomando a este último como referencia, tiene un precio inferior al de un Nissan Navara, un Toyota Hilux o un Ford Ranger similares (ficha comparativa). El Volkswagen Amarok es claramente más caro, pero también 54 caballos más potente (ficha comparativa).
El sistema de tracción de los L200 permite circular con tracción trasera (2H) o a las cuatro (4H). El conductor es el que decide el modo con una ruleta que hay en la consola central (imagen) y lo puede hacer en movimiento, hasta 100 km/h. El sistema de tracción total de los L200 M-PRO se llama Easy Select 4WD y el de los L200 Motion y Kaiteki tiene por nombre Super Select 4WD II (SS4-II); ambos tienen reductora. La diferencia reside en que el primero no tiene diferencial central (el SS4-II sí, de tipo Torsen, con un reparto de par 40/60), por lo que no es posible circular en modo de cuatro ruedas motrices sobre asfalto seco o zonas buena adherencia porque se podría producir una avería en la transmisión. Lo que sí tiene Easy Select 4WD y no SS4-II, es un bloqueo del diferencial trasero (en algunos países europeos, por ejemplo en Alemania, sí existe esa posibilidad).
Todo lo dicho en el párrafo anterior es idéntico a lo que tenía el L200 de 2015. Lo que Mitsubishi ha añadido al nuevo L200 son un sistema de ayuda al descenso de pendientes pronunciadas y un selector de programas de conducción off-road. El primero funciona con el cambio manual (hay que insertar primera y se puede activar entre 3 y 20 km/h) y con el automático (entre 2 y 20 km/h). El selector de programas consta de cuatro opciones: gravel (grava), mud/snow (barro/nieve), sand (arena) y rock (roca). Cada uno adapta el funcionamiento del motor, de la caja de cambios automática y del control de tracción para facilitar el avance del vehículo por esas superficies. Es difícil determinar si el L200 más capaz que sus alternativas fuera del asfalto, pues la mayoría tienen configuraciones parecidas, pero es uno de los que mejores ángulos todoterreno tiene. Damos más información en el apartado Impresiones de conducción.
Esta generación de L200 es, de acuerdo con Mitsubishi, la sexta de este pickup, si bien el fabricante utiliza el mismo código de identificación que en la anterior generación: KJ0T (más información del L200 2015). En cualquier caso, y aunque el chasis sigue siendo en esencia el mismo (con ballestas detrás, imagen), este ha sido reforzado en algunos puntos, el motor es distinto al de la generación anterior, tiene más elementos de equipamiento y el diseño de la carrocería es muy diferente. Delante, los muelles son más rígidos y los amortiguadores tiene un ajuste más firme. Detrás, las ballestas tienen seis hojas, una más que antes. Mitsubishi dice que un 51 % de los componentes son distintos. También ha añadido más material aislante.
El sistema de frenos de los L200 Motion y Kaiteki es mejor que el de los L200 M-PRO y que el de los L200 de la anterior generación. Tiene discos delanteros de 320 milímetros de diámetro en vez de 294, las pinzas son de dos pistones en vez de uno y el material de las pastillas de freno da mejor rendimiento. Detrás hay, en cualquier caso, unos tambores. Las llantas son de 16 pulgadas en los L200 M-PRO y de 18 en los Motion y Kaiteki.
Los cambios en el habitáculo no han afectado al diseño general. Algunas partes tienen un diseño ligeramente diferente —como la instrumentación (imagen modelo 2020 e imagen modelo 2015) y las salidas centrales de aire— y ahora hay un ligero acolchado en la zona de las rodillas de la consola central y el reposabrazos central. El espacio en la fila posterior de asientos (nos referimos a la carrocería Double Cab de las versiones Motion y Kaiteki) es el mismo que el del L200 2015 y, por tanto, bueno, en la media de sus alternativas.
Hay nuevos elementos de seguridad disponibles, como una alerta por presencia de vehículos en el ángulo muerto, una alerta por tráfico trasero cruzado y un sistema de frenada automática de emergencia (detecto vehículos y peatones). También puede tener cámaras de ayuda al aparcamiento (con las que el sistema multimedia genera una visión cenital del vehículo con todo lo que le rodea), faros de ledes para cortas y largas y cambio automático entre luces cortas y largas.
Como es común en los pickup, Mitsubishi ofrece un extensa oferta de accesorios para adaptar lo mejor posible el vehículo a las necesidades particulares. Entre ellos se encuentran protectores frontales, estribos y diversos tipos de cierre para la zona de carga, como un hard-top (la unidad que hemos probado lo traía; imagen) o una tapa abatible (imagen). Mitsubishi además ha ampliado la gama de colores para la carrocería con cuatro nuevas posibilidades: Naranja Sunflare (imagen), Blanco Diamante (imagen), Rojo Aztec y Gris Grafito. El L200 se fabrica en Laem Chabang, una ciudad de Tailandia.
Según nuestro comparador de seguros, la compañía Genesis es la que ofrece una póliza a todo riesgo con mejor relación entre calidad y precio para un L200 con nivel de equipamiento Kaiteki, como el que hemos probado en km77.com. Esta póliza cuesta 408 euros y tiene una relación entre calidad y precio de 7,87 puntos sobre 10. El tomador es un hombre de 38 años que reside en un pueblo de la provincia de Cáceres y aparca el vehículo habitualmente en la calle.