El Carisma tendrá a parir de ahora dos motores Diesel de inyección directa y ligeros cambios de equipamiento. Los motores son de origen Renault el dCi de 1,9 l y su potencia máxima es 102 ó 116 CV, a 4.000 rpm en ambos casos.
Es un motor de cuatro cilindros con culata monoárbol de dos válvulas por cilindro, turbocompresor, intercooler y alimentación por conducto común. La cilindrada es exactamente la misma (80,0 x 93,0, 1870 cm3) y la relación de compresión también: 18,3 a 1 (más bien baja). El control electrónico del motor tiene, además de la inyección, funciones como la recirculación de gas de escape, funcionamiento de los calentadores, refrigeración del motor y presión del turbocompresor.
La diferencia entre los dos motores es que el de 116 CV (85 kW) tiene un turbocompresor de geometría variable. Es el tipo de compresor normal con aletas móviles, no el último que usa Renault de área de entrada variable en la turbina.
El motor de 102 CV da el mismo par máximo en un margen muy amplio de régimen (entre 1.700 y 3.250 rpm), pero no es un valor muy alto: 215 Nm. El 116 CV sí tiene un valor de par alto 265 Nm en un margen de régimen que abarca desde 1.800 hasta 2.500 rpm. (Pincha aquí para ver ambas curvas de potencia y par)
Tienen los mismos desarrollos de transmisión (45,8 km/h en 5ª), las mismas ruedas (195/60 15) y el mismo peso (entre 1.285 y 1.300 kg). En las mismas condiciones, el consumo es exactamente igual para estas dos versiones; la cifra homologada en consumo medio es 5,4 l100 km en los dos casos. Las prestaciones, en cambio, son mucho más favorables al más potente.
Junto con los nuevos motores, el Carisma tiene pequeños retoques en la carrocería y nuevos elementos de equipamiento, como airbag lateral.