El Mercedes-Benz Clase M es recomendable para ocupantes de mucha estatura, tanto si viajan en las plazas delanteras como en las traseras. El espacio longitudinal es grande y la altura al techo también.
Para personas de esta complexión el puesto de conducción es particularmente adecuado porque el asiento puede alejarse mucho del salpicadero (según nuestras mediciones, el todoterreno que más) y el volante también. Salvo el Porsche Cayenne, tampoco hemos medido otro todoterreno de estas dimensiones con mayor distancia al techo (de los equipados con techo practicable, un elemento que resta varios centímetros de altura libre). El reposapiés es grande y está bien ubicado.
Los asientos tienen regulaciones eléctricas de serie (imagen), también del apoyo lumbar del conductor (el del pasajero no tiene este ajuste). Son cómodos por el relleno que tienen, más bien firme, y por la forma. Sujetan convenientemente el cuerpo en una conducción normal aunque en carreteras muy reviradas el cuerpo resbala algo sobre el cuero. Opcionalmente se pueden montar los asientos que Mercedes-Benz denomina «multicontorno», que permiten modificar la sujeción que proporcionan en la espalda y los muslos. También pueden tener calefacción y ventilación.
Los cinturones delanteros se tensan automáticamente al dar al contacto.
La instrumentación se lee con facilidad. En el volante hay mandos para configurar algunas funciones del coche y manejar el equipo de sonido, el ordenador, el teléfono o visualizar algunas informaciones del navegador. Una vez que se aprende a utilizar estos cuatro botones, su utilización es muy sencilla.
Las plazas traseras acogen a tres adultos mejor que en un turismo porque las puertas no se cierran tanto hacia la cabeza de los pasajeros de las plazas laterales. El respaldo está dividido en dos partes (60:40) y se puede abatir para ampliar el espacio de carga.
En el techo y el suelo hay anclajes para sujetar una red e impedir que la carga invada la zona destinada a los pasajeros, tanto si se usan las dos filas de asientos como sólo la primera.
El maletero es grande, tiene 551 litros de capacidad. A diferencia de otros coches, no existe un doble fondo destinado a guardar equipaje u otros bultos. Lo que hay bajo el piso es la rueda de repuesto (de emergencia) y diversas herramientas (imagen). En la pared de la izquierda hay un compartimento con tapa donde cabe el botiquín y sobra espacio (imagen).
Hay detalles de calidad que justifican, al menos en parte, el elevado precio de este modelo. Por ejemplo, los parasoles son dobles (uno para el lateral y otro para el parabrisas; imagen), todo el salpicadero, incluida la zona inferior, es de un plástico blando al tacto, los anclajes Isofix tienen una tapita que los oculta si no se utilizan (imagen) y los raíles de los asientos delanteros están cubiertos por un plástico, que los oculta de la vista (imagen).
También he encontrado algunas cosas mejorables como que las puertas no cubren la zona inferior de la carrocería y si circulamos por lugares que ensucien la carrocería nos mancharemos al subir y bajar del coche si no se pone mucho cuidado (algo que está mejor resuelto en un Range Rover Sport). Mercedes-Benz también debería cambiar la situación de los mandos para poner a cero el ordenador y regular la iluminación del cuadro, porque hay que meter la mano por dentro del aro del volante para llegar a ellos (imagen); y sustituir el freno de estacionamiento de pedal (que se libera tirando de una palanca; imagen) por uno eléctrico.