El Mercedes-AMG A 45 4MATIC es la versión más potente de la gama Clase A y sustituye al modelo de 2013, cuya nomenclatura era distinta (se llamaba Mercedes-Benz A 45 AMG). Como el resto de versiones de la gama, tiene una serie de cambios mecánicos, en el equipamiento y en el aspecto.
El motor es el mismo que utilizaba su antecesor, aunque Mercedes-Benz ha realizado algunos cambios en el sistema de distribución y en los procesos de combustión que se traducen en una potencia máxima 21 CV superior (ahora tiene 381 caballos). Tiene 2,0 litros de cilindrada y está sobrealimentado mediante un turbocompresor de doble entrada capaz de generar una sobrepresión máxima de 1,8 bar. Como en el modelo anterior, se trata de un motor con una potencia específica especialmente elevada: en este caso son 191 CV por litro de cilindrada.
Gracias a este aumento de potencia, el A 45 4MATIC es un poco más rápido que el A 45 AMG de 360 CV acelerando de 0 a 100 km/h, mientras que el consumo se mantiene en el mismo valor: 6,9/100 km (ficha comparativa). También tiene unas prestaciones ligeramente mejores y, sobre todo, un consumo más reducido que sus principales alternativas, el Audi RS 3 Sportback y el BMW M135i xDrive aut. (ficha comparativa).
La respuesta del motor ante los movimientos del acelerador es muy rápida (más que, por ejemplo, la de un Audi RS 3 Sportback) y la fuerza que genera es suficiente para circular con normalidad, pero no es hasta aproximadamente 2300 rpm cuando el turbocompresor funciona de manera efectiva y el empuje se hace mucho más intenso. Por encima de ese número de revoluciones y hasta 6000 rpm la respuesta es extraordinaria y proporciona unas prestaciones muy buenas. Llama especialmente la atención la fuerza con la que llega al límite superior de revoluciones, que se sitúa aproximadamente a 6000 rpm.
El cambio de marchas es automático de doble embrague (AMG SPEEDSHIFT 7G-DCT) y funciona con mucha rapidez. También es suave en la mayoría de las circunstancias, aunque para evitar movimientos bruscos a la hora de maniobrar a baja velocidad, el conductor debe pisar el acelerador con mucha dulzura. Frente a la caja del modelo anterior, tiene unos desarrollos de transmisión distintos, más cerrados entre la tercera y la séptima marcha. Incluye una función, denominada Launch Assist, con la que permite salir desde parado con la máxima aceleración posible y sin que las ruedas patinen en exceso.
El mando circular DYNAMIC DRIVE, que está situado entre los dos asientos delanteros, es una novedad en la gama y permite seleccionar varios modos de conducción. Modifica el funcionamiento del motor, de la transmisión automática, la suspensión, la dirección y el climatizador. Hay cuatro modos posibles: Comfort, Sport, Sport+ e Indivudual. Además, si se pide el paquete AMG DYNAMIC PLUS (del que hablamos unos párrafos más abajo) hay un quinto modo, denominado RACE, pensado para un uso en circuito.
Otra de las principales novedades de este modelo es la posibilidad de poder montar, opcionalmente, un sistema de suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente, cuya dureza se puede regular en dos niveles (confort o sport) mediante un botón situado en la consola o mediante el selector del DYNAMIC DRIVE. Bajo mi punto de vista, esta suspensión supone una gran mejora frente a la del modelo anterior (que tenía una muy dura) porque el compromiso que consigue entre confort y estabilidad es claramente superior.
Lógicamente se trata de una suspensión con un ajuste muy firme (con cualquiera de los dos modos seleccionados), pero no resulta seca y permite una utilización diaria del vehículo sin que el confort de marcha sea un problema para los pasajeros. Además el nivel de eficacia que proporciona sigue siendo muy elevado, permitiendo unos cambios de apoyo prácticamente instantáneos sin que la carrocería tenga apenas movimientos de balanceo o cabeceo. No puedo dar mi opinión sobre la suspensión de serie puesto que durante la presentación del modelo a al prensa no conduje ninguna unidad que la tuviera instalada.
También forma parte del equipamiento opcional el paquete AMG DYNAMIC PLUS, que incluye un diferencial autoblocante mecánico para el eje delantero y la suspensión adaptativa citada en los párrafos anteriores. El funcionamiento de estos dos elementos junto con el del sistema de tracción total 4MATIC (que es de serie) dan como resultado un vehículo que permite circular a velocidades elevadas por todo tipo de carreteras transmitiendo una sensación de seguridad fuera de lo común. Llama especialmente la atención la capacidad de tracción que tiene incluso cuando el asfalto no esta completamente seco y la suavidad con la que reacciona una vez se ha superado el límite de adherencia de los neumáticos.
La dirección me ha parecido el elemento menos conseguido del vehículo. Permite maniobrar con facilidad porque su asistencia es elevada y porque, en parado, no hace falta mover mucho el volante, pero al circular por carreteras de curvas el retorno de información es muy pobre.
El Mercedes-AMG 45 4 MATIC recibe los mismos sutiles cambios de aspecto que el resto de la gama Clase A. Son nuevos los pilotos y los faros, que ahora realiza todas sus funciones mediante ledes. En el habitáculo hay nuevas molduras decorativas y puede tener un sistema multimedia renovado con una pantalla táctil de 8 pulgadas (antes era de 7 pulgadas como máximo) y compatibilidad con el sistema operativo Apple Car Play.
Cuesta 56 978 euros, 2822 menos que el Audi RS 3 Sportback y 7078 más que un BMW M135i xDrive Aut. (que tiene un motor mucho menos potente; ficha comparativa).