Con la suspensión de serie, que en España es la que Mercedes-Benz denomina «tren de rodaje confort de altura rebajada», el CLA Shooting Brake satisfará los gustos de un amplio número de conductores. Es un coche muy estable, razonablemente cómodo y que permite practicar una conducción precisa y ágil.
El ajuste de esta suspensión es firme, más que la de un Audi A3 Sportback 2016 (aún no hemos probado el modelo más nuevo) o un Serie 2 Gran Coupé, pero da un nivel de confort adecuado en casi todo momento. Únicamente al pasar por juntas de dilatación mal enrasadas, bandas reductoras de velocidad o en general por todas aquellas imperfecciones que provocan un movimiento rápido y corto de las ruedas, agita de manera evidente a sus ocupantes. Por el momento no hemos probado un CLA Shooting Brake con la suspensión opcional adaptativa y por lo tanto, no podemos dar una opinión fundada sobre su funcionamiento (cuesta unos 1300 euros).
El CLA Shooting Brake admite de buen grado la práctica de una conducción ágil por carreteras de curvas. La carrocería apenas balancea en apoyos fuertes, la tendencia al subviraje es pequeña y los cambios de dirección se ejecutan con rapidez. Y sería mejor aún si la dirección fuera un poco más comunicativa, ya que cuesta conocer el nivel de agarre de las ruedas a través del aro del volante.
En vías rápidas, rueda con mucha suavidad y con aparente poco esfuerzo, cualidades que son comunes en todos los modelos de Mercedes-Benz que utilizan esta misma plataforma, la MFA2. Además, aunque las puertas no tienen marcos (imagen), el aislamiento acústico es bueno, por lo que resulta un vehículo recomedable para cubrir largas distancias sin que el ruído sea una molestia.
A pesar de todo, con el CLA Shooting Brake no obtuvimos unos resultados especialmente buenos en nuestra prueba de esquiva en circuito. Las reacciones fueron siempre suaves, progresivas y fáciles de controlar, pero el exagerado subviraje que se daba tras el segundo cambio brusco de trayectoria, nos impidió superar el ejercicio a una velocidad siquiera discreta (lo conseguimos a 71 km/h, un dato muy bajo). El eslalon, en cambio, lo superó con agilidad y a una velocidad relativamente alta y estable, con una actuación mínima del control de estabilidad. Estos resultados fueron practicamente los mismos que obtuvimos con el CLA Coupé (video).
La versión 200 d tiene un motor Diesel de 150 caballos con una excelente relación entre prestaciones y consumo. Las vibraciones que produce son muy pequeñas y solo se perciben cuando el motor aún no ha alcanzado su temperatura óptima de funcionamiento y gira a ralentí. El sonido que genera cuando el vehículo circula a baja velocidad o se apura hasta su límite superior de revoluciones no es agradable, pero dista de ser molesto; a velocidad constante pasa completamente desapercibido.
Frente al motor de gasolina de la versión 200, que no hemos probado en un CLA Shooting Brake pero sí en un CLA Coupé, se siente más tosco (pero muy poco más) y claramente más resuelto a la hora de adelantar o ganar velocidad en marchas largas. Según nuestras mediciones, necesita 5,8 segundos para acelerar entre 80 y 120 km/h, un dato muy bueno que mejora por unas pocas décimas al obtenido con el CLA 200 Coupé citado, que tiene un motor 13 CV más potente.
También hemos obtenido unos muy buenos resultados en cuanto a consumo de combustible. Resulta muy difícil gastar más de 7,5 l/100 km (es lo máximo que medimos durante la prueba, tras la toma de prestaciones), siendo habitual que el ordenador de viaje indique cifras por debajo de los 6,0 l/100 km. En nuestro recorrido de referencia habitual de 144 km, que transcurre por una carretera con muchos cambios de nivel y a una velocidad media de 120 km/h, necesitó 5,4 l/100 km, un dato muy bajo teniendo en cuenta que la orografía del trayecto es muy cambiante. El depósito de combustible solo tiene 43 litros de capacidad, pero como el consumo es habitualmente muy bajo, la autonomía es alta, de algo más de 800 km entre repostajes. Eso sí, también hay que tener en cuenta que cada cierto tiempo es necesario repostar AdBlue, un producto químico necesario para que el motor cumpla con la normativa de emisiones (esta versión tiene un depósito de 23,8 litros).
La única caja de cambios que Mercedes-Benz ofrece para este motor es una automática de doble embrague con ocho relaciones (8G-DCT). Trabaja correctamente la mayor parte del tiempo, pero en algunas circunstancias resulta ligeramente tosca y no permite avanzar con mucha suavidad, especialmente al maniobrar a baja velocidad. Es una situación que aparece de manera esporádica, sin un patrón o condiciones aparentes: en frío o en caliente, tras una noche aparcado o tras poco tiempo detenido. Tiene función de avance por inercia, aunque para que actúe es necesario seleccionar el modo de conducción ECO.
El sistema de frenos ofrece un buen tacto y permite dosificar bien la fuerza de la frenada, pero según nuestras mediciones, no es capaz de detener el vehículo en distancias particularmente cortas. Hemos necesitado un mínimo de 54,7 metros para pasar de 120 a 0 km/h, un dato mediocre. Además, tras varias frenadas intensas, el tacto del pedal empeora y las distancias se alargan de manera clara.
Los asistentes a la conducción que puede tener el CLA Shooting Brake son muy numerosos y por norma general funcionan muy bien. En esta prueba del Clase A hablamos sobre algunos de ellos.