El Lancia Ypsilon 1.4 16V se distingue de la mayor parte de los utilitarios por su aspecto interior y por la cantidad de equipamiento opcional que puede tener.
No es por ello un coche costoso. La versión 1.4 16V con equipamiento «Argento» cuesta 13.000 €, con aire acondicionado de serie: un Fiat Punto 3p 1.4 Dynamic o un Ford Fiesta Coupé Trend 1.6 100 CV a igualdad de equipamiento cuestan lo mismo que el Ypsilon. Un Corsa equivalente es ligeramente más caro (más información).
Tiene un interior con mucha altura libre y espacio longitudinal, tanto en las plazas delanteras como traseras. Se vende con un asiento trasero de dos plazas; para dos personas, el espacio atrás es suficiente. Opcionalmente se pueden adquirir los dispositivos de seguridad necesarios para poder transportar a tres personas en las plazas traseras, en tal caso hay poca anchura.
Tiene un puesto de conducción elevado, desde el que se puede dominar bien el tráfico (sobre todo en ciudad), Los asientos delanteros dan un apoyo uniforme en toda la espalda, pero recogen poco el cuerpo.
El diseño interior es peculiar, con la instrumentación en el centro y la palanca de cambios muy cercana al volante. Según cómo se siente el conductor, hay algunos mandos que quedan ocultos detrás del volante. Los mandos de los intermitentes y de las luces —de un diseño también peculiar—, quedan un poco lejos del volante y el apoyo para el pie izquierdo obliga a ir con la pierna muy flexionada.
Sus prestaciones son escasas para su potencia (95 CV); no es un coche lento, pero no es tan rápido como algunos otros de tamaño semejante y menos potencia.
La estabilidad es satisfactoria en términos generales; los hay mejores y peores. El Ypsilon tiene la ventaja para la seguridad activa de que todas las versiones Argento y Platino pueden tener control de estabilidad opcional, por 600 €.