El Kia Rio de cinco puertas tiene un espacio interior que se corresponde con una carrocería de 4,2 metros de longitud y un maletero más propio de coches de un segmento superior. En las plazas traseras, la anchura entre hombros y la altura desde la banqueta hasta el techo es buena. Sin embargo, la corta distancia entre ejes (2,41 metros) ha obligado a colocar en una posición adelantada el asiento trasero, lo que limita el espacio para las piernas. Por el contrario, el maletero tiene mucho fondo y un volumen de 449 litros, el más grande de su segmento.
Además, la línea casi de familiar o break del Kia Rio 5 puertas, favorece la amplitud del maletero y lo hace muy aprovechable en altura, lo que permite cargar maletas grandes de pie. Tanto es así, que el cubre maletero es una esterilla enrollable, similar a la que utilizan los modelos con carrocería familiar. Los asientos traseros se abaten por partes desiguales (60/40) y amplían la versatilidad de carga en este modelo.
En la version de 4 puertas la situación en cuanto a habitabilidad es muy similar, el espacio es bueno por anchura y altura para cuatro personas (cinco irían un poco justas), sin embargo el espacio para las piernas pequeño comparado con coches de su tamaño, y grande comparado con coches de su precio. Los asientos traseros no son abatibles por partes y el volumen del maletero es 326 litros.
La visibilidad, al menos en la versión de cuatro puertas, es buena en todas las direcciones. El único defecto que encuentro en este sentido es que el espejo retrovisor izquierdo no está en su extremo convexo (hablo de la versión RS), lo que hace que no veamos durante un instante el supuesto coche que nos está adelantando.