Los asientos delanteros van colocados a una altura tal respecto al suelo que no resulta incómodo entrar y salir del coche. En un Volkswagen Golf están más bajos y hay gente a la que le puede costar cierto esfuerzo. Durante una conducción normal no se echa en falta que den más sujeción pero no sobresalen en este aspecto. La tapicería de cuero da mucho calor; si se quiere prescindir de ella hay que renunciar también al asistente de mantenimiento en el carril, al sistema de aparcamiento automático, a los faros de xenón y al alumbrado en curva, ya que todos forman de un único paquete opcional que cuesta 2000 euros.
En las versiones más equipadas, el volante tiene botones para manejar el equipo de sonido, el teléfono, el ordenador de viaje y el programador de velocidad. Al principio puede resultar abrumador tanto mando pero es fácil hacerse a ellos. El cuadro de instrumentos es diferente en la versión «Emotion» (la de mayor equipamiento; imagen) a los del resto (imagen): la parte central del cuadro está formada por una pantalla (vídeo) en la que se representa un velocímetro de aguja y diversas informaciones (ordenador, sistema de advertencia por abandono del carril y varios avisos). Esta pantalla se ve muy bien, independientemente de la iluminación exterior, y es una solución técnica que sólo se encuentra en coches de precio mucho mayor, como el BMW Serie 7, un Mercedes-Benz Clase S y un Range Rover.
En las plazas traseras, un Volkswagen Golf tiene unos (pocos) centímetros más de espacio para las piernas, pero en anchura y altura es mejor el KIA (tabla comparativa). Bajo los asientos delanteros hay hueco para meter los pies, lo que permite viajar más confortablemente aunque, en función de cómo vaya de adelantado el asiento, es posible que golpeen contra una pieza de plástico que hace de canalización para la climatización (y que no va anclada de forma sólida). Estas dos plazas son las que tienen anclajes Isofix para sillitas infantiles.
La plaza central, como es habitual, parece destinada a un uso esporádico ya que la banqueta está ligeramente más elevada que las de los laterales —consecuentemente, hay menos espacio hasta el techo— y tiene el respaldo y la banqueta más duros. Respecto a otros modelos, el cee'd tiene la ventaja de que el piso es casi plano en la parte trasera, por lo que es más cómodo colocar los pies y pasar de un lado al otro del coche.
Con el techo panorámico (el cristal cubre las dos filas de asientos) no sólo se pierde algo de altura en todas las plazas, también la iluminación interior es más pobre porque sólo hay un plafón de alumbrado delante, en la parte más cercana al parabrisas. Si se quiere ver detrás —para buscar algo o para colocar la silla del niño— hay que ayudarse de las luces de lectura. KIA podría resolver este problema haciendo que esas luces se encendiesen automáticamente al abrir las puertas.
La versión que hemos probado —nivel de equipamiento Emotion— tiene el sistema de acceso sin llaves. Al aproximarse al coche, los retrovisores se despliegan automáticamente (si están plegados; está función se puede desactivar para que no golpeen contra una columna o la pared). Para abrir el coche hay que pulsar el botón que hay en la manilla que desbloquea el cierre (en otras muchas marcas, basta con tirar de ella). La unidad de pruebas tenía regulaciones eléctricas del asiento, una opción que no está disponible en las unidades en venta en España.
Las versiones más equipadas llevan un climatizador con dos programas de funcionamiento —soft y fast— además del automático. Enfría mucho y rápidamente, y no es de los que requieren estar haciendo reajustes.
El maletero tiene una capacidad de 380 litros. Son 40 litros más que en el modelo anterior, aunque en ese dato KIA incluye el volumen de un cajón de seis centímetros de altura y con compartimentos de diversos tamaños que hay bajo el piso, justo encima de la rueda de repuesto —de menor tamaño que las otras cuatro—. Este cajón es de serie en todas las versiones.
El cee'd es de los turismos de su tamaño con mayor capacidad de maletero, aunque los hay más grandes, como el del Citroën C4, el Honda Civic y el Fiat Bravo (listado comparativo).
Es posible ampliar la capacidad de carga abatiendo los respaldos de los asientos posteriores. Lo hacen en una proporción 60/40. Los respaldos quedan enrasados con el piso del maletero, pero el fondo de carga no es plano porque la zona más cercana a los asientos delanteros queda más alta.
El maletero del cee'd es fácil de cargar porque tiene formas regulares y el borde de carga no queda alto. Hay dos pequeños huecos sin tapa para dejar cosas en los extremos, junto a los pasos de rueda. En el lado derecho hay dos cintas con velcro para sujetar los triángulos de emergencia. Es posible sujetar una red para fijar la carga mediante las cuatro argollas que hay en las esquinas del piso. También hay dos ganchos para bolsas y una toma de 12 voltios para, por ejemplo, conectar una nevera portátil.