El habitáculo del modelo 2013 apenas ha sufrido cambios con respecto al modelo de 2010, por lo que las impresiones que aquí se exponen son muy similares a las que en su día escribió Enrique Calle en la prueba del Hyundai ix35 de 2010 (más información).
El habitáculo transmite buenas sensaciones por su aspecto y por los materiales con los que está construido. Los plásticos de recubrimiento son duros, excepto el que está por encima de la tapa de la guantera, pero están bien ajustados y dan una impresión de calidad correcta. El Peugeot 4008 tiene un interior menos vistoso que el del Hyundai, pero una calidad igualmente correcta. En el Nissan Qashqai hay más superficies recubiertas con plástico blando y sus materiales tienen, en general, mejor apariencia.
Un aspecto que me ha gustado mucho del habitáculo del ix35 es la gran cantidad de espacios disponibles para dejar objetos. No sólo hay muchos, sino que la mayoría de ellos son grandes y útiles, porque no dejan que los objetos depositados en ellos salgan despedidos al suelo cuando se toma una curva con cierta velocidad. Los huecos que hay en las puertas, en las cuatro, permiten transportar botellas de un litro. En el espacio que hay delante de la palanca del cambio hay dos tomas de 12 voltios, la entrada para conectar dispositivos USB y una entrada AUX (imagen). El tamaño de la guantera es bueno y está ventilada, pero no iluminada (imagen).
Toda la información que proporciona la instrumentación se lee con facilidad. Con el cambio manual hay un indicador que muestra el momento en que es recomendable subir o bajar de marcha. En las versiones con cambio automático hay un testigo llamado «ECO» que cambia de color en función del estilo de la conducción (si es muy eficiente se pone verde y si lo es poco, se pone rojo). El ordenador de viaje sólo almacena los datos de un recorrido.
Me ha resultado fácil conseguir una postura de conducción cómoda (mi estatura es 1,85 metros). El asiento es cómodo y tiene diversas posibilidad de ajuste (en sentido longitudinal, en altura, inclinación del respaldo y apoyo lumbar), aunque he echado en falta un mayor recorrido de la regulación en altura del asiento. No porque tocara con la cabeza en el techo, sino porque me gusta ir sentado más cerca del suelo y en el ix35 se va sentado alto.
El volante se puede regular en altura y en profundidad, incluso con el nivel de equipamiento más básico Essence (el ix35 de 2010 con dicho nivel sólo tenía ajuste en altura). Los parasoles tienen espejo y un interruptor para encender y apagar la luz de cortesía. Además, de uno de los laterales de estos parasoles (del derecho en el del conductor y del izquierdo en el del pasajero; imagen) hay una pieza de plástico extensible, cuya función es aumentar la superficie que cubren los parasoles cuando se colocan contra las ventanillas laterales.
La calefacción de los asientos delanteros y de los traseros —sólo los de los laterales— es de serie en todos los niveles de equipamiento, excepto en el Essence. La calefacción de los delanteros calienta la banqueta y la parte inferior del respaldo y se puede elegir entre dos grados de intensidad con estos botones (imagen). La de los traseros sólo calienta la banqueta y no hay posibilidad de regular su intensidad.
El espacio en la fila trasera es suficiente para que dos personas de algo más de 1,85 metros quepan sentadas detrás de otras dos de la misma estatura que viajen delante, sin que las rodillas les golpeen contra el respaldo trasero ni el salpicadero. La altura libre hasta el techo, al menos con el techo panorámico opcional, es suficiente para gente de estatura superior a la media (mediciones del interior). En esta fila de asientos no hay salida de ventilación.
La anchura entre las puertas de las plazas traseras es la peor medición del interior del ix35 e impide que tres adultos de corpulencia normal puedan viajar sin tener que solapar de algún modo sus hombros. Hay alternativas que ofrecen aún menos espacio en este sentido, como el Audi Q3, Mitsubishi ASX y el Volkswagen Tiguan, y otras que son claramente más anchas, como el Honda CR-V y Land Rover Range Rover Evoque. El KIA Sportage y el Nissan Qashqai son prácticamente igual de anchos detrás (tabla comparativa de mediciones del interior).
Las plazas traseras no se pueden mover por un carril. Se pueden abatir sus respaldos para aumentar el volumen de carga (en proporción 1/3 y 2/3), aunque la superficie que queda no es completamente horizontal porque los respaldos traseros crean una ligera pendiente (imagen).
El maletero tiene un volumen de 465 litros. Es un buen tamaño para las dimensiones exteriores del vehículo y le coloca como uno de los todoterrenos de su tamaño con el maletero más grande. Algunos vehículos que le superan son el Volkswagen Tiguan (470 l), el Dacia Duster (475 litros) y el SsangYong Korando (486 litros). El Nissan Qashqai y el Mercedes-Benz Clase GLA tienen un maletero más pequeño (439 y 421 litros respectivamente).
Debajo del piso del maletero hay una rueda de repuesto del mismo tamaño, y con la misma llanta que el resto. Alrededor de la rueda de repuesto y en el hueco interior de la llanta queda mucho espacio (imagen) para guardar diversas cosas, como unos cables para arrancar el coche, guantes y cadenas para el invierno.