El equipamiento «GL» tiene de serie elevalunas eléctricos, cierre centralizado, airbag frontal para el conductor, radiocassette. El más equipado «GLS», añade a lo anterior: asiento del conductor con regulación en altura, espejos retrovisores con mando eléctrico, airbag para el acompañante, neumáticos más anchos (185/60 R 14 en lugar de 175/70 R 13 del GL) y una tapicería diferente. La serie especial del Accent CRDi («GLS SE») además de lo anterior tiene: aire acondicionado, pomo del cambio y volante recubierto en piel (que le da mucho mejor tacto) llantas de aleación de 14", alarma integrada en el mando a distancia, un reposabrazos en el lateral del asiento del conductor (sin guantera en su interior) y faros antiniebla, además de algún logo distintivo distribuido por la carrocería.
En las plazas delanteras hay suficientes huecos para dejar objetos de muy diverso tipo (en algunos casos tienen superficies de goma que se pueden quitar para lavar), destaca el cajón con tapa situado delante de la rodilla izquierda del conductor. Los asientos son cómodos porque ejercen una presión uniforme en toda la espalda (en tres horas seguidas al volante no he notado cansancio), pero en ciertas ocasiones falta algo de sujeción lateral. El asiento del conductor tiene reglaje en altura e inclinación de la banqueta (sólo en versiones «GLS» ) por medio de dos ruletas que tienen una accionamiento duro y sólo cambian la altura de la banqueta, no del respaldo.
En habitabilidad está en una posición intermedia con respecto a coches de tamaño similar (que son más caros que el Accent). En las plazas traseras la altura que hemos medido es 90 cm, pero si el pasajero va sentado erguido y mide más de 180 cm (aproximadamente) le rozará la parte trasera de la cabeza con el comienzo del descenso del techo.