La sensación que transmite el Accord es la de un coche de calidad. Audi, BMW o Mercedes-Benz utilizan mejores materiales de recubrimiento en algunas zonas como la parte inferior del salpicadero —en el Accord, el plástico que cubre la parte superior del salpicadero es blando y suave al tacto mientras que el de la parte inferior, aunque guarda una buena apariencia es de un plástico duro poco refinado—, mientras que un Toyota Avensis, por ejemplo, no me parece que esté mejor realizado.
Honda ha prestado atención a los detalles. Por ejemplo, las tapas de los cajoncitos de la consola se mueven con suavidad y están muy bien ajustadas; el fondo de esos y otros huecos está tapizado o recubierto de goma para que no haga ruido lo que depositemos en ellos. En cambio ha descuidado otros, como el maletero de la berlina, que tiene piezas mal ajustadas; esto no ocurre en el familiar.
El puesto de conducción nos ha parecido excelente a todos aquellos que nos hemos sentado en él. El asiento es bueno, con un respaldo muy ancho que recoge toda la espalda. Se puede colocar relativamente cerca del suelo. En un Citroën C5 se va más erguido y en un BMW Serie 3 se puede ir sentado ligeramente más bajo. Un asiento bajo es mejor, para algunos conductores, para conducir pero peor a la hora de entrar y salir del coche porque requiere más esfuerzo. El volante, los pedales y la palanca del cambio quedan muy bien situados. Además, el conductor dispone de muchos lugares —todos con tapa— donde guardar todo lo que se suele llevar encima (llaves, mando del garaje, la cartera, el teléfono, etc).
En general, la visibilidad me parece que está mejor resuelta de lo habitual. Incluso con el asiento del conductor en la posición más baja, no es difícil adivinar el final del frontal del coche. Como los montantes del parabrisas no son muy gruesos y los espejos retrovisores exteriores son grandes, la visibilidad alrededor es correcta. Como ayuda para ver lo que hay detrás del coche, algunas versiones pueden tener una cámara trasera. Esta cámara da una imagen deformada (imagen) debido a que el objetivo es un gran angular. No sirve para calcular dónde quedan los extremos del paragolpes.
El volante tiene mandos desde los cuales se pueden manejar algunas funciones del teléfono y del sistema de sonido. El sistema de reconocimiento vocal está mal resuelto. Entre otras cosas, sirve para vincular el teléfono a la conexión «Bluetooth» del coche y su manejo es complicado y lento. Un menú en la pantalla central sería de gran ayuda. También tiene botones para elegir la información que se muestra en la pantalla «LCD» que hay en el centro del velocímetro y para activar el programador de velocidad y el sistema de alerta por cambio involuntario de carril («LKAS»), si lo tienen.
El cuadro de instrumentos (imagen) ofrece la información normal ampliada por la que da el ordenador (consumo y velocidad media, consumo instantáneo y autonomía). Además, hay un indicador que permite ver la distancia o los días que restan para determinadas operaciones de mantenimiento.
Los mandos de la consola son de tamaño grande, lo que facilita su utilización. En las versiones sin navegador, toda la información del climatizador y del equipo de sonido aparece en una única pantalla de gran tamaño monocroma, situada en la parte superior del salpicadero (imagen). Si tiene navegador, hay una pequeña pantalla bajo la principial para estos datos (imagen).
La puerta del pasajero delantero y la de los traseros no se abre desde dentro cuando está accionado el cierre centralizado. Hay que liberar el seguro a mano para poder abrirla. En casi todos los coches esto no es necesario. El cierre no se activa al iniciar la marcha y no hay posibilidad de configurarlo desde el ordenador de viaje.
Espacio interior de la berlina
Por amplitud, el Accord está en un término medio entre los coches de sus características. En la versión sedán hay espacio para que dos adultos de casi 1,90 m viajen confortablemente en las plazas traseras (al menos si el asiento delantero está colocado para un conductor de 1,80 m). El acceso a las plazas traseras podría ser mejor si las puertas tuviesen un mayor ángulo de apertura.
El maletero del Accord de cuatro puertas es más amplio que el del familiar si no contamos con el doble fondo que tiene el familiar bajo el piso principal. Contabilizándolo son casi idénticos.
Sus formas son irregulares: en la parte final hay dos piezas que sobresalen, que hace que no sea igual de aprovechable que otros maleteros con el mismo volumen y forma más regular. Honda debería haber cuidado más la parte superior del maletero, en la que está completamente al descubierto los altavoces, chapa y diversos cables.
Espacio interior del familiar
El Accord Tourer tiene mayor altura libre al techo en las plazas traseras. En el resto de las mediciones, las dos carrocerías son iguales.
El maletero no es grande para tratarse de un coche familar de su longitud. Aún contando el doble fondo (de dimensiones 57x38x25 cm) con el que llega a 448 litros, queda lejos del que ofrecen modelos como el Volkswagen Passat Variant, el Toyota Avensis Cross Sport, el Subaru Legacy Station Wagon, el Mazda6 Wagon y el Opel Astra Sports Tourer, todos de 500 litros en adelante.
El piso del maletero está a 60 cm del suelo, que es poco, y no hay ningún escalón que vencer, así que no es complicado meter o sacar objetos pesados y voluminosos. Un inconveniente es que es estrecho en la zona más próxima a los respaldos traseros.
El doble fondo (imagen) es muy útil porque sirve también para transportar la compra sin que se dezplace o dejar algo escondido (un ordenador o una cámara de fotos, por ejemplo). También hay dos ganchos, uno a cada lado del maletero, para colgar bolsas. La tapa del doble fondo se puede colocar separando esta zona de la que queda más próxima a los asientos. Así no se cae al hueco lo que podamos llevar tras él. Además del doble fondo, hay diversas tapas en los laterales y en el piso que dan acceso a pequeños compartimentos que pueden ser útiles para llevar objetos de esos que es conveniente tener en el coche (unos guantes o un botiquín pequeño, por ejemplo).
El respaldo de los asientos posteriores se pliega con facilidad y quedan perfectamente horizontales sin esfuerzo. El único inconveniente es que entre el fondo del maletero y la superficie de los respaldos queda un pequeño escaloncito de entre dos y tres centímetros. Otro inconveniente son los voluminosos pilares laterales, que estrechan el paso entre el maletero y la zona de los asientos.
La cortinilla vertical (imagen) que protege a los pasajeros del impacto de bultos, en caso de frenazo o accidente, va en un carrete separado de la cortinilla horizontal y viene de serie en toda la gama. Es práctico, porque tiene su anclaje propio que sirve para elevar la cortinilla por detrás de los asientos posteriores. Con los respaldos abatidos, el anclaje se fija en unas hendiduras previstas en los respaldos, a un palmo de su punto más elevado. La parte superior de la cortinilla se sujeta en unas muescas (recubiertas con tapa) situadas en el techo. Su posición, en la mitad del respaldo, limita el aprovechamiento longitudinal del espacio.