El Ford Mondeo Sportbreak tiene un interior muy espacioso y un maletero de gran capacidad.
El espacio en sentido longitudinal es tal que delante puede conducir una persona de algo más de 1,90 m de altura y en el asiento posterior puede viajar cómodamente otra igual de alta.
Aunque no es mucho más espacioso que un Volkswagen Passat Variant o un Honda Accord Tourer, sí lo es con respecto a un Peugeot 407 SW o a un Renault Laguna Grand Tour.
Si atrás van a viajar dos personas, sólo un Škoda Superb Combi puede ser preferible —entre los familiares de similares características— porque tiene mucho más sitio para las piernas de los pasajeros de las plazas traseras. Si puntalmente van a viajar tres ocupantes en estas plazas, durante desplazamientos cortos y medios, un Mondeo Sportbreak puede ser mejor alternativa porque tiene una carrocería más ancha a la altura de los hombros.
Si el desplazamiento es largo no hay ningún turismo o turismo familiar realmente cómodo para tres ocupantes: para un uso así son mejores ciertos monovolúmenes. La plaza trasera central de Mondeo Sportbreak es estrecha, dura y no recoge el cuerpo (imagen).
Los asientos que llevan los niveles de equipamiento «Titanium» y «Titanium S» (imagen) son cómodos y sujetan mejor el cuerpo que los del resto de versiones. Pueden ir tapizados con Alcantara y piel o sólo en tela. La tapicería de Alcantara traspira suficientemente bien aunque puede ser calurosa en tiempo cálido.
Se puede escoger entre dos sistemas de protección solar para los ocupantes de las plazas traseras: lunas tintadas o cortinillas que se recogen a modo de persianas (imagen).
La mayoría de elementos del salpicadero y la consola central son idénticos a los de las versiones de 4 y 5 puertas (más información).
Maletero
El maletero del Mondeo con carrocería de cuatro puertas tiene 535 l de capacidad, mientras que la versión de cinco puertas tiene 528 l de volumen. El del Sportbreak no es mucho mayor (542 l) pero sí más práctico porque se puede cargar hasta el techo.
El maletero del Mondeo Sportbreak tiene una longitud de 110 cm y una anchura mínima de 114 cm —apenas está interrumpido por los pasos de rueda—. Una sillita infantil (109 cm) cabe perfectamente a lo ancho (imagen) o a lo largo.
La peor medida del maletero es la altura que hay desde el piso hasta la cortinilla que lo cubre (46 cm). Esta medida es tanto con el kit de reparación de pinchazos, con una rueda de emergencia o con una del mismo tamaño que las otras cuatro —Ford da a elegir al cliente entre estas tres posibilidades—. Debajo del piso también hay diversos huecos para dejar las herramientas, un botiquín, los triángulos de avería o un extintor de pequeño tamaño (imagen).
En el maletero de un Škoda Superb Combi no cabría un objeto plano tan ancho y largo como en el Ford, pero sí mucho más alto: su distancia desde el fondo hasta la cortinilla es de 65 ó 55 cm en función de si se instala doble fondo o no.
El plano de carga del maletero del Mondeo Sportbreak está a 55 cm de altura, es decir, para meter dentro un objeto no hay que levantarlo mucho (imagen). No obstante, Ford comercializa, como accesorio de concesionario, un suelo deslizante para facilitar más la carga de objetos muy pesados.
Si se abaten las banquetas y se reclinan los respaldos de los asientos de la segunda fila queda una superficie de carga plana de 170 cm hasta el borde de los respaldos delanteros (imagen). Si los asientos delanteros se adelantan, el espacio de carga es aún mayor.
Un inconveniente importante es que el Mondeo Sportbreak no tiene fijaciones para colocar una red vertical detrás de los asientos delanteros que separe los bultos de los ocupantes. Eso plantea un problema seguridad si hay una fuerte frenada o una colisión. Sólo puede tener una red de ese tipo detrás de los asientos posteriores.
Si se aparca con la parte trasera hacia una pared, para poder abrir el portón hay que dejar un espacio de, como mínimo, 48 cm hasta la pared. Una vez abierto el portón tiene una altura de aproximadamente 1,90 m, así que las personas de menos de esa estatura no tienen que agacharse para acceder al interior del maletero.