En conjunto, el Ford Mondeo es un coche más espacioso por dentro que la mayor parte de los modelos de similares características, como un Volkswagen Passat o un Mazda6. En algunos casos, la diferencia es muy grande, como, por ejemplo, si se compara el Mondeo con un Peugeot 407 o un SEAT Exeo.
Teniendo en cuenta el espacio en las plazas traseras, sólo hay dos modelos que superan parcialmente al Mondeo, pero ninguno es globalmente más espacioso: el Škoda Superb tiene más espacio longitudinal (para las piernas) y el Citroën C5, más anchura para los hombros de los ocupantes de todas las plazas y algo más de altura libre al techo para los ocupantes de los asientos posteriores.
Precisamente, el único fallo de habitabilidad que tiene el Mondeo es que la altura en las plazas traseras no es grande para un coche con una carrocería de 1,50 m de altura. Tanto en las versiones de cuatro como de cinco puertas, si una persona de talla media se sienta erguida —con la cadera bien pegada al respaldo— es posible que roce con la cabeza en el techo. Este inconveniente queda solucionado en la carrocería familiar, que tiene unos 6 cm más de altura en las plazas de atrás (más información).
Pese a que es un coche espacioso, no es sustancialmente más grande que el modelo anterior, que estaba muy bien aprovechado. Con respecto a éste, la principal ganancia está en la anchura medida a la altura de los hombros. Esto se aprecia especialmente en las plazas delanteras, porque las puertas quedan lejos del cuerpo de los ocupantes.
Como los asientos delanteros pueden ir muy lejos del salpicadero, dentro del Mondeo se sentirán cómodas personas de talla muy grande.
Las láminas de plástico de aspecto metálico que tienen las versiones «Titanium», «Titanium ECO» y «Titanium S» están bien resueltas, dan buen aspecto, no producen reflejos molestos y tienen un acabado mate, por lo que no se quedan marcadas las huellas de los dedos. Los mandos que hay en el volante para manejar la radio y otras funciones sí son de metal y tienen un tacto muy agradable.
Lo interesante de estas versiones es que tienen elementos de equipamiento exclusivos: unos asientos delanteros mejores —mayor sujeción lateral— y una pantalla en color en la instrumentación, justo detrás del volante, de tipo TFT y 7 pulgadas.
Estos asientos sujetan mejor el cuerpo que los que tienen el resto de versiones y son cómodos. Pueden ir tapizados con Alcantara y piel o sólo en tela («Titanium»). La tapicería de Alcantara traspira suficientemente bien —está perforada—, aunque es un poco calurosa. Algunas versiones del Mondeo pueden tener asientos con calefacción y/o ventilación.
El puesto de conducción nos ha parecido bueno a personas de distinta talla. Algunos conductores han echado en falta que los asientos pudiesen ir más cerca del suelo y que el apoyo para el pie izquierdo fuera más grande y plano. El volante, con un aro más bien pequeño, está tapizado con cuero y, en todas las versiones puede, quedar bien situado porque los reglajes en altura y profundidad son amplios.
A diferencia de lo habitual, las funciones de arranque y acceso sin llave son opciones separadas. Nos parece que son dos elementos muy cómodos que se aprovechan más que otros. Creemos que merece la pena pagar por ambos.
El sistema de ventilación del Mondeo me ha parecido muy efectivo. Al menos durante días medianamente calurosos, el sistema tiene capacidad para enfriar el habitáculo con cierta rapidez, incluso si el coche ha estado al sol.
Las salidas frontales en el salpicadero pueden dar un flujo muy grande de aire y son fáciles de orientar. Para las plazas traseras hay salidas de aire en el montante central de la carrocería.
Algunos detalles desentonan dentro del buen ambiente que se respira en el interior, como los parasoles (de aspecto algo tosco), los plafones (que dan una iluminación pobre tanto en luz ambiente como de lectura), la tapa de la guantera (hecha de un plástico fino y completamente duro) o el recubrimiento interior del portagafas que hay en el techo. La guantera no está completamente tapizada y es algo pequeña.
Un elemento interesante es que, como en algunos modelos de Renault, no hay tapón de rosca para el depósito de carburante. En el Mondeo, este elemento se combina con un sistema que impide repostar el carburante equivocado.
El maletero de la versión de cuatro puertas tiene 535 l de volumen y el de cinco puertas 528 l. Por tanto, ambas versiones tienen uno de los mayores maleteros entre los coches de este tipo. Hay que tener en cuenta que estos datos de maletero son con kit de reparación de pinchazos. El Ford Mondeo puede tener, sin cargo, rueda de repuesto de emergencia y —por 50 €— una rueda de repuesto de tamaño normal en una llanta de chapa. Si lleva rueda de repuesto (bien de emergencia o de tamaño original) el maletero pierde unos 10 cm de profundidad.
El portón de la carrocería de cinco puertas es muy grande y, cuando está abierto, su extremo queda lejos del suelo, lo que favorece la carga del maletero aunque quien lo haga sea alto. En el maletero hay dos ganchos para colgar bolsas y argollas para sujetar redes. El respaldo trasero está dividido en dos partes con proporciones 60/40. Si se abaten los respaldos, en cualquiera de las carrocerías puede quedar una superficie de carga completamente enrasada con el piso del maletero.