Esta es la cuarta generación del Ford Focus (la primera apareció en 1998; aquí están todas las informaciones que hemos publicado de este modelo). Existen tres carrocerías distintas, pero sólo dos de ellas se comercializan en España: de cinco puertas y familiar (la de cuatro puertas no llegará); y motores de gasolina y Diesel de entre 95 y 182 CV. Con la carrocería de cinco puertas, el precio de partida es de 16 949 euros (para la versión 1.0 EcoBoost de 101 CV; todos los precios del Berlina), y con la carrocería familiar, 20 574 euros (1.0 EcoBoost de 125 CV; aquí tratamos la información referente al Focus Sportbreak).
La versión básica del Focus Berlina es más asequible que la del Hyundai i30, el Mazda3 y el Volkswagen Golf básicos, aunque, salvo el Hyundai, los otros dos tienen un motor entre 21 y 30 caballos más potente —ficha técnica comparativa—. Con el familiar sucede prácticamente lo mismo, igualando las versiones por potencia más parecida, el Focus Sportbreak básico es más barato que el Opel Astra Sports Tourer y que el Peugeot 308 SW y es más caro que un Renault Mégane Sport Tourer —ficha técnica comparativa—.
Al igual que en las tres generaciones anteriores, la conducción del Focus 2018 resulta agradable: es más ágil de lo que suele ser habitual en vehículos de este tamaño y sus reacciones son precisas y seguras. Además, aunque la suspensión tiene un ajuste más bien firme, consigue un nivel de filtrado bastante bueno de aquellas imperfecciones que sacuden fuertemente las ruedas, pero no del estado general del firme cuando este no está perfectamente liso. Hay muchos más detalles sobre estos y otros aspectos en el apartado de impresiones de conducción. Cabe destacar el excelente resultado que hemos obtenido en la maniobra de esquiva (ver el vídeo). En función del motor y el nivel de equipamiento, la suspensión trasera puede ser de eje de torsión o independiente de tipo multibrazo. Lo contamos en la información técnica.
Los motores de gasolina son de tres cilindros —1.0 EcoBoost de 101 y 125 CV, y 1.5 EcoBoost de 150 y 182 CV—, todos con un sistema de desconexión de un cilindros —en situaciones de baja demanda de par— para reducir el consumo y con filtro de partículas para los gases del escape. De ciclo Diesel hay motores 1.5 EcoBlue de 95 o 120 CV y 2.0 EcoBlue de 150 CV. Nosotros hemos probado en profundidad la versión de gasolina 1.0 de 125 caballos, con la misma denominación del modelo que probamos en 2015 (Ford Focus Berlina ST-Line 1.0 EcoBoost 125 CV). El consumo ha mejorado sustancialmente, pero las prestaciones han sido claramente peores, pobres en comparación con la de otras alternativas y con las del Focus 2015 con idéntica potencia.
Además de la caja manual de seis velocidades que viene de serie con todas las versiones (cuyo tacto es muy bueno), hay disponible una automática de ocho relaciones para los motores de 120, 125 y 150 CV. Esta última realiza los cambios con mucha suavidad, casi de manera imperceptible, pero no resulta demasiado rápida, sobre todo al utilizar el modo manual. La selección de marchas se hace desde un mando rotatorio (una solución que usan desde hace tiempo Jaguar y Land Rover y que recientemente Ford introdujo en el Edge 2019). Aquí damos más información técnica sobre el Focus 2018.
Según nuestras mediciones de interior, el nuevo Focus ha mejorado mucho en anchura a nivel de hombros respecto al modelo al que sustituye: hay dos centímetros más en las plazas delanteras (143 cm) y ocho más en las traseras (138 cm). También el espacio para las piernas en la segunda fila mejora sustancialmente porque pasa de 68 a 72 cm. En comparación con alternativas como el Renault Mégane o el Volkswagen Golf, es más amplio en las principales cotas, salvo en altura.
El aspecto del habitáculo es completamente distinto al del modelo anterior y tanto los materiales empleados para su recubrimiento como los ajustes entre las distintas piezas, son correctos, con algunos detalles poco cuidados que salen a relucir especialmente en marcha, por la presencia de pequeños crujidos de diferente procedencia. Hay más información sobre estos detalles en el apartado de Impresiones del interior.
Existen varias líneas de equipamiento —Trend, Trend+, Trend Edition, Titanium, ST Line y Vignale— que también modifican el aspecto del coche. La ST Line tiene un enfoque deportivo y la Vignale, lujoso. Además, existe la variante Active que tiene una decoración similar a la que se encuentra en los vehículos todoterreno y cuya altura libre al suelo es 30 mm mayor que en un Focus normal.
Esta generación del Focus tiene elementos de equipamiento no disponibles en la anterior: un cargador inalámbrico para teléfonos, programador de velocidad activo con función de parada y arranque y de centrado en el carril, sistema de aparcamiento completamente automático (en las versiones con cambio automático), frenado automático tras una colisión (para tratar de evitar segundos choques) y proyección de información sobre una lámina de plástico.
Otros elementos de equipamiento posibles son un techo panorámico practicable, el sistema de apertura por gesto (un puntapié bajo el paragolpes) del portón en el Focus Sportbreak, la detección de vehículos en el ángulo muerto, el aviso de tráfico cruzado al circular marcha atrás y el sistema de frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas.
También hay un sistema de alumbrado activo que utiliza la cámara del parabrisas para leer las marcas de la calzada (así puede anticiparse al giro del volante al llegar a una curva) y las señales de tráfico (puede, por ejemplo, generar un haz más ancho al llegar a una rotonda o un cruce). Estos faros son de ledes y también tienen la función de antideslumbramiento (oscurecen zonas donde hay otros vehículos). Resulta sumamente eficaz y está provisto de unas luces potentes.
El Focus sigue teniendo el sistema MyKey (ֿMiLlave) con el que se puede configurar uno de los mandos para que limite la velocidad máxima del coche (por ejemplo, para dejárselo a un aparcacoches), no funcionen las llamadas entrantes o, por ejemplo, para que el equipo de sonido no funcione si todos los pasajeros no se han colocado los cinturones de seguridad. Mediante el FordPass Connect es posible disponer de una red wifi a bordo y, desde un móvil, localizar el vehículo, controlar su autonomía, abrir el coche e, incluso, arrancarlo (si es el automático).
Es posible seleccionar distintos modos de conducción (Normal, Sport y Eco) que modifican la respuesta del pedal del acelerador, la caja de cambios automática, la asistencia de la dirección y el funcionamiento del programador de velocidad (para que la recupere con mayor o menor presteza). Además, si esta equipado con los nuevos amortiguadores de dureza variable, existen dos programas adicionales (Comfort y Eco-Comfort).
Tanto el Focus de cinco puertas como el familiar son más largos que sus respectivos antecesores (1,8 cm en el primer caso y 11,2 en el segundo). Sus alternativas son numerosas (listado de alternativas con carrocería de cinco puertas y listado de alternativas con carrocería familiar).
Hemos usado el comparador de seguros de coches de km77 para calcular el precio de una póliza del Focus que hemos probado (de gasolina con 125 caballos y equipamiento ST-Line). El conductor tiene 50 años de edad, está casado, reside en Madrid, aparca el coche en garaje comunitario, recorre hasta 25 000 kilómetros anualmente y no ha declarado siniestros en los últimos diez años. La póliza más asequible y con una buena relación entre calidad y precio la ofrece Mapfre, por 281 euros.