El Stilo de tres puertas es un coche amplio en términos generales y especialmente ancho; sólo el nuevo Ford Focus es mejor en este sentido.
En las plazas delanteras, no hay problemas para gente de talla alta. El asiento tiene un ajuste de altura que solo afecta a la banqueta, el respaldo permanece fijo. Esto hace que la forma que tiene el respaldo para el apoyo lumbar (que es, además, demasiado prominente) pueda quedar a una altura no deseada. Al menos en mi caso, la sensación que casua ese exceso de apoyo no se convierte en molestia incluso después de unas horas al volante. El volante tiene ajustes vertical y horizontal.
En curvas, los asientos delanteros sujetan correctamente la zona lumbar pero se echa en falta algo más de sujeción para las piernas.
La posición de los pedales (que a mí gusto quedan demasiado cerca del cuerpo) es buena para la maniobra del punta-tacón por el tamaño de los mismos y la proximidad entre el del acelerador y el freno. El reposapiés es plano y amplio, pero sería más cómodo si estuviese más alejado y la pierna no quedase tan flexionada.
Los asientos delanteros se desplazan hacia delante para permitir el acceso a las plazas traseras y tienen memoria de posición. El hueco que dejan es suficiente para que no haga falta una agilidad extrema para entrar.
Detrás, hay más espacio para las piernas que en un Audi A3 o un Renault Mégane. Un Ford Focus o un Volkswagen Golf son algo más amplios, tanto por espacio para las piernas como por la altura disponible.
El maletero de un Stilo normal no es muy capaz. Con 305 l sólo supera al del Alfa 147 (292 l) y a las versiones con tracción total del Volkswagen Golf y el Audi A3. Un BMW Compact o un Citroën C4 tienen una capacidad similar aunque algo mayor. Todos los demás coches comparables tienen mayor maletero (tabla comparativa de maleteros). En esta versión aún es menor por el espacio que roba el altavoz de graves, que va colocado en el lado izquierdo del maletero.