El Fiat Panda es un coche suficientemente amplio como para transportar a cuatro adultos en recorridos cortos, donde es más sencillo sobrellevar un déficit de espacio. No es adecuado para viajes largos debido a la incomodidad que puede producir el escaso hueco para las piernas que hay en las plazas posteriores. Es complicado que tres adultos se puedan sentar cómodamente en los asientos traseros. Sí puede ser suficiente para niños, siempre que no sean corpulentos. Aunque el piso no es completamente plano, hay espacio suficiente para los pies.
Si se compara con modelos de similar tamaño, el Panda tiene unas plazas delanteras estrechas y normales en altura y longitud. En las traseras sobresale positivamente por su altura libre al techo, de las mejores, no así por su anchura y especialmente por el hueco para las piernas, de los peores entre los coches de características parecidas (mediciones interiores).
Todas las versiones del Panda están homologadas de serie para cuatro ocupantes. Opcionalmente, por muy poco dinero (150 €), se puede obtener un tercer cinturón de seguridad y un reposacabezas posterior adicional (imagen). Con cuatro plazas, el Panda tiene una banqueta corrida en las plazas traseras, con unos respaldos abatibles de una sola pieza. Con cinco plazas hay dos asientos laterales de mayores dimensiones y uno más estrecho e incómodo en el centro —tiene la banqueta y el respaldo ligeramente más duros y recoge menos el cuerpo—. Si hay tres asientos en la parte trasera, los respaldos se pueden reclinar en una proporción 60/40 (imagen).
La banqueta trasera deslizable 16 centímetros conlleva tener solo dos plazas posteriores y permite incrementar la capacidad del maletero. En España comenzará a estar disponible en verano de 2012. Forma parte del paquete «Flex 4 plazas» que incluye además la opción de respaldo del asiento del acompañante delantero reclinable —se puede utilizar como mesa auxiliar o para transportar objetos de gran longitud si además se abate el respaldo de las plazas posteriores—, una red para objetos en el maletero y el asiento del conductor con regulación en altura, entre otros elementos.
Las puertas son altas, abren en un ángulo muy grande y tienen mucha superficie acristalada que deja pasar mucha luz. El acceso al habitáculo es cómodo tanto delante como detrás, a lo que contribuye que los asientos quedan altos. El espacio para pasar al interior con las puertas abiertas al máximo es muy bueno delante y normal detrás.
La posición de conducción es buena, con todos los mandos a mano y facilidad para acoger a adultos de diferentes tallas. Sí se puede llegar a echar en falta la regulación del volante en profundidad, no disponible ni en opción, para alejarlo del salpicadero. El reglaje en altura no es muy grande pero sí suficiente. El reposapiés es corto y estrecho. La altura del asiento del conductor sólo se puede variar pagando a parte esta opción; el del pasajero no puede tener este tipo de regulación. Una ventaja del diseño del habitáculo del Panda es que la palanca del cambio queda muy cerca del conductor (imagen), lo que facilita su utilización.
Los asientos delanteros no dan mucha sujeción lateral (imagen). El mullido es algo blando y no resulta incómodo. Es posible que los reposacabezas queden bajos para personas de talla grande, especialmente los traseros. Son duros y no muy grandes (imagen).
Mandos y materiales
El Panda tiene unos botones y unos mandos realizados con materiales sencillos, similares a los de otros modelos de su tamaño y precio. No sobresalen ni por ser de gran calidad ni por lo contrario. Algunos tienen un tacto algo aspero, como por ejemplo los de los elevalunas. Éstos están ubicados en la consola, junto a la palanca de cambios. A algunos conductores les parecerán menos prácticos que los que van situados en las puertas. Al menos, están mas accesibles que los elevalunas de modelos como el MINI —también en la consola, en su parte baja—o el 206+ —entre los asientos delanteros—, a lo que contribuye su gran tamaño.
La palanca del freno de estacionamiento es más corta y se acciona de forma diferente a una convencional. Recuerda ligeramente a la de, por ejemplo, un Renault Mégane de 2003 (imagen).
El cuadro de instrumentos (imagen) da mucha información y de forma clara. Los datos del ordenador de viaje, que tiene dos parciales, se pueden consultar tanto en la pantalla que hay entre los dos indicadores principales de la instrumentación como en el navegador (opcional). Éste está disponible únicamente adquiriendo el «Pack Techno» que además incluye conexión Bluetooth para teléfono móvil («Blue&Me») y volante con diez botones. El navegador es táctil y muy sencillo de utilizar. Incluye una función («EcoDrive») para comprobar si la conducción que se realiza es eficiente desde el punto de vista del consumo. El navegador va situado en el salpicadero, anclado mediante un brazo extraíble (imagen). En determinadas ocasiones vibra, como cuando se acelera a fondo —al menos en las dos versiones que hemos probado, las de gasolina de 69 y 85 CV— o cuando se pasa por encima de un bache.
El habitáculo del Panda está realizado en gran medida con materiales duros, menos agradables al tacto que los blandos. Las versiones más equipadas llevan una moldura de plástico brillante en el salpicadero y el módulo del climatizador (imagen) que produce muchos brillos y no disimula nada el polvo que se deposita en él. En las puertas hay una combinación de platicos duros y tapizado de tela. Los elementos que tienen un tacto más agradable son el volante y el pomo de la palanca de cambios. Los ajustes entre piezas son normales. Algunas piezas no están muy bien terminadas y tienen bordes afilados, como en las bolsas de las puertas o bajo la columna de la dirección.
El bloqueo y desbloqueo de las puertas se realiza mediante el propio tirador de apertura de la del conductor, presionando levemente hacia el guarnecido para cerrarlas y tirando suavemente para abrirlas —un tirón fuerte no sólo desbloquea la cerradura sino que abre directamente la puerta—.
El Panda tiene algunos detalles buenos, como la doble guantera de gran capacidad —sobre todo la inferior, con tapa (imagen)— o el aprovechamiento del lugar donde iría el asidero en el lado del conductor para colocar un portagafas, pero otros malos, como los elevalunas traseros manuales en todas las versiones, la regulación manual de los espejos en las versiones más asequibles o la escasa sensación de calidad que transmite el plafón de iluminación.
Maletero y huecos para objetos
El Panda tiene un maletero de 225 litros de capacidad, un buen dato teniendo en cuenta su tamaño. Actualmente, entre los modelos similares, sólo tienen más volumen disponible el SEAT Mii, el Volkswagen up! y el Renault Twingo (listado comparativo). Es posible incrementar la capacidad de carga abatiendo los respaldos de los asientos traseros, de una sola pieza de serie y divididos en dos —proporción 60/40— opcionalmente. En ese caso, hay 870 litros de capacidad de carga. No queda un fondo de carga plano porque el piso del maletero no queda enrrasado con los respaldos.
El maletero del Panda tiene formas regulares que facilitan la colocación de los objetos a transportar. El borde de carga queda bajo. No es muy ancho (mediciones del maletero). Así, por ejemplo, es posible que no quepan algunos modelos de carrito de bebé colocados en horizontal sobre el piso, como es el caso del nuestro (imagen). Una ventaja a la hora de cargar el Panda es que el portón queda alto, por lo que no hay que agacharse para salvarlo. Para facilitar su cierre, hay un tirador de material textil en la parte derecha. Da la sensación de ser un detalle de coche barato, igual que sucede con la sujección de la bandeja o el que haya mucha chapa a la vista, tanto en el portón como en la zona de los respaldos de los asientos que da al maletero.
Únicamente hay un gancho para sujetar bolsas. Se echa de menos alguna argolla para colocar una red con la que sujetar la carga o un cajón en el que poder dejar pequeños objetos como una linterna o unas herramientas. Sí se pueden aprovechar los huecos que quedan alrededor de la rueda de repuesto, de menor tamaño que las otras cuatro, en caso de llevarla (imagen). Puede ser reemplazada por un equipo de reparación de pinchazos y una pieza de plástico con varios compartimentos («Cargo Box»).
En el habitáculo del Panda hay muchos huecos para depositar objetos, aunque la mayor parte de ellos no tienen un fondo acolchado para impedir que resbale lo que ahí se coloca. Hay espacios para dejar cosas en la parte baja de las puertas —de buen tamaño, aunque con los bordes algo bajos, lo que puede hacer que se caiga lo que se ponga dentro si es de gran tamaño—, tras la palanca del freno de estacionamiento (hay tres) y delante de la palanca de cambios (otros tres) —incluido uno específico para el cenicero—. A ellos se suman las dos guanteras, una con tapa y otra sin ella, y el portagafas encima de la puerta del conductor.