Me parece que el Croma está más aislado que algunos otros modelos que llevan este motor. Sea como fuere, un viaje en el Croma puede ser muy agradable porque, además del confort de suspensión, hay poco ruido. El ruido del motor se nota más en ciudad, cuando el coche para mucho tiempo al ralentí y hay aceleraciones frecuentes.
Las prestaciones son acordes con la potencia del motor. Pese a su tamaño, no es menos rápido que otros modelos con motor turbodiésel de potencia semejante. En la aceleración de 80 a 120 km/h, es algo más rápido que un Volkswagen Passat TDI 140 CV y algo menos que un Honda Accord 2.2 i-CDTi.
El consumo es muy bajo. En un viaje con el coche completamente cargado, a ritmo suave pero no lento, dos tercios por carreteras de doble sentido y tercio de sentido único, ha gastado 7,8 l/100 km; la media en este viaje fue mayor de 100 km/h. En el mismo recorrido, con el coche vacío pero a un ritmo más rápido ha gastado 8,3 l/100 km. Este último me parece que es lo más que se puede esperar que gaste en trayectos largos a ritmo rápido por carreteras de doble sentido.
Por ese tipo de carretera en un trayecto corto (141 km) he obtenido un consumo máximo de 11,7 l/100 km; normalmente, en recorridos más largos no se dan las condiciones para obtener ese consumo.
Los desarrollos de transmisión me parecen muy acertados. Da la velocidad máxima (210 km/h) justo en el régimen de potencia máxima. En un coche así, una sexta un poco más larga no creo que sea un error, pero dado lo poco que gasta el Croma, el bajo ruido que tiene y que es un coche que se puede cargar mucho, mejor que tenga una sexta con suficiente reserva de aceleración, siempre que el motor esté cerca de unas 1.900 rpm. Por debajo tiene poca fuerza, y esa es la razón por la que un Passat TDI de 140 CV, que es algo más lento en aceleración, sea mucho más rápido en recuperación que el Croma.