El habitáculo del Fiat 124 Spider es prácticamente idéntico al del Mazda MX-5 y, por lo tanto, conserva sus mismos defectos y virtudes. Es un habitáculo pequeño y poco recomendable para aquellas personas que midan más de 1,85 metros de altura, ya que la distancia entre la base del asiento y el techo es muy reducida (según nuestras mediciones hay 91 centímetros, que es muy poco). Tampoco son demasiado buenas el resto de cotas, motivo por el cual, es posible que algunas personas sientan cierta sensación de claustrofobia. Tabla de mediciones del interior.
La capota de lona del 124 Spider tiene un accionamiento completamente manual. Para retirarla, simplemente hay que tirar de una palanca que hay en el marco del parabrisas (imagen) y después empujarla hasta su posición por detrás de los asientos, una operación que apenas lleva unos segundos y que se puede hacer con una sola mano. Para volver a colocarla sobre la carrocería es necesario tirar de otra palanca distinta situada entre los respaldos de los asientos (imagen), acercarla al marco del parabrisas (hay dos asideros destinados a tal fin; imagen) y fijarla con el mismo mando utilizado anteriormente para liberarla. Ambas operaciones se pueden realizar en marcha (a una velocidad reducida), aunque la marca recomienda hacerlo con el vehículo detenido.
Es una capota muy sencilla, mucho más que la de un Audi TT Roadster o un BMW Serie 2 Cabrio y por lo tanto no aísla bien del ruido exterior. En general, el revestimiento interior da una buena sensación, aunque la zona que queda por detrás de los asientos está menos cuidada y deja a la vista los brazos metálicos que la mantienen tensa. La estanqueidad nos ha parecido buena: tras lavar el vehículo en varias ocasiones en un túnel de lavado, no había restos de agua en el habitáculo.
El puesto de conducción es muy bueno: el asiento, que no tiene ajuste en altura, está situado en una posición muy baja (a solo 46 centímetros del suelo, según nuestras mediciones), por lo que las piernas quedan casi completamente estiradas. Además, el volante queda prácticamente perpendicular al suelo (aunque no tiene ajuste en profundidad) y la palanca de cambios está situada muy cerca de la mano del conductor.
Los asientos de serie del 124 Spider dan un buen resultado en cuanto a comodidad y sujeción lateral, pero resultan muy estrechos y no tienen ajuste lumbar, algo que se echa en falta en viajes de varias horas. Es posible colocar una silla infantil en el asiento del pasajero porque tiene fijaciones Isofix y TopTether, pero no resulta una operación demasiado sencilla porque hay poco espacio para ello (imagen). El reposacabezas del asiento del conductor de las versiones «Lusso» tiene dos pequeños altavoces integrados (imagen) que tienen como objetivo mejorar la calidad del sonido cuando el techo está quitado. Cumplen bien con su cometido, pero hacen que este sea muy duro y, por lo tanto, incómodo.
Los huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo no son muy abundantes y, además, la mayoría de ellos tienen un acceso poco cómodo. No hay una guantera frente al asiento del pasajero y tampoco hay huecos en las puertas, pero a cambio tiene un gran cajón entre los dos respaldos que, además, se puede cerrar con una llave y está tapizado (imagen). Hay otros dos huecos amplios detrás de cada uno de los asientos, pero su acceso es complicado porque obliga a abatir los respaldos y, por lo tanto, no es posible acceder a ellos con el vehículo en marcha (imagen). Más útiles (aunque mucho más pequeños), son el que está por delante de la palanca de cambios y el cajón de la consola, entre los dos asientos (este último cubierto por una tapa; imagen).
El maletero tiene 140 litros de capacidad, 10 más que el del Mazda MX-5 debido al aumento de longitud del voladizo posterior. A pesar de ello no se trata de un maletero muy grande y, además, sus formas no son muy regulares, motivo por el cual es difícil aprovechar toda la capacidad disponible. A pesar de ello, caben dos maletas de tipo cabina de avión o una mediana; imagen. Tiene un plafón de iluminación en la pared izquierda (no demasiado potente) y varias cintas para colocar diversos objetos (imagen). Llama la atención que la parte interna de la tapa esté cubierta con una superficie de tela (imagen), un elemento que Mazda no utiliza en los MX-5 (en estos, queda la chapa a la vista; imagen) y que causa una mejor sensación.
Fiat ha hecho muy pocos cambios de diseño en el habitáculo con respecto al Mazda MX-5. Son diferentes los paneles de las puertas (imagen del Fiat e imagen del Mazda), la tipografía del velocímetro y cuentarrevoluciones, el pomo de la palanca de cambios y la forma de la moldura decorativa que hay frente al pasajero. Además, la parte superior del salpicadero y de las puertas está fabricado con un plástico blando que, bajo mi punto de vista, le da al habitáculo una sensación de calidad un poco más elevada que la que proporciona el modelo de Mazda.
Los dos sistemas multimedia disponibles son exactamente los mismos que utiliza Mazda en la mayoría de sus modelos. El más sencillo, que es el que viene de serie en todos los 124 Spider, tiene una pantalla monocroma de 3 pulgadas e incluye conexión Bluetooth para el teléfono móvil y una toma USB. El más completo, que cuesta 1000 €, incluye una pantalla de siete pulgadas (imagen), un receptor de radio digital y un mando circular para su manejo entre los asientos (imagen). El funcionamiento de este último, que es el que tenía instalado la unidad probada, nos ha parecido bueno porque tiene unos menús sencillos y una pantalla que se ve bien con independencia de la luz que incida sobre ella.