El DS 9 tiene unas plazas traseras muy amplias. Hemos medido 80 cm de espacio para las piernas, un dato solo superado por el Toyota Camry (81) y el Škoda Superb (83). La altura al techo, 91 cm, está en la media de sus alternativas. Estas cotas son suficientes para que un adulto corpulento se sienta cómodo atrás y pueda cambiar la postura del cuerpo y la posición de las piernas durante el viaje. El asiento delantero no deja suficiente espacio para introducir los pies por debajo de él, pero en un coche con un interior de este tamaño esto no es algo muy importante. Las puertas son grandes y dejan un buen hueco para acceder al interior, aunque serían mejores si tuvieran algún sistema que las frenara más eficazmente cuando se abren en pendiente o con viento fuerte.
Tiene cinco plazas, pero la central trasera es claramente más incómoda que las laterales porque tiene mucha menos anchura y uno mullido más duro. DS ha incluido como opción una función habitual entre las berlinas de representación: el asiento del pasajero tiene un botón en su costado izquierdo que permite a la persona que viaja detrás desplazarlo hacia adelante para conseguir aún más espacio para las piernas.
En la parte posterior de la consola central hay una pantalla desde la que los pasajeros traseros pueden manejar el sistema de climatización y el de calefacción y ventilación de los asientos. El apoyabrazos central trasero (imagen) cuenta con un alojamiento con dos tomas USB, un soporte para dos teléfonos móviles y, en opción, puede llevar un panel para controlar la función de masaje, que tiene tres modos y tres intensidades. Las luces de lectura se encienden y apagan dando un toque sobre ellas con el dedo.
El maletero, con apertura eléctrica, tiene un volumen de 510 litros, una buena cifra para un coche de este tipo. Es muy ancho (112 cm) y profundo (111 cm), pero no muy alto en su zona central (37 cm), ya que en la parte superior sobresale el altavoz del equipo FOCAL (es opcional) que va instalado detrás de los reposacabezas (imagen). La tapa del maletero es grande y deja un espacio amplio para acceder al interior, que tiene formas regulares y aprovechables. Hay ganchos, unas argollas y unas cintas a ambos lados para sujetar la carga durante el viaje.