El motor de 1,4 l y 75 CV tiene una respuesta uniforme a lo largo de todo su régimen útil; en ciudad este motor mueve relativamente bien al Logan incluso en marchas largas. Es escaso para conducir al ritmo del resto del tráfico por carreteras en las que haya que salvar desniveles más o menos fuertes o donde haya que adelantar en un espacio limitado, sobre todo si va cargado.
Este motor vibra y es ruidoso, algo que se aprecia principalmente a velocidades elevadas o cuando se apura el régimen del motor (el corte de inyección es a 5.800 rpm). En ciudad, las vibraciones y el ruido hacen que no pase desapercibido, como suele ocurrir con los motores pequeños de gasolina de cuatro cilindros.
El acelerador tiene un recorrido largo. El cambio de marchas no tiene accionamiento muy bueno, pero las marchas pueden entrar con cierta rapidez.
Su consumo en ciudad y en carretera a ritmos legales es moderado. Por autovías y carreteras de doble sentido puede gastar menos de 7,0 litros de media a velocidades sostenidas en torno a las máximas legales, siempre que las condiciones no sean desfavorables.
El Logan no es un coche estable en la misma medida que lo es un coche actualmente.
Es fácil de conducir, pero no es de esos coches con los que se puede disfrutar de la conducción (algo que, en mi opinión, no va necesariamente unido a las prestaciones). A tenor de cómo se apoya en las curvas o simplemente por lo que transmite al conductor (ya sea en recta o curva) no da la sensación de coche moderno.
Es claramente subvirador, pero no tiene carencias de estabilidad porque el agarre lateral es suficiente y no reacciona mal. Los neumáticos de nuestra unidad de pruebas eran unos de medidas 185/65 R15 88T de la marca Continental, modelo ContiEcoContact 3. La rueda de repuesto de medidas normales está alojada en el maletero. Las ruedas de todas las versiones del Logan son de las mismas medidas.
Hemos probado la versión «Laureate», que tiene dirección asistida de serie; este elemento es opcional en el «Ambiance» (360 €) y no lo puede tener la versión «Base». Si tiene dirección asistida tiene 3,0 vueltas de volante de tope a tope, si carece de este elemento tiene 4,5 vueltas de tope a tope y es muy dura de accionar.
Los frenos resisten bien el sobre calentamiento en una utilización normal o puntualmente exigente. En frío, las distancias de frenado son un poco más largas de lo habitual.