El C5 estrena una nueva suspensión hidroneumática. En la presentación del coche estaba lloviendo mucho, de manera que no puedo ser concluyente acerca de cómo va el C5. Hay cosas que sí están claras, como que el C5 es un coche muy cómodo, por la forma en que aísla a los pasajeros del suelo. Apenas deja sentir los baches pequeños (movimientos rápidos de rueda) y tampoco sacude a los pasajeros en movimientos amplios de la carrocería (balanceo o cabeceo).
Por estar así aislado, el C5 no da en gran medida las sensaciones que necesita el conductor para saber qué está haciendo el coche. Es decir, no se siente en el volante, tanto como en un Laguna o un Mondeo, cual es la adherencia de las ruedas delanteras. Tampoco se siente igual en el cuerpo cual es el movimiento de la carrocería, si es que eventualmente se mueve.
Hay diferencias entre versiones. El HPi parece ligeramente más ágil que el HDi de 2,2 litros. Además de la diferencia de peso en el eje delantero y de la distinta flexibilidad de la suspensión para adaptarse a esa diferencia de peso, hay también otras, como la alineación de las ruedas y el tipo de neumáticos.
El C5 no es un coche más ágil que un Laguna o un Mondeo. Lo que sí parece tener es capacidad para mantener la trayectoria en carreteras rápidas, independientemente del estado del suelo.
Citroën no ha llegado a tiempo con el control de estabilidad y está trabajando actualmente en él. Hasta que no lo tenga, será un inconveniente importante con relación a los que sí lo tienen de serie u opcionalmente. El coche podrá ir mejor o peor (no va mal, pero tampoco es el mejor en seguridad activa), pero incluso en el mejor de los casos puede hacer falta.
Los frenos son de mayor tamaño que los del Xantia, pero no tanto como los del nuevo Mondeo o el Laguna II. Como ellos, tiene de serie antibloqueo, distribuidor electrónico de frenada y servofreno de emergencia. También tiene control de tracción.
La asistencia de la dirección es variable en cualquier caso, pero en el Diesel tiene un sistema mecánico de variación con el régimen del motor, y en el gasolina uno controlado electrónicamente que varía según la velocidad del coche.