El Chevrolet Captiva es un todoterreno de 4,67 metros de longitud que está disponible desde 20 650 € (todos los precios).
A mediados de 2013 se introducen algunos cambios estéticos y de equipamiento: los paragolpes tienen un nuevo diseño —el delantero, además, es más bajo—, los pilotos tienen iluminación mediante ledes (imagen) y las terminaciones de los escapes ahora son cromadas y con forma angular. Además hay nuevas tapicerías y un nuevo modelo de llantas de aleación de 18 pulgadas. En cuanto a equipamiento, las principales novedades son la posibilidad de tener un sistema de acceso y arranque sin llave, un climatizador bizona, asientos traseros calefactados y un paquete de iluminación ambiental. Este artículo trata del modelo que se puso a la venta en abril 2011, una actualización del que llegó al mercado a mediados de 2006 (más información).
Las diferencias entre uno y otro son estéticas —cambia principalmente el frontal y el salpicadero— y mecánicas: todos los motores son distintos y tienen mayor potencia que los del modelo precedente. Hay dos Diesel —2.2 VCDI de 163 ó 184 CV— y dos de gasolina —2.4 de 167 CV y 3.0 de 258 CV—. También son diferentes las cajas de cambio, las manuales y la automática.
Puede tener siete plazas. Las cinco primeras son amplias, las de la tercera fila pueden ser útiles en algunas ocasiones pero no para desplazamientos largos (salvo para niños). Si se utilizan las siete, el volumen del maletero es escaso (97 litros), algo que ocurre en todos los todoterrenos con esta posibilidad. Cuando solo se utilizan cinco, el volumen del hueco principal del maletero es el mismo (477 litros), sea una versión de siete plazas o de cinco. La diferencia, que la hay, está debajo del piso, donde el de siete plazas lleva los asientos plegados, el de cinco tiene varios huecos profundos, de unos 20 cm.
Hemos probado el Diesel de 184 CV, que peca de falta de inmediatez a las acciones del conductor sobre el acelerador (algo que también le ocurre al de 163 CV). Comparado con otros todoterreno de su tamaño que hemos probado —que son de menor potencia—, el Captiva es menos rápido y tiene un consumo normal. La versión de gasolina de 167 CV nos parece mucho más agradable que cualquiera de las Diesel. No hemos conducido el más potente de gasolina (258 CV).
El Captiva no es un todoterreno pensado para un uso intenso fuera del asfalto — no tiene reductora— aunque la tracción total (disponible según la versión) y el sistema que controla la velocidad en los descensos sirvan de ayuda ante determinados obstáculos. Tampoco me parece de los mejores sobre el asfalto. Un Mazda CX-7 o un Mitsubishi Outlander, por ejemplo, me parecen mejores en cualquier tipo de carreteras, especialmente en las que tienen muchas. Es cómodo para viajar porque no es muy ruidoso pero su suspensión no aísla a los pasajeros tan bien como en otros coches.
Uno de los cambios que ha hecho Chevrolet en el habitáculo es eliminar el freno de mano por uno eléctrico. No sólo es más cómodo de utilizar (que uno mecánico) sino que la eliminación de la palanca del freno ha sido aprovechada para diseñar una consola central muy grande y útil en la que hay una bandeja con dos portabebidas que se puede deslizar hacia detrás dando acceso a un cajón con espacio suficiente para llevar, por ejemplo, una botella de agua de dos litros sin que moleste al cambiar de marchas. Lo que sí molestará a algunos conductores es el apoyabrazos, elemento contra el que puede golpear el brazo al meter las marchas pares —las que se engranan tirando hacia atrás de la palanca—. Bajo el apoyabrazos hay otro cajón con espacio suficiente para guardar una cartera, las gafas y un teléfono. Por lo demás no hay cambios que afecten a lo que ya escribimos del habitáculo y el maletero del Captiva cuando probamos el modelo anterior (impresiones del interior del Captiva modelo 2006).
El Captiva Diesel más asequible cuesta 23 400 Euros, tiene el motor de 163 CV, cambio manual y tracción total. Si hacemos una búsqueda entre los todoterreno que miden de 4,55 a 4,75 m y tienen un motor Diesel de 150 a 175 CV comprobamos que es el más barato, superado únicamente por una versión del Opel Antara —que es básicamente el mismo coche que el Captiva— con tracción delantera. El Antara con tracción total y el mismo motor de 163 CV cuesta 2400 Euros más.
Que sea barato no repercute en un habitáculo con detalles mal rematados o piezas de muy baja calidad. En este aspecto, el Captiva me parece similar a otros. Sí se nota que algunos elementos de equipamiento son sencillos —climatizador con una única regulación de temperatura o tres sensores de proximidad traseros para la ayuda al aparcamiento, cuando lo habitual son cuatro e incluso hay coches con seis— o su funcionamiento es claramente mejorable —como la cámara trasera, cuyas imágenes no se reproducen de forma continua (de pronto se queda «congelada» unos instantes mientras el coche sigue retrocediendo)— o el navegador (la información apenas se ve cuando le da el sol y su funcionamiento es mejorable). Una novedad de este modelo es que ahora tiene un sistema de ayuda al arranque en pendientes (mantienen el coche frenado unos instantes desde que el conductor levanta el pie del freno). Hay tres niveles de equipamiento: «LS», «LT» y «LTZ» (fichas de equipamiento).
Precio del seguro
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un Chevrolet Captiva Diesel de 163 CV, por un funcionario casado de 32 años, con carné desde los 18, que resida los alrededores de Barcelona y recorra hasta 40.000 km al año, es 966 €. Esta póliza la ofrece MMT Seguros y según nuestro comparador de seguros es de poca calidad —4,04 sobre 10— y tiene una relación calidad-precio normal (5,08).
Un seguro a todo riesgo con franquicia se puede obtener desde 392 € —franquicia de 500 €— con Verti, mientras que uno a terceros ampliado, con lunas, incendio y robo, está disponible a partir de 353 € con Balumba.