El Chevrolet Camaro es un deportivo de dos puertas y cuatro plazas. Es posible elegirlo con carrocería cupé (galería de imágenes) o descapotable (galería de imágenes). Las dos variantes de carrocería llevan un motor de gasolina V8 de 405 ó 432 CV, en función de si tienen cambio automático o manual (ambos de seis velocidades).
El Coupé se puede adquirir desde 43 900 € (todos los precios), mientras que el Convertible (el descapotable) se comercializa desde 49 900 € (todos los precios). A igualdad de motor y caja de cambios, la variante descapotable es 6 000 € más costosa. Es, con diferencia, el coche más barato que hay en el mercado español con motor de más de 400 CV; el siguiente es el BMW M3, que tiene un precio de partida de 76 300 € (listado). Aquí se puede calcular cuánto cuesta asegurarlo.
Con 4,83 metros de longitud, el Camaro Coupé es más grande que un Nissan 370Z o un Porsche 911 Carrera 4 Coupé y tiene un tamaño parecido a un BMW Serie 6 Coupé. En otros mercados es una alternativa a modelos como el Ford Mustang y el Dodge Challenger —ninguno de los dos se comercializa en España—. Comparado con los cupés de su tamaño, el Camaro Coupé cuesta la mitad que un BMW Serie 6 de 408 CV y un tercio que un Maserati GranTurismo de 405 CV (listado ordenado por precio).
A pesar de su aspecto y de la potencia de su motor no me ha parecido un deportivo si lo que se espera de él es agilidad en sus reacciones. Al menos el descapotable, que es el que he conducido y que pesa 1995 kg, 20 kg menos que un BMW 650i (408 CV). La suspensión es firme, que no seca, y la tracción sobre asfalto seco es buena.
El control de estabilidad tiene cuatro modos de funcionamiento: normal, con el control de tracción desconectado, deportivo y sin ningún tipo de ayudas.
El motor es de 6,2 litros de cilindrada. Es un bloque de aluminio con ocho cilindros dispuestos en «v» sin ninguna complejidad técnica: inyección indirecta, distribución fija, dos válvulas por cilindro y sin sobrealimentación. Chevrolet recomienda usar gasolina de octano 98. Su sonido es bonito, su consumo alto (listado ordenado por consumo de descapotable que miden entre 4,75 y 5,05 m y tienen un motor de gasolina de 350 a 450 CV) y su respuesta me ha parecido poco contundente para tener más de 400 CV. Cuando tengamos la oportunidad de probarlo y medir sus prestaciones comprobaremos si es cierta esta impresión.
Hay una excepción a lo de que no tiene ninguna complejidad técnica: El motor, en su variante de 405 CV (el que va combinado con el cambio automático), sí tiene un sistema de distribución variable —denominado «Active Fuel Management»— que, en fases de poca carga, cierra las válvulas de cuatro cilindros e interrumpe su alimentación. Yo estuve probado a ver si notaba la desconexión y no fui capaz de sentir nada.
El cambio automático (de convertidor de par) me ha parecido bueno, razonablemente rápido y suave, tanto en cambios ascendentes y en reducciones. Es posible seleccionar las marchas manualmente mediante las levas que hay tras el volante.
Todas las versiones llevan de serie control de estabilidad («StabiliTrack»). La suspensión es independiente, de tipo McPherson delante y de paralelogramo deformable detrás. El equipo de frenos es de Brembo y tiene pinzas de cuatro pistones. Las llantas de aleación de serie son de 20 pulgadas.
El equipamiento de serie incluye seis airbags, tapicería de cuero, sistema manos libres Bluetooth para teléfonos móviles, alarma antirrobo o un sistema de aparcamiento asistido por señales acústicas, entre otros elementos —fichas de equipamiento del Chevrolet Camaro Coupé y fichas de equipamiento del Chevrolet Camaro Convertible—.
Chevrolet mostró el aspecto casi definitivo del Camaro con el prototipo Camaro Convertible Concept —descapotable—. Está inspirado en la primera generación del Camaro (1967). Ha sido diseñado en EE.UU. y su desarrollo técnico se ha realizado en Australia por parte del equipo de General Motors (GM) especializado en vehículos de tracción trasera. Se fabrica en la planta de GM en Oshawa (Canadá).