El X5 estrena lo que BMW llama «Sistema Operativo BMW 7.0». Se trata de una nueva instrumentación digital (imagen) y de una actualización del sistema multimedia que permite, según BMW, un mayor personalización de la información que se quiere visualizar y un manejo más rápido e intuitivo del sistema. Tanto la instrumentación como la pantalla central tienen un tamaño de 12,3 pulgadas (medido en diagonal) y, como sucede en los últimos modelo de la marca, la pantalla central se puede manejar con el tacto y mediante la ruleta giratoria que hay en la consola central (iDrive; imagen).
Hay dos líneas de equipamiento que afectan, principalmente, a la estética: xLine y M Sport. La primera, xLine, trata de dar al X5 un aspecto de vehículo de campo. Se distingue porque la rejilla frontal va en aluminio mate y las taloneras, las barras del techo y los marcos decorativos de las ventanillas en aluminio satinado. La línea M Sport trata de dar un aspecto deportivo. Con este equipamiento, los pasos de rueda, parachoques y los faldones laterales van pintados en el color de la carrocería. Además, las entradas de aire del parachoques delantero son más grandes y las barras de la parrilla están pintadas en aluminio mate. Adicionalmente, están los accesorios M Performance, que está compuestos por diversas piezas de fibra de carbono (que además de alterar el aspecto, también influyen en la aerodinámica), unos frenos distintos o unos neumáticos específicos para circular por vías sin asfaltar. En las galerías de imágenes, se pueden ver algunas configuraciones disponibles para el BMW X5, incluidos los mencionados accesorios M Performance.
El sistema de advertencia y frenado de emergencia en caso de riesgo de colisión es de serie. Este, además de detectar a otros coches, también identifica a peatones y ciclistas. El programador de velocidad activo es una opción y tiene capacidad para poner de nuevo el coche en marcha si previamente ha sido necesario detenerlo (por ejemplo, porque el coche de enfrente se ha parado debido a un semáforo en rojo; si la detención dura más de 30 segundos, el conductor ha de pisar brevemente el acelerador para que el programador vuelva a retomar el control). Este sistema no ayuda mejorar la fluidez del tráfico, pues pone a rodar el vehículo unos instantes después del que va por delante; lo que haría un buen conductor sería arrancar casi la vez. Del mismo modo, cuando el que va por delante desacelera para detenerse, el X5 se aproxima a él con excesiva lentitud y frena con demasiada antelación, creando una especie efecto «acordeón» que ayuda a provocar embotellamientos.
El asistente para el mantenimiento de carril tiene capacidad para hacer ligeras correcciones sobre la dirección con el fin de mantener el vehículo dentro de las líneas de delimitación de carril, en rectas o curvas poco pronunciadas y seguir al vehículo que va por delante. Se trata de un asistente, es decir, no sirve para que el conductor se desentienda de su obligación de conducir (si el coche detecta que el conductor no está manejando el volante, lanza una serie de advertencias y, en caso de que el conductor persista en su inacción, el vehículo se detiene automáticamente). Nos hemos encontrado con un problema de funcionamiento y, es que a veces este dispositivo sigue al vehículo delantero cuando este está abandonando la vía por la que circulamos, cuando no es nuestro deseo. El anterior asistente también tiene la capacidad de hacer cambios de carril de manera automática activando el intermitente del lado al que queremos desplazarnos (lo hace siempre y cuando no haya riesgo de colisión con otro vehículo que esté usando el carril de destino).
Los sensores de ayuda al aparcamiento son de serie (delante y detrás). También hay un asistente de ayuda al aparcamiento que, una vez se le indica donde se quiere estacionar, se hace cargo de la dirección, el freno y el acelerador para hacer las maniobras pertinentes. Con las cámaras de ayuda al aparcamiento (Cámara Surround View y Remote 3D View), es posible ver en la pantalla central del sistema multimedia una reconstrucción del vehículo y de su entorno como si alguien estuviera fuera grabando. Estas cámaras son muy útiles en muchas ocasiones, pero no siempre. Por ejemplo, en plazas de aparcamiento mal iluminadas, no se acaban de ver bien los posibles obstáculos (como pueden ser columnas o esquinas) y por lo tanto el conductor no tiene confianza para apurar al máximo las maniobras. Para lo que sí viene muy bien este conjunto de cámaras es para centrar el coche dentro de una plaza de aparcamiento. Gracias a una aplicación llamada «Vista 3D Remota» es posible ver esta imagen también en el teléfono móvil.
Un elemento novedoso es el «Asistente de marcha atrás», un sistema que asume el control de la dirección cuando se va marcha atrás a lo largo de un trayecto que previamente se haya recorrido hacia delante (tiene capacidad para deshacer hasta 50 metros de recorrido; el conductor se hace cargo de controlar la velocidad con los pedales). Se activa pulsando un botón cuando el selector del cambio está en la posición «P». Según se avanza, el sistema va registrando y memorizando los movimientos de volante. Esta información se almacena para poder ser utilizada en el momento, o bien, al día siguiente.
De serie, los faros realizan todas sus funciones mediante ledes. En opción hay disponibles unos llamados BMW Laserlight, que utilizan tecnología láser para incrementar el área de iluminada cuando se activan las largas. La función de largas la realizan los ledes; la iluminación láser es un apoyo que se activa en situaciones en las que no haya tráfico al que se pueda deslumbrar y que permite iluminar una distancia de hasta unos 500 metros. Este sistema de iluminación es útil en vías con muy poco tráfico y grandes rectas; en las curvas vale de poco. Los faros BMW Laserlight se distinguen fácilmente de los de serie por unas piezas decorativas con forma de «X» y de color azul (imagen).