Bentley Flying Spur (2013) | Información general

23/04/2017 |Pablo David González (@PD_Gonzalez)

El Bentley Flying Spur es una berlina de lujo de cuatro puertas que se puso a la venta en 2013. Su carrocería mide 5,30 metros de longitud y 1,98 metros de anchura, por lo que es más larga y ancha que la de las versiones de batalla extendida del Audi A8, el BMW Serie 7 y el Mercedes-Benz Clase S (ficha comparativa). Un Rolls-Royce Ghost es más largo y estrecho (ficha comparativa). Está en venta desde 227 246 euros (precios, equipamiento y fichas técnicas).

Del Flying Spur hay cuatro versiones y todas llevan un motor de gasolina sobrealimentado con dos turbocompresores. En dos de ellas el motor tiene ocho cilindros —«V8» y «V8 S», de 507 y 528 CV respectivamente— y en las otras dos tiene doce —«W12» y «W12 S» de 625 y 635 CV—. La caja de cambios es siempre automática de tipo convertidor de par de ocho velocidades y la tracción es permanente en las cuatro ruedas.

El motor de las versiones V8 y V8 S tiene 4,0 litros de cilindrada y un sistema de desconexión de cilindros que le permite circular con la mitad de ellos cuando la demanda de aceleración es baja (el objetivo de esta medida es reducir el consumo de carburante). Hemos probado el Flying Spur V8 S, cuyo motor, además de ser 21 CV más potente que el del V8, está ajustado para dar una respuesta más rápida al acelerador. Con él, el Flying Spur es 0,3 segundos más rápido acelerando de 0 a 100 km/h y alcanza una velocidad punta superior, pero el consumo homologado de carburante es el mismo (ficha comparativa). Impresiones de conducción.

Las versiones W12 y W12 S tienen un motor de 6,0 litros de cilindrada con los doce cilindros dispuestos en W. No tienen sistema de desconexión de cilindros. El de la versión W12 S es 10 CV más potente y tiene una gestión diferente que hace que su respuesta sea más rápida. Da una aceleración ligeramente mayor y tiene el mismo consumo medio de carburante (ficha comparativa).

El interior del Flying Spur se puede elegir con una configuración de cuatro plazas (imagen) o de cinco (imagen). Está cubierto con materiales de muy alta calidad y muy bien rematados. Apenas hay piezas de plástico a la vista. Abunda el cuero, la madera y, en menor medida, elementos de metal. El tacto de accionamiento de algunos mandos, como el de abrir y cerrar las salidas de aire, es exquisito y otros detalles, como el gran acolchado de las alfombrillas, da al habitáculo de este Bentley una sensación de lujo fuera de lo común. Más información en las impresiones del interior.

Sin embargo, es un vehículo al que le faltan muchos de los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción que tienen las alternativas citadas en el primero párrafo. Por ejemplo, no puede tener un sistema de proyección de información en el parabrisas, unos faros matriciales de ledes, una alerta de presencia de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores o un sistema de mantenimiento de carril. Tiene además elementos que a fecha de 2017 resultan anticuados, como el sistema multimedia, que es el mismo que el de un Volkswagen Golf VI (vehículo que dejó de venderse a finales de 2012). Este sistema es lento ejecutando algunas funciones (como las relativas al navegador) y tiene una calidad de gráficos pobre.

Este Bentley Flying Spur 2013 es una actualización profunda del modelo que se puso a la venta en 2005 (más información del Flying Spur 2005). Según Bentley, en el interior hay 600 piezas nuevas y de la generación anterior solo se han conservado los parasoles, las empuñaduras, los reposabrazos y parte de la consola y de los controles delanteros. El tapizado de piel de los asientos —que se puede elegir hasta en 12 colores, o 17 si se elige la opción «Mulliner Driving Specification»— también es distinto, más resistente y suave. Un dato curioso es que Bentley utiliza en el interior del Flying Spur 10 m² de madera natural, que puede tener hasta 7 acabados posibles (o 12 con la opción «Mulliner Driving Specification»).

La carrocería —que se puede pintar en más de 100 colores— tiene más rigidez a la torsión que la del Flying Spur 2005, lo que según Bentley ayuda a la reducción de ruido y vibraciones. Para hacerlo más cómodo, Bentley ha instalado unos muelles menos duros, unas barras estabilizadoras menos rígidas y también ha hecho cambios en los amortiguadores de dureza variable (su gestión electrónica es distinta y tienen hasta cuatro ajustes manuales de dureza).

Además de mejoras en la comodidad de suspensión, hay mejores materiales aislantes en las puertas, en el piso y en los vidrios de las ventanillas para reducir el ruido en el interior del habitáculo. Con esta finalidad de reducir el ruido, también cambian los silenciosos de escape.

El sistema de control electrónico de la estabilidad (ESC) es distinto debido a los nuevos ajustes de la suspensión. Bentley dice que «se ha calibrado para garantizar que el conductor impetuoso no se vea entorpecido por las intervenciones del sistema de estabilidad y que, cuando lo estime oportuno, pueda explorar los límites de la manejabilidad del vehículo mediante la selección del modo dinámico del sistema ESC».

El seguro a todo riesgo (sin franquicia) de un Flying Spur V8 tiene un coste de 4860 euros al año con la compañía Allianz que, junto con Mapfre, es la única que da cobertura a este vehículo bajo las siguientes condiciones: hombre de 53 años, casado, con residencia en Madrid y en posesión de una plaza de garaje individual y que recorre menos de 15 000 km al año. Con el comparador de seguros de km77.com se pueden obtener precios para otras condiciones.