El EXP 100 GT es un prototipo con el que Bentley da a conocer su visión sobre el vehículo del futuro y además celebra el centenario de la creación de la marca. Es completamente eléctrico, puede circular de manera autónoma y está fabricado con materiales muy lujosos y caros.
La carrocería es muy grande —mide 5,8 metros de largo y «casi 2,4 metros de ancho»—, está fabricada con aluminio y fibra de carbono y según Bentley, tiene detalles de diseño que recuerdan a algunos modelos históricos de la marca, como el R-Type Contintental (pasos de rueda posteriores) o el Blower (faros). Las dos puertas laterales, que miden casi dos metros de largo, se abren hacia arriba y hacia delante y liberan un vano de acceso al habitáculo muy amplio (imagen).
En el interior hay cuatro asientos individuales capaces de adaptar su morfología y posición de manera automática en función del tipo de conducción seleccionado (autónoma o convencional). Además, también hay una serie de sensores biométricos repartidos por todo el habitáculo que ajustan las condiciones ambientales e incluso la luz de acuerdo con la información recibida sobre la temperatura y la presión arterial de los ocupantes.
En el centro de la consola está el módulo del sistema al que Bentley denomina «Asistente Personal», un sistema que se encarga de modificar la luz, el olor, la climatización o incluso la calidad del aire de acuerdo con cuatro programas predefinidos: Enhace, Capture, Re-Live y Customise. Para cambiar de uno a otro únicamente hay que realizar una serie de gestos con las manos por encima del módulo (imagen del mismo). En las puertas hay pantallas OLED transparentes que muestran información relativa a la conducción o bien contenido multimedia (películas o fotografías, por ejemplo).
Como es habitual, Bentley ha utilizado materiales muy lujosos para recubrir el habitáculo, pero en esta ocasion también son respetuosos con el medio ambiente. Así, ha empleado pintura fabricada con cáscaras de arroz, cuero sintético proveniente de la elaboración de vino o madera de árboles caídos de forma natural. Adicionalmente, también ha utilizado cobre, cristal, aluminio o algodón para algunas piezas.
Este prototipo se mueve gracias a cuatro motores eléctricos que se alimentan de la energía acumulada en una batería situada bajo el piso del habitáculo. Por el momento, Bentley no ha dado la cifra de potencia del conjunto de motores, pero sí el par máximo que generan: 1500 Nm. Las prestaciones declaradas son muy buenas (2,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y 300 km/h de velocidad máxima), así como la autonomía (700 km). El peso total del vehículo es de 1900 kilos.
Algunos detalles llamativos de este prototipo son la rejilla y el emblema del capó, que están iluminados (imagen), el portón del maletero, que tiene integrada una pantalla OLED para desempeñar las funciones de iluminación habituales (imagen) o el techo de cristal, que tiene prismas que capturan la luz y la transfieren al habitáculo mediante puntos de fibra óptica (imagen).