El A4 FSI con motor de inyección directa de gasolina es una versión poco recomendable, dadas sus prestaciones y consumo.
Quien quiera un A4 que gaste poco, mejor que elija el TDI de 131 CV. Como es mucho más económico de consumo, la ventaja de precio que tiene el FSI (350 €) desaparece después de unos 15.000 km. La aceleración del Diesel es casi la misma y en recuperación es más rápido.
Quien quiera un A4 rápido, mejor que elija el 1.8 T de 163 CV. Tiene también un motor de muy buen rendimiento, es mejor en prestaciones y no gasta más que el FSI. Cuesta 890 € más, pero yo creo que merece la pena pagarlos (ficha comparativa de estas tres versiones).
Con relación a la competencia, el A4 FSI está dentro de lo normal en relación entre prestaciones y consumo. No obstante, un BMW 318i, que tiene unas prestaciones similares, gasta menos. Un Mercedes C180K está más igualado en prestaciones y consumo.
Por relación entre precio y equipamiento, el A4 FSI es preferible a coches como el BMW 318i, el Volvo S60 2.4 140 CV Optima (los dos menos costosos), el Jaguar X-Type 2.0 V6 o el Mercedes C 180 K Berlina (los dos más costosos).
Como ocurre con otros Audi, la lista de opciones es muy extensa. Hay elementos, como el asiento del conductor eléctrico, los asientos con calefacción o el cargador de CD que son opciones.
Su seguridad activa es buena, principalmente porque lleva control de estabilidad como equipo de serie. Con la suspensión normal tiene un buen compromiso entre estabilidad y comodidad; con la opción de suspensión deportiva, es sólo recomendable para quien quiera mucha estabilidad y poco confort.
El A4 es un coche que da un aspecto de calidad muy bueno, con buenos detalles de equipamiento y con una habitabilidad muy escasa. Está disponible con carrocería berlina o familiar Avant, y con caja de cambios manual o automática Multitronic.