El Vantage 2018 es un deportivo de tracción trasera completamente nuevo, que sustituye al Vantage 2013, un modelo ya longevo en el mercado que recibió varias actualizaciones durante su vida comercial desde que fuese lanzado en 2005. Tiene un motor de gasolina de 510 caballos y puede transportar a dos pasajeros. Está a la venta por 178 000 euros (ficha técnica y de equipamiento).
Es una alternativa a modelos como el Mercedes-AMG GT S (522 CV; 170 900 euros), el Audi R8 Coupé (540 CV y 194 770 euros) y el Porsche 911 Turbo Coupé (540 CV; 203 401 euros). En este listado se puede acceder a todos los coupés de entre 480 y 550 CV, ordenados por precio.
Mide 4,47 m de longitud, 1,94 m de anchura y 1,27 m de altura. Ahora es, por tanto, nueve centímetros más largo, siete centímetros más ancho y un centímetro más alto; y 3,4 cm más corto que un Porsche 911 y 28 cm más corto que un DB11 (ficha técnica comparativa).
El diseño de la carrocería es novedoso en tanto en cuanto recibe cambios grandes respecto al estilo de los modelos precedentes, como el DB11 (con el que comparte un 30 % de elementos estructurales). Los faros y los pilotos realizan todas las funciones de iluminación mediante ledes. La capacidad del maletero es de 350 litros, y hay un espacio adicional por detrás de los asientos para dejar bultos poco voluminosos o prendas de abrigo. Un Porsche 911 Turbo tiene mucha menos capacidad (115 l) y un Mercedes-AMG GT S, 175 litros (ficha técnica comparativa).
El único motor disponible por el momento es, con cambios, el mismo que tiene el Mercedes-AMG GT y GT-S. Es de gasolina, con ocho cilindros en uve, 4,0 litros de cilindrada, sobrealimentado por dos turbocompresores. Da 510 caballos a 6000 rpm de potencia máxima y 685 Nm de par motor máximo estables entre 2000 y 5000 rpm. Es decir, es 74 caballos más potente que el motor del Vantage S anterior (el más potente con motor V8) y casi iguala al del Vantage V12 que estuvo a la venta hasta 2013 (517 CV; ficha técnica comparativa). Está fabricado con una nueva aleación de aluminio más ligera que la del motor del Vantage anterior (que era un V8 de 4,7 litros), y va colocado por detrás del eje delantero. El reparto de pesos del nuevo Vantage es de 50:50. La transmisión es automática de tipo convertidor de par, de ocho relaciones, fabricada por ZF.
El chasis es una evolución del empleado en el DB11, con un 70 % de componentes nuevos para el Vantage. Está fabricado en aluminio y tiene un subchasis trasero del que Aston Martin destaca su solidez de montaje (que, según indica, aporta mucha rigidez).
La suspensión tiene amortiguadores de dureza regulable (con tres posiciones: Sport, Sport Plus y Track) y las ruedas son unas Pirelli P Zero desarrolladas exprofeso para el Vantage, de 255 mm de anchura en el eje delantero y 295 mm en el trasero. El diámetro de las dos llantas disponibles es de 20 pulgadas, de fundición las de serie o de forja las opcionales.
Los discos de freno delanteros miden 400 mm de diámetro y los traseros 360 mm, con pinzas de seis y cuatro pistones respectivamente. Son de fundición de hierro, fabricados en dos piezas y, al menos en el comunicado de prensa, no hay información sobre la posibilidad de instalar unos de material cerámico en opción, pero sí la de pintar las pinzas de freno en varios colores (negro, rojo, gris, amarillo, plata satinado, naranja, rojo intenso, azul, o naranja «Madagascar»). La dirección tiene asistencia eléctrica.
Es el primer Aston Martin equipado con un diferencial trasero con control electrónico (realiza la función de un diferencial autoblocante) que le permite repartir el par de tracción de forma selectiva entre las dos ruedas posteriores. Puede pasar de estar totalmente abierto a bloqueado al 100 % «en milisegundos», en función de lo que determine la gestión del control de estabilidad.
También es el primer modelo de producción de la marca cuya aerodinámica produce fuerza vertical hacia el suelo (hasta ahora, suponemos que todos los deportivos de producción de Aston Martin tenían un coeficiente vertical que, como mucho, mitigaba la fuerza ascendente a alta velocidad hasta aproximarla a cero). Para girar entre topes la dirección hay que dar 2,4 vueltas al volante (la desmultiplicación de la dirección es de 13,09 a 1, muy directa. En un Porsche 911 Turbo la desmultiplicación es de 15 a 1 y es necesario dar 2,5 vueltas de volante entre topes, en un Audi R8 es de 15,7:1 y en un AMG GT-S de 15,0:1, todas menos directas; ficha técnica comparativa).
La velocidad máxima que alcanza es de 314 km/h y puede acelerar entre 0 y 97 km/h (60 mph) en 3,5 segundos. El consumo medio homologado es de 10,5 l/100 km. Estas prestaciones, comparadas con los modelos citados en el párrafo anterior, que son más potentes, solo mejoran a las del AMG GT S (velocidad máxima de 310 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en 3,8 s), aunque las diferencias son muy pequeñas.
El diseño del salpicadero y de la consola central es nuevo y completamente distinto al de modelos precedentes. Los botones del selector de marchas tienen una nueva distribución (imagen), y hay botones y una superficie táctil para algunas funciones (es el mismo mando que llevan muchos modelos de Mercedes-Benz; imagen). Los de la climatización combinan mandos rotatorios y palancas «para mantener el tacto analógico de conducción del Vantage». Según Aston Martin, el puesto de conducción está situado 10 mm más bajo que en el anterior Vantage y hay más altura respecto al techo para ocupantes de gran estatura.
El diseño de las levas es nuevo, tiene un tacto revisado para dar una sensación más satisfactoria y «han sido desarrolladas para facilitar al conductor subir y bajar de marchas sin tener que reposicionar sus manos en el volante».
De serie, los asientos y algunas piezas van tapizadas en cuero y Alcantara. Opcionalmente puede ser ampliamente personalizado con diferentes combinaciones de los mismos tejidos para más superficies, y puede tener molduras de diferentes materiales (como fibra de carbono o aluminio). Esta posibilidad de personalización es extensible, hasta cierto punto, al exterior, con llantas en diferentes acabados. Hay un paquete opcional denominado Sports Plus, que incluye unos asientos y un volante más deportivos.
El sistema multimedia se maneja a través de una pantalla de ocho pulgadas, aunque no hay mucha información respecto a su conectividad con dispositivos móviles (solo se menciona que admite conexión de USB, iPod e iPhone) y que lleva asociado el sistema de sonido Aston Martin.
Entre el equipamiento de serie el Vantage dispone de apertura y arranque sin llave, cámara de marcha atrás y sensores de aparcamiento delanteros y traseros.