El Aston Martin DBX es el primer modelo con carrocería de todoterreno de Aston Martin. Mide 5,04 metros de longitud y está a la venta desde 210 000 euros, por lo que, entre sus alternativas, que son pocas, es de los más costosos. El Lamborghini Urus cuesta unos 40 000 euros más y lo supera en casi 100 caballos. El Porsche Cayenne Turbo Coupé cuesta mucho menos (177 585 euros) y el Bentley Bentayga V8 cuesta 204 440 euros (ficha comparativa). Entre los todoterrenos de lujo y altas prestaciones que hay en el mercado también están el Audi Q8, el Mercedes-AMG GLE, el Land Rover Range Rover o el Rolls Royce Cullinan.
Inicialmente solo estaba disponible con un motor V8 de 4,0 litros y 551 caballos, pero en febrero de 2022, Aston Martin anuncia la llegada de una segunda versión llamada DBX707. Dicha versión, cuyas primeras entregas están previstas para abril de 2022, tiene un motor de mayor potencia (707 CV), una caja de cambios distinta, ajustes nuevos para la suspensión, los frenos y la dirección, y un aspecto ligeramente diferente.
El motor del DBX707 es el mismo del DBX convencional, pero con una serie de modificaciones que permiten mejorar su rendimiento. Son nuevos los turbocompresores (con cojinetes de bolas), la gestión electrónica y el sistema de escape. Desarrolla 707 caballos y 900 Nm de par (156 CV y 200 Nm más que el DBX) y permite al DBX707 acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos (1,2 s más rápido). Todos los modelos citados al principio de este texto son más lentos en dicha aceleración, salvo la versión Turbo GT del Cayenne, que acelera en exactamente el mismo tiempo (a pesar de tener un motor 67 CV menos potente).
La caja de cambios es de convertidor de par y tiene nueve relaciones, como en el DBX de 551 CV, aunque en esta caso tiene un embrague multidisco de tipo húmedo que «permite gestionar mejor el par motor disponible y reduce el tiempo necesario para hacer los cambios». Los frenos tienen discos carbocerámicos (de 420 mm delante y de 390 mm detrás) y tanto dirección, como suspensión o control de estabilidad han sido reconfigurados para que la conducción sea más precisa.
Estéticamente, el DBX707 se distingue del DBX convencional porque tiene parachoques y una parrilla distintos, unas llantas de 22 pulgadas con un diseño exclusivo (opcionalmente pueden ser de 23) y unas salidas de escape más grandes. Por dentro, son diferentes los asientos (de tipo deportivo, con laterales más prominentes) y los mandos que sirven para seleccionar los modos de conducción (Aston Martin dice que son más fáciles de pulsar).
La carrocería del DBX (5,04 m de longitud, 2,00 m de anchura y 1,68 m de altura) está hecha de aluminio y materiales compuestos. El peso de la versión «básica» es de 2245 kg (la distribución es del 54 % delante y del 46 % detrás), un peso intermedio entre los más ligeros y los más pesados. El maletero tiene 632 litros de capacidad, que es mucho. Las puertas del DBX tienen ventanillas sin marcos, como en los Aston Martin con carrocería cupé, y abren con un movimiento horizontal y otro vertical, gracias a un pequeño muelle en el mecanismo de apertura, de forma que salvan unos centímetros adicionales respecto a los bordillos. El chasis es un desarrollo de Aston Martin y de él destaca que muchas uniones entre piezas no han sido hechas mediante soldadura sino con adhesivos.
El motor de las dos versiones (DBX y DBX707) es el que Aston Martin también usa en el Vantage y el DB11. Es de ocho cilindros en V y 3982 cm³, está sobrealimentado mediante dos turbocompresores y tiene un sistema de desconexión de la mitad de los cilindros cuando la demanda de par es baja. Es de origen Mercedes-AMG, el mismo que tiene, por ejemplo, el GLE 63 4MATIC, entre otros modelos de Mercedes.
El motor transmite la potencia a las ruedas a través de una caja de cambios automática de nueve marchas. El eje de transmisión que acciona el diferencial trasero es de fibra de carbono. Este diferencial está controlado electrónicamente para distribuir el par entre ambas ruedas.
La suspensión es independiente en las cuatro ruedas —delante es de paralelogramo deformable y detrás, de tipo multibrazo; los brazos son piezas de aluminio fundido— con muelles neumáticos (puede variar la altura 95 mm, 45 en sentido ascendente y 50 descendente) y amortiguadores de firmeza variable controlados electrónicamente. Las estabilizadoras son de tipo activo: cada una está formada por dos segmentos unidos por un motor eléctrico. Este puede variar la firmeza de esa unión, desde que sea completamente solidaria (se reduce el balanceo) a desacoplar las dos partes (permite un mayor recorrido libre de la rueda en conducción todoterreno y aumenta el confort en carretera). Los motores funcionan con una red eléctrica adicional de 48 V.
El cuadro de instrumentos es una pantalla de 12,3 pulgadas. La que hay en el salpicadero es de 10,25. Aston Martin dice que esta última no es táctil para evitar las marcas de los dedos sobre ella; se maneja con un mando giratorio que hay en la consola. Este mando (imagen) y las dos pantallas son de Mercedes-Benz, marca que es accionista de Aston Martin y que provee de estos y otros elementos a algunos de sus modelos.
Los asistentes a la conducción con que puede contar el DBX son el reconocimiento de señales de tráfico, programador de velocidad activo, sistema de frenado automático de emergencia, alerta por abandono involuntario de carril, alerta por tráfico cruzado al dar marcha atrás o aviso de obstáculos en el ángulo muerto del retrovisor.
Según nuestras mediciones del habitáculo y en comparación con otros SUV de lujo que hemos medido, el DBX tiene una amplitud normal en las plazas delanteras y atrás está claramente orientado a transportar sólo a dos pasajeros, que disfrutarán de mucho espacio para las piernas (80 centímetros). El techo panorámico de cristal ofrece una altura libre grande, sobre todo atrás (99 centímetros, más que cualquier rival). Sin embargo, la zona tapizada de cuero que recubre los montantes laterales de los asientos, justo en la zona donde encastra la puerta, son muy gruesos al nivel de los hombros y restan mucha anchura (hay solo 126 centímetros, poco para tres pasajeros y mucho menos que en cualquier alternativa). La altura del borde de carga que hemos medido es 81 centímetros, pero esta distancia al suelo se puede reducir gracias a que en el maletero hay dos botones que permiten subir y bajar la altura de la parte trasera de la carrocería.
Entre el equipamiento disponible existe una amplia variedad de tapicerías, pinturas de carrocería y accesorios de uso personal, como por ejemplo un juego de maletas diseñado para optimizar el espacio del maletero y que se puede pedir con el mismo tipo de piel y costuras que el coche, así como con el nombre del propietario grabado.
El DBX se fabrica en la factoría de St Athan, en el Valle de Glamorgan (Gales, Reino Unido). De esta planta Aston Martin dice que será el «hogar de la electrificación cuando los modelos completamente eléctricos de la marca entren en producción». Los planes para fabricar modelos eléctricos a partir de 2023 los desveló Aston Martin con la presentación del Lagonda Vision Concept.
En los años 2009 y 2015, Aston Martin ya introdujo la idea de un vehículo de características parecidas. Primero con el Lagonda Concept y después con el DBX Concept. El primero tenía carrocería de cinco puertas y estaba preparado para diferentes tipos de motor térmico e incluso híbrido. El segundo era mucho más cercano a un cupé, por aspecto, porque sólo tenía tres puertas, y su sistema de impulsión era eléctrico. El coche que vemos en las galerías tiene, cinco puertas, aunque el diseño del techo parece evocar al de un deportivo.