La carrocería de cinco puertas del 147 no es más espaciosa que la de tres, pero con lo que gana en espacio para las piernas es uno de los más adecuados para llevar a dos personas atrás. Sólo el Honda Civic es más espacioso atrás para dos personas. Para quien quiera espacio para tres personas atrás, en cambio, el 147 no es recomendable porque resulta muy estrecho.
Su maletero es muy pequeño. Con 280 litros de capacidad, es de los que menos tienen entre los coches de cinco puertas con su tamaño. Está al nivel de coches pequeños y, en su tamaño, sólo tiene más que el Daewoo Lanos o las versiones de tracción total del Golf.
El asiento sujeta bien la espalda y también las piernas, ya que la banqueta es larga; es suficientemente duro para que no canse. Todos los ajustes son muy amplios, salvo el longitudinal del volante; es fácil que personas de distinta forma de conducir se encuentren a gusto. Lo único negativo es que el reposacabezas no tiene ajuste de inclinación y a algunos conductores les puede quedar muy separado. El volante también puede ser grande para el gusto de algunos.
La instrumentación es poco visible en ciertas posturas al volante. El cuentakilómetros tiene un error cercano a un tres por ciento y el velocímetro en torno a un diez. El ordenador que tiene de serie en cualquiera de las dos versiones es muy completo y tiene la interesante cualidad de que puede hacer un cálculo de consumo total y parcial.
Me ha gustado mucho el sistema de ventilación, por dos causas: primera (y principal), porque deja entrar una gran cantidad de aire en el coche sin conectar el ventilador; segunda, por la disposición de las salidas de aire en el salpicadero, con las que es posible evitar las corrientes. Es de los pocos coches de este tamaño que tienen salidas de aire superiores para los pasajeros de las plazas traseras, además de las que están bajo los asientos delanteros. Lo de mantener la temperatura constante lo hace como la mayoría de coches con climatizador: bien cuando no hay sol y menos bien cuando lo hay.
Los materiales de recubrimiento tienen muy buen aspecto y el ajuste también parece muy bueno por la forma en que encajan las piezas, por lo sólidamente sujetas que están, y por la tolerancia que hay entre las que se mueven. Ahora bien, sobre una carretera bacheada, se notan más vibraciones en el volante y ruidos en el salpicadero que en otros coche de peor acabado, como el Focus. Cuando mi compañero Víctor Fernández probó la versión 1.6 del 147 no observó ningún «grillo» tras llevar el coche por una zona bacheada. Yo me he encontrado con dos, uno en algún punto interior de la parte izquierda del salpicadero, y otro distinto donde están los aireadores centrales.