El SCC muestra varias ideas para hacer el coche más seguro, que van más allá de aumentar el número de airbags o hacer estructuras deformables más grandes. El punto de partida para el SCC es que el conductor tenga más visibilidad, bien por una adecuada posición o bien por ayudas como cámaras de televisión y radar.
Para que el conductor esté en la mejor posición posible, el SCC detecta la altura a la que quedan sus ojos cuando se sienta y después modifica la altura del asiento para que queden en el nivel ideal. Posteriormente, y a partir de esa posición, el mismo coche mueve el volante, los pedales y la palanca de cambio para que queden en el sitio conveniente. De esta manera, Volvo coloca al conductor, según su estimación, en el mejor punto de vista para mirar la carretera y la instrumentación.
Volvo ha reducido los ángulos muertos mediante distintos métodos. El marco del parabrisas está hecho parcialmente de plexiglás, para ampliar el campo de visión al aparcar, doblar esquinas o cuando hay que incorporarse a una carretera en un ángulo no muy abierto. Ha eliminado casi completamente el montante central (el que queda entre las dos ventanillas), para reducir el ángulo muerto que queda a la izquierda y hacia atrás. De esta manera es más fácil ver si un coche está adelantando, antes de cambiar al carril izquierdo.
El SCC tiene más métodos para eliminar el ángulo muerto: una cámara de televisión junto al retrovisor izquierdo y un radar, que es parte de un sistema para avisar al conductor de los vehículos que hay alrededor. Una cámara enfocada hacia delante detecta el borde de la carretera y un sistema avisa si el coche se desvía hacia él. Para ver mejor de noche hay un proyector de infrarrojos, de mayor alcance que las luces normales, y faros que giran en el sentido de las ruedas para aumentar el área iluminada en las curvas. La intensidad de las luces de freno es mayor en caso de frenadas de emergencia.
En un coche normal la pieza central de unión entre el suelo y el techo del coche sirve también como marco para las puertas y ventanillas. En el SCC, en cambio, esa pieza está dentro del habitáculo e integrada en el asiento. Además de ser una ventaja para la visibilidad porque permite hacer de cristal todo el lateral, esta construcción proporciona más protección en caso de golpe lateral o de vuelco.
Volvo también cuestiona los actuales cinturones de seguridad, que llevan mucho tiempo sin evolucionar. Propone dos distintos, ambos con cuatro puntos de unión a la carrocería en lugar de tres. Uno de ellos es semejante a un cinturón normal, pero con una segunda banda diagonal que hace una cruz sobre el pecho. El otro es semejante al cinturón de arnés que tiene los coches de carreras, con una hebilla central a la que se fijan las dos bandas superiores y las dos inferiores. El SCC tiene un nuevo tipo de asiento para niños integrado en el trasero, capaz de variar de altura (en lugar de tenerla fija), para que se adecue a la talla del niño.
Según la información de Volvo, el SCC lleva un airbag en el exterior del coche, para limitar la agresión a un peatón o ciclista en caso de atropello. Lo que no precisa es dónde lo tiene.
Tiene un sistema llamado VPC (Volvo Personal Comunicator) que engloba varias funciones de relación del conductor con el coche: tiene un mando remoto sensible a las huellas dactilares; una vez desbloqueadas las cerraduras, el coche arranca al abrir la puerta; el mando a distancia es capaz de almacenar varias posiciones al volante. Pero lo mejor es un sistema que detecta latidos del corazón en el interior del coche, de manera que si a uno se le olvida un niño en el coche, el coche envía una señal al mando a distancia o si se ha alejado más de 100 metros manda un mensaje por teléfono al mando a distancia.