Con estos dos prototipos —uno con aspecto de sedán y otro de todoterreno—, Volvo muestra los rasgos estilísticos que tendrán sendos vehículos de producción. Uno de ellos comenzará a producirse en serie en 2017.

Volvo todavía no ha comunicado la denominación comercial que tendrá cada uno de estos dos nuevos modelos, pero sí ha dicho que ambos pertenecerán a la serie 40, de la que en estos momentos forman parte el V40 y el V40 Cross Country.

Los prototipos (y los modelos de calle a los que darán lugar) están construidos tomando como base una plataforma común llamada Compact Modular Architecture (CMA), que es la que Volvo utilizará en sus modelos de menor tamaño. Para los de mayores dimensiones —los pertenecientes a la serie 90, que actualmente son el S90, el V90 y el XC90— usa una plataforma llamada Scalable Product Architecture (SPA).

Según Volvo, los nuevos modelos de la serie 40 destacarán por su conectividad (entendida esta como sus posibilidades para comunicarse con internet y con los diversos dispositivos móviles), por las prestaciones de las versiones híbridas y eléctricas y por los sistemas de seguridad y de ayuda a la conducción.

Habrá una versión puramente eléctrica (en 2019) y otra híbrida enchufable. De la eléctrica no hay información, si bien en comunicados anteriores Volvo había dicho que su objetivo era conseguir una autonomía de 350 km.

De la híbrida enchufable —que se comercializará bajo la denominación de versión T5 Twin Engine— Volvo dice que tendrá un motor de gasolina de tres cilindros asociado a uno eléctrico y que la caja de cambios será automática de siete relaciones y de tipo doble embrague. La batería que alimentará al motor eléctrico será de iones de litio y estará colocada en la parte central del coche, dispuesta longitudinalmente (imagen). La versión T5 Twin Engine será de tracción delantera, a diferencia de las versiones T8 Twin Engine (disponibles en los Volvo serie 90), que tienen tracción a las cuatro ruedas.