El Volkswagen Polo que lleva en venta desde mediados de 2021 es el mismo que aquel que llegó al mercado a mediados de 2017 (la sexta generación; más información), pero con mejoras de equipamiento y una gama de motores más escueta. Estéticamente los cambios no son profundos, aunque si se echa un vistazo a la zona posterior es fácil distinguir un Polo previo a la renovación (imagen) de un Polo posterior a esta (imagen).
Sigue siendo un coche de pequeñas dimensiones (mide 4,07 metros de longitud) que se maneja muy bien en ciudad y que rueda muy estable y seguro en autopista. La versión más asequible lleva un motor de gasolina de 95 caballos con el que es fácil moverse con agilidad en el día a día y afrontar viajes largos sin que un repecho nos obligue a bajar la media. Impresiones de conducción.
Esta versión está en venta por 20 820 euros (precios del resto de la gama), un precio superior al de alternativas como el Škoda Fabia, el KIA Rio, el Hyundai i20, el Renault Clio o el Peugeot 208. El Polo es uno de los mejores por tacto de conducción (de los más cómodos y mejor aislados del ruido) y amplitud del habitáculo y el maletero. También viene bien equipado de serie.
En la segunda fila del Polo hay más espacio a lo largo y alto que en cualquiera de las alternativas citadas en el párrafo anterior (excepto que el Fabia, con el que está igualado; mediciones propias del interior). Quien mida 1,85 metros se podrá estirar sin la molestia de ir rozando el techo con la cabeza. Los asientos, tanto detrás como delante, tienen un mullido que los hace muy confortables, más que los del Fabia. Además, el Polo tiene uno de los maleteros más amplios de su segmento (351 litros; listado comparativo ordenado por tamaño de maletero).
El habitáculo es prácticamente igual al del Polo anterior al restyling, de manera que las impresiones del interior publicadas en su momento siguen plenamente vigentes. Cambia el diseño del volante (imagen antes e imagen ahora) y que el climatizador, en caso de contar con este equipamiento, se maneja con unas superficies sensibles al tacto (imagen) en vez de mediante botones y ruedas (imagen). El cuadro de instrumentos es siempre de pantalla, de 8 pulgadas (Digital Cockpit, imagen) o 10,25 (Digital Cockpit Pro, imagen) según el nivel de equipamiento.
A fecha de este artículo hay dos versiones: 1.0 TSI 95 CV y 1.0 TSI 110 CV. El bloque motor es el mismo en ambas, de tres cilindros y 1,0 litros de cilindrada. El Polo de 95 CV está disponible con un cambio manual de cinco velocidades y uno automático de siete (DSG de doble embrague, cuesta unos 2750 euros); el Polo de 110 CV únicamente con este último. A lo largo de los próximos meses llegará el Polo GTI, con un motor de gasolina de cuatro cilindros, 2,0 litros y 207 CV. No hay versiones Diesel.
Solo hay dos niveles de equipamiento, Life y R-Line. Life es el básico e incluye de serie, entre otros, los siguientes elementos: faros y pilotos de ledes, aire acondicionado, retrovisores con ajuste eléctrico, asistente de mantenimiento en el carril («Lane Assist»), programador y limitador de velocidad, airbag central (se despliega entre los dos asientos delanteros), asientos delanteros con ajuste en altura, instrumentación «Digital Cockpit», sistema multimedia «Ready 2 Discover» con pantalla de 8,0 pulgadas y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto y llantas de aleación de 15 pulgadas.
Con R-Line cambia un poco el aspecto exterior, pues la rejilla del parachoques delantero es distinta (Polo Life y Polo R-Line), detrás tiene unas molduras cromadas que imitan salidas de escape (Polo Life y Polo R-Line), las ventanillas tienen un tinte más oscuro y las llantas son de 16 pulgadas. Además, R-Line incluye cosas como el climatizador bizona, los sensores de ayuda al aparcamiento delante y detrás, las instrumentación Digital Cockpit Pro y el sistema multimedia «Discover Media» con navegación.
Entre los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción disponibles están el programador de velocidad activo con función predictiva (adapta la velocidad teniendo en cuenta información del sistema de navegación y de la cámara, por ejemplo, para reducirla al llegar a una curva o un cruce), la detección de vehículos en el ángulo muerto de los retrovisores o de aquellos que se aproximan lateralmente al retroceder (por ejemplo cuando se sale de un aparcamiento), la cámara de visión trasera, y los faros matriciales (llamados IQ.LIGHT LED matrix, con un módulo de ocho ledes de apagado selectivo en cada faro).
Una novedad es el asistente IQ.Drive Travel, que combina el funcionamiento del programador de velocidad y la ayuda de centrado en el carril. No es un sistema pensado para que el conductor se desentienda de los mandos, debe mantener siempre las manos en el volante (sensor capacitivo), pero ayuda a hacer la conducción más relajada cuando se viaja por autopista.
Son una opción la entrada y arranque sin llave, la zona de recarga inalámbrica para teléfonos (imagen), un techo de cristal practicable y el sistema de sonido de la marca Beats. También hay un tren de rodaje deportivo que incluye una suspensión que reduce 15 milímetros la altura libre al suelo, un sistema de selección de modos de conducción y una función de bloqueo del diferencial mediante la actuación de los frenos (XDS).
Muchos de estos elementos están dentro de paquetes cuyos nombres siempre empiezan con «Hola». Algunos ejemplos son: «Hola Deportividad», «Hola Seguridad», «Hola Tecnología» y «Hola Visión». En la sección de precio, equipamiento y fichas técnicas detallamos qué incluye cada uno.