El nuevo Polo es claramente más amplio que el modelo anterior, especialmente en cuanto a anchura entre puertas en las dos filas de asientos. En esta cota, según nuestras mediciones, está entre los más amplios de su categoría, superando por un amplio margen a modelos como el Suzuki Swift, el Ford Fiesta o el Renault Clio (ficha comparativa).
También es de los mejores por la altura disponible entre la banqueta y el techo —especialmente en la segunda fila, donde incluso se pueden acomodar pasajeros de casi dos metros de altura—, por espacio para las piernas y por separación entre anclajes ISOFIX (es decir, el hueco que queda entre medias de dos sillitas infantiles; imagen).
A las plazas traseras se accede con facilidad. Las puertas (imagen) abren casi 70 grados (69, para ser exactos), el techo no desciende mucho y hay sitio suficiente para pasar el pie entre la banqueta y el pilar central de la carrocería. En cambio, tiene un túnel central que se eleva mucho del suelo y que puede ser un obstáculo molesto para pasar de un lado al otro del coche o incluso para acomodarse en esa plaza (obliga a llevar las piernas muy separadas).
Nos ha resultado fácil sentirnos cómodos al volante del Polo. Una vez colocado el asiento y el volante al gusto —ambos se pueden desplazar en recorridos amplios—, todos los mandos quedan cerca de la mano y no hay elementos que entorpezcan los movimientos de los brazos al conducir. Además Volkswagen ha resulto muy bien el manejo de todas las funciones del vehículo mediante unos pocos botones —para aquellas que se usan con más frecuencia, como el climatizador— y una pantalla táctil situada en el mismo plano que la instrumentación que resulta fácil de consultar sin tener que apartar mucho tiempo la vista de la carretera (imagen).
Al menos en los Polo a los que nos hemos subido, el salpicadero estaba fabricado con plástico acolchado en la parte superior y en la que queda por debajo de la pieza decorativa que hay sobre la guantera. Esta pieza puede ser de varios colores y nos ha dado la impresión de que resiste bien los roces. En cambio, el plástico duro que recubre el resto de zonas tiene peor aspecto y puede ser de un color claro muy llamativo (casi blanco; imagen) que, no obstante, no recomendamos porque es muy fácil dejar marcas en él al rozarlo. En general, la sensación de calidad que transmite el habitáculo es correcta, si bien es cierto hay detalles que están poco cuidados: no hay asideros en ninguna de las plazas, no hay un guarnecido de tela en las puertas (es todo de plástico duro; imagen) y la parte interna del portón del maletero no está completamente revestida (queda chapa a la vista en algunas zonas).
La instrumentación puede ser de dos tipos: una convencional, con diales analógicos (imagen), y otra compuesta por una pantalla de 10,25 pulgadas en diagonal («Volkswagen Digital Cockpit»; imagen). Ambas son instrumentaciones claras, sencillas y que proporcionan mucha información (incluyen, entre otros datos, la temperatura del aceite, las indicaciones del sistema de navegación o de los asistentes a la conducción, entre otros; imagen). El cuadro digital es opcional (excepto con el acabado GTI, en el que es de serie) y, como es lógico, permite un mayor grado de personalización de la información a visualizar. Tiene una resolución muy buena y además se ve muy bien incluso cuando la luz incide directamente sobre ella.
Volkswagen ofrece tres sistemas multimedia para el Polo, todos ellos nuevos: «Composition Colour», «Composition Media» y «Discover Media» (ordenados de menos a más sofisticado). El más sencillo, «Composition Colour», tiene una pantalla de 6,5 pulgadas, conexión Bluetooth para el teléfono móvil y una toma USB. El intermedio («Composition Media») viene con una pantalla de mayor tamaño (8 pulgadas), un equipo de sonido más sofisticado (6 altavoces en lugar de 4) y es compatible con los sistemas Android Auto y CarPlay, pero además se puede completar con el sistema de sonido Beats, que incluye un altavoz de graves. El sistema más completo, «Discover Media», añade a todo lo anterior un sistema de navegación con la cartografía de Europa.
La unidad de Polo que hemos conducido durante más tiempo tenía instalado el sistema intermedio, el denominado «Composition Media» (imagen). Nos ha parecido un sistema con un funcionamiento muy fluido y sencillo gracias a unos menús claros y bien estructurados. Lógicamente requiere de un breve periodo de apendizaje porque son muchas las funciones que puede llegar a desempeñar, pero se nota que Volkswagen ha tratado de facilitar su uso para que no distraiga en exceso. La pantalla tiene una resolución muy buena y se ve bien con independencia de la luz que incida sobre ella, pero como la superficie es brillante, a veces provoca reflejos molestos y se ensucia con mucha facilidad (como también ocurre en el SEAT Ibiza o el Ford Fiesta).
El maletero que se ve al abrir el portón tiene una capacidad normal, pero es fácil de aprovechar porque tiene unas formas muy regulares (imagen) y porque el borde no está lejos del suelo (a 68 centímetros, concretamente). Hay un punto de luz en el lado derecho, dos ganchos de plástico para colgar bolsas u otros objetos similares y cuatro argollas metálicas en las que se puede colocar, por ejemplo, una red.
El piso, que se puede colocar a dos alturas distintas, oculta un hueco muy amplio de forma circular que es el reservado para la rueda de repuesto (imagen). Con este hueco es con el que se consiguen los 351 litros de capacidad total. El SEAT Ibiza y el Suzuki Baleno, ambos con 355 litros de capacidad, son los dos únicos modelos de este listado de turismos similares que aventajan ligeramente al Polo. En comparación con el Nissan Micra (300 l) o el Mazda2 (260 l), por ejemplo, la diferencia es significativa. La rueda de repuesto es opcional y puede ser de uso excepcional o una del mismo tamaño que el resto.
Al abatir los respaldos de los asientos traseros (lo hacen en dos porciones asimétricas 60:40), se crea una superficie contínua con el piso del maletero, siempre y cuando éste último se encuentre colocado en su posición más elevada (imagen). Si no es así, queda un escalón de unos 11 centímetros.
El Polo está bien provisto de huecos para dejar los objetos que habitualmente llevamos encima, como por ejemplo un teféfono movil, una cartera o unas llaves. En los que hay en las puertas delanteras, por ejemplo, caben sin problema botellas de un litro, mientras que en el hueco que hay por delante de la palanca de cambios se puede dejar teléfonos móviles de hasta 5,5 pulgadas aproximadamente (imagen). La guantera tiene un tamaño normal, ni muy grande ni muy pequeño, pero ni está iluminada ni puede tener una salida de ventilación (imagen).
La iluminación del habitáculo es correcta y está resulta con dos plafones de luz, uno para cada fila de asientos (imagen del delantero). Para las plazas traseras no hay tomas de corriente (ni USB ni de 12 V). Delante sí las hay, e incluso una zona de recarga inalámbrica para teléfonos compatibles (es opcional; imagen).