La variante híbrida del Jetta está disponible en España por 30 750 y 32 310 euros, en función del nivel de equipamiento. La principal diferencia entre ambos son que el más costoso (Hybrid Sport) tiene faros de xenón y unos neumáticos más grandes (225/45 R 17 en vez de 195/65 R 15). Esta versión híbrida ya existía desde noviembre de 2012 en EE.UU. y Canadá (más información sobre su conducción en el blog Teletransporte).
El Jetta híbrido tiene 170 CV, obtenidos de un motor de gasolina de 150 CV y otro eléctrico de 27 CV (de éste, Volkswagen dice que es el mismo que tiene el Volkswagen XL1). El consumo medio homologado es 4,1 l/100 km, sólo 0,2 litros más que un Toyota Prius que es claramente menos potente (136 CV) y logra peores prestaciones (ficha técnica comparativa). El Prius es mucho más asequible (desde 23 300 €) y, a igualdad de precio, está más equipado (ficha comparativa de equipamiento).
Independientemente del sistema de impulsión, las berlinas de tamaño y potencia semejantes al Jetta Hybrid gastan igual o más, ninguna menos. Además, las más próximas por consumo son más caras (listado ordenado por consumo de turismos que miden entre 4,55 y 4,75 m y tienen de 160 a 180 CV de potencia).
Puede funcionar con el impulso que proporcionan ambos motores de manera conjunta o con la aportación de cada uno por separado. En modo eléctrico puede recorrer hasta 2 km o circular a 70 km/h de velocidad máxima. El Jetta Hybrid acelera hasta 100 km/h saliendo desde parado en 8,6 segundos.
El motor de gasolina es un cuatro cilindros de 1,4 litros, con inyección directa y sobrealimentación. El esquema técnico es similar al del Touareg Hybrid: el motor eléctrico está acoplado a la caja de cambios mientras que el térmico se une a estos dos mediante un embrague. Este mecanismo se desacopla automáticamente cuando el conductor levanta el pie del acelerador y al circular en modo eléctrico. De este modo no hay que vencer la resistencia generada por el motor térmico cuando no está aportando potencia.
A pesar de la semejanza, hay diferencias entre las soluciones técnicas empleadas en el Jetta y el Touraeg: la caja de cambios del Jetta es de doble embrague («DSG» de siete relaciones; la del Touareg Hybrid es de convertidor hidráulico de par y ocho marchas) y la batería es de iones de litio y no de níquel e hidruro metálico.
Por este mismo motivo, la batería del Jetta pesa menos que la de un Toyota Prius (35,8 kg frente a 53,3 kg) a pesar de que su capacidad es similar (1,1 kWh la del Jetta, 1,3 kWh la del Prius). Está refrigerada por un ventilador (no tiene un sistema de refrigeración líquida como otros coches con batería de litio).
La batería se recarga cuando el conductor frena, ya que el motor eléctrico invierte su funcionamiento trabajando como generador. En otros híbridos, esto ocurre en cuanto el conductor levanta el pie del acelerador. En el Jetta, en vez de suceder eso se abre el embrague, desacoplando el motor térmico para que el coche pierda la menor energía cinética posible y mantenga la velocidad.
Todo el sistema híbrido, incluida la batería, supone un peso adicional de 100 kg.