En el habitáculo, las variaciones respecto al Avensis anterior son pequeñas. Cambian las tapicerías, el material de recubrimiento del salpicadero, el cuadro de instrumentos y los paneles de las puertas. Además, los asientos tienen un diseño diferente, con los contornos más prominentes.
Comparado con sus alternativas, es un coche normal por amplitud. Detrás hay menos espacio para las piernas que en modelos como el Ford Mondeo, el Hyundai i40, el KIA Optima, el Škoda Superb o el Volkswagen Passat. En esas plazas traseras tres adultos no se encontrarán cómodos porque, como en la mayoría de berlinas del mercado, falta anchura. Además, el asiento central es más pequeño que los laterales, está ligeramente más alto y tiene una banqueta y un respaldo más duros. Sin embargo, esa plaza es mejor que la de otros modelos porque la zona para colocar los pies está completamente plana. Los ocupantes de estas plazas que midan más de 1,80 metros rozarán con su cabeza en el guarnecido del techo. Además los reposacabezas tienen poca regulación en altura.
Un conductor de estatura elevada se sentirá cómodo porque puede alejar el asiento suficientemente del salpicadero. Lo que no se puede hacer es sacar mucho el volante. Una diferencia del Avensis de 2012 con respecto al de 2009 es que los asientos delanteros sujetan mejor el cuerpo, tampoco mucho, porque tienen unos contornos laterales más grandes. Además, el mullido es más firme. Son cómodos pero, a mí, al principio, me ha parecido que el apoyo lumbar quedaba demasiado alto o faltaba apoyo en la parte más baja de la espalda. Esa sensación ha ido desapareciendo según he hecho kilómetros con el coche.
El acceso al habitáculo es cómodo en todas las plazas. Las puertas abren mucho y dejan espacio suficiente para entrar al interior sin dificultad.
El aspecto general del habitáculo del Avensis es prácticamente idéntico al del modelo precedente. Sin embargo, hay pequeñas diferencias, como que el salpicadero tiene un recubrimiento más agradable al tacto —es más blando— y que los indicadores principales del cuadro de instrumentos tienen un diseño ligeramente distinto.
Hay muchos huecos para objetos repartidos por el habitáculo. En este sentido, es una ventaja que el freno de mano sea eléctrico porque así todo el espacio que hay entre los asientos delanteros sirve para dejar cosas. El hueco que hay bajo el apoyabrazos central delantero (imagen) es el más grande.
Hay más espacio para dejar pequeños objetos junto a la palanca de cambios —un hueco con tapa deslizante— y en los laterales de las puertas. La guantera es muy grande y está completamente tapizada (imagen) pero no tiene luz. La mayoría de los huecos tienen el fondo de goma y rugoso para impedir que lo que se deposite en ellos se mueva (los de las puertas no). Ninguno está refrigerado.
Maletero
El Avensis Sedán tiene un maletero de 509 litros, un volumen ligeramente inferior al de un Volkswagen Passat, un Ford Mondeo y un Škoda Octavia pero superior al de un Peugeot 508, un SEAT Exeo y un Renault Laguna (listado ordenado por capacidad).
La capacidad de carga se puede incrementar abatiendo los respaldos de los asientos traseros. En este caso, no queda un fondo plano sino que hay un escalón entre el piso del maletero y el tapizado de los respaldos (en el familiar no). No es necesario elevar muchos los objetos que se quieran depositar en su interior porque el borde de carga no queda alto (mediciones del maletero).
Se echan en falta unos cajones o unos compartimentos en los que poder dejar pequeños objetos, como una linterna o unas herramientas. Esta carencia se ve compensada por los huecos que hay bajo el piso del maletero, en una pieza de plástico situada justo encima de la rueda de la rueda de repuesto. Ésta es de emergencia, más pequeña que las otras cuatro.
También se echan de menos unas perchas en las que sujetar una mochila o unas bolsas.Sí hay una pequeña cinta con velcro en la parte derecha, útil para fijar una bolsa de herramientas o unos triángulos de emergencia, por ejemplo. También hay cuatro argollas en las que sujetar una red o unas cintas elásticas con las que asegurar la carga.
La tapa del maletero se abre con facilidad. Para cerrarla es necesario cierto esfuerzo, aunque no queda alta y tiene un tirador para facilitar la operación. La parte más cercana a los respaldos posteriores está sin tapizar, con lo que quedan al aire la chapa y parte del mecanismo de apertura y cierra de la tapa, que se puede dañar al cargar el maletero. Es el único detalle mal cuidado de esa zona del coche. El maletero de la versión familiar está más cuidado.
El Avensis Cross Sport tiene 34 litros más de capacidad que la versión de carrocería berlina (un total de 543 litros), si solo se carga hasta la cortinilla, un volumen medio respecto a los familiares de su mismo tamaño (listado ordenado por volumen del maletero). No tiene una red para separar el habitáculo del maletero e impedir que si lo cargamos por encima de la cortinilla los objetos puedan salir proyectados contra los pasajeros. Las alternativas de mayor capacidad son el Škoda Superb Combi y el Volkswagen Passat Variant (ficha técnica comparativa de los tres).
Tiene un doble fondo (imagen) donde es posible guardar cosas que se necesiten ocasionalmente u otras que no queremos que queden a la vista (un ordenador portátil o una cámara de fotos, por ejemplo). Como en el Avensis de cuatro puertas, no hay ganchos para colgar las bolsas de la compra. Es posible instalar unos accesorios para sujetar la carga (imagen)