Toyota Avensis 5p 2.0 D4D (2003) | Prestaciones y consumo normales, poco ruido
Según nuestras mediciones de aceleración, el Toyota Avensis D4D está un poco por debajo de los modelos de la competencia, pero las diferencias no son grandes. Nuestra unidad de pruebas no parecía tener más potencia que la declarada (quizá algo menos), algo que sí suele ocurrir con otros modelos turbodiésel que probamos.
En carretera llana y sin viento, nuestro Toyota dejaba de ganar velocidad en quinta velocidad a unas 4.200 rpm, casi 190 km/h reales (cuando la velocidad máxima declarada es 195 km/h). Recogimos en coche con 2.750 kilómetros y lo devolvimos con 4.340; no es probable que fuera por falta de rodaje.
Es posible que realmente no pueda llegar a 195 km/h con el desarrollo de transmisión que tiene. Este motor da la potencia máxima a 3.600 rpm, puede subir hasta 5.000 rpm, pero con lentitud y sólo en marchas cortas. Si llegase a 195 km/h en quinta, lo haría a más de 4.300 rpm, un régimen muy superior al de potencia máxima.
Según hemos podido comprobar, el momento idóneo para cambiar de marcha si se persigue la máxima aceleración es entre 4.200 y 4.300 rpm, hasta ahí el motor sube con cierta alegría y no hace mucho ruido.
Creo que el aspecto menos positivo de este motor es que tiene poca fuerza por debajo de unas 1.900 rpm, algo que se nota sobre todo en ciudad. En carretera no es tan apreciable porque los desarrollos en quinta velocidad son cortos y es fácil mantener el motor en un régimen alto en un rango de velocidad muy grande.
Por ejemplo, en nuestra medición de recuperación desde 80 km/h saliendo en quinta velocidad el Avensis D4-D ha tardado 12,5 segundos, que es un dato acorde a su potencia (y comparativamente mejor que las aceleraciones), a pesar de que en esta medición el coche el coche comienza la maniobra a 1.780 rpm.
Me ha parecido un coche silencioso, tanto por motor como por el reducido ruido que hace la carrocería a alta velocidad. Algún compañero de la redacción echaba en falta un sexta velocidad para circular con menos ruido a alta velocidad. Lo que sí pudimos apreciar es que, curiosamente, el motor hace más ruido al ralentí cuando está muy caliente que cuando está más bien frío. En cualquier caso no se aprecian vibraciones en el volante, la palanca de cambios o en los pedales.
El consumo medio obtenido ha sido 7,6 litros cada 100 km en ciudad y carretera a ritmo suave o ágil. En carretera, manteniendo de forma casi constante el 90% de la velocidad máxima, ha gastado 9,3 litros cada 100 km. En carreteras de montaña en las que no se suele pasar de tercera velocidad, en un recorrido de 100 km, gastó unos 13 litros de media.
Según el manual de instrucciones, Toyota aconseja mantener el motor al ralentí aproximadamente dos minutos después de haber rodado a más de 100 km/h o por carreras montañosas. Por ciudad, dice que se puede apagar sin esperar nada.
Como otros fabricantes, Toyota considera normal un consumo de aceite de hasta 1 litro por cada 1000 km. Es más, advierte que el usuario no debe pensar que su coche no consume aceite si el nivel de la varilla no baja, dependiendo el tipo de uso. «Si un vehículo se usa en viajes cortos repetidos y consume una cantidad normal de aceite, la varilla de medición puede que no muestre ningún descenso del nivel de aceite, incluso después de 1.000 km o más. Esto es debido a que el aceite se diluye gradualmente con el combustible o la humedad y aparenta que el nivel de aceite no ha cambiado». Sigue diciendo; «los ingredientes diluidos se evaporan cuando el vehículo se conduce a gran velocidad».