El habitáculo de la versión de cinco puertas, que es el que hemos podido medir, es claramente más amplio que el del Corolla y se sitúa por encima de la media entre los coches de sus características (mediciones interiores).
Además de ser espaciosas, las plazas traseras tienen otras cualidades valiosas. Una es que los respaldos de los asientos se pueden colocar en dos ángulos de inclinación. Otra, que el piso es prácticamente plano, lo que favorece la movilidad de sus ocupantes y que la plaza central sea más cómoda de lo normal (quien vaya sentado ahí no tiene que llevar las piernas en una posición forzada).
El puesto de conducción, incluso con el asiento en la posición más baja, es algo más elevado de lo normal; queda a medio camino entre un turismo y un monovolumen. Esto favorece la visión hacia adelante, aunque hace que los movimientos de la carrocería se noten más.
Es necesario probar los asientos antes de adquirir el coche (en cualquier caso, especialmente en el del Auris). En las varias unidades del Auris que hemos probado hasta el momento no nos han parecido del todo cómodos.
El problema es que el relleno de espuma que hay en el centro de la banqueta y en la parte alta del respaldo cede con facilidad con el peso del cuerpo, y, como se hunde, no da un apoyo firme a la espalda y el cuerpo tiende a moverse. Los conductores de más talla también echarán en falta un respaldo de mayor longitud, ya que los hombros les pueden quedar por encima de él, y un apoyacabezas con mayor recorrido.
Los de la versión 2.2 D-4D de 177 CV (retirada desde junio de 2009), que estaban tapizados de piel, no nos han parecido tan incómodos aunque, según la información que da Toyota, los asientos son los mismos para todas las versiones; lo que cambia en cada nivel de equipamiento es la tapicería.
En el diseño interior hay algunos rasgos llamativos. El salpicadero tiene una prolongación entre los dos asientos, que no se extiende por debajo hasta el suelo del coche. Es un paso más en este tipo de consolas separadas del salpicadero, que empezó a usar Volvo en el S40. Toyota mostró esta idea en el prototipo Auris (más información).
La posición de esta consola favorece algunos aspectos y perjudica otros. Lo favorable es que la palanca queda colocada en una posición elevada y cercana al volante, donde resulta muy cómoda de manejar. También quedan muy bien situados —altos y cerca del conductor— los mandos de la climatización, del sistema de sonido o del navegador (en caso de llevarlo).
El aspecto más negativo de esta consola es que los huecos para dejar pequeños objetos que habitualmente están delante o detrás de la palanca de cambios han desaparecido. Hay otros, pero están colocados en lugares menos accesibles. Por ejemplo, para llegar al hueco que hay debajo de la consola, hay que forzar la posición del brazo y de la mano.
Hay un cajón entre los asientos delanteros, que queda algo retrasado respecto a los ocupantes. Otro detalle con menos importancia es que el freno de mano está inclinado y en una posición alta. Nos parece más incómodo tirar del freno hacia atrás desde una posición alta, que hacia arriba desde una posición baja.
El salpicadero tiene buen aspecto y transmite una positiva sensación de solidez; también está bien realizado el recubrimiento del techo o de los parasoles. Toyota, como hizo con el Yaris, ha empleado plásticos duros en gran parte del interior, que causan buena sensación a la vista. Al tacto, alguno de ellos parece frágil, como la tapa de la guantera superior (está fabricada con un plástico muy fino). Los ajustes entre piezas sí que son satisfactorios sin reservas.
La buena sensación de calidad que transmite el Auris sería mejor, además de mejorando algunos plásticos, si determinados huecos fueran tapizados con algún material que impidiera que los objetos ahí depositados se movieran (en especial, las guanteras).
La iluminación prevista para el interior cumple bien su función. Hay un buen plafón de luces en las plazas delanteras, otro en las traseras e iluminación en los espejos de cortesía. Hay otros detalles buenos, como la alfombrilla de la plaza del conductor, que está sujeta con unos ganchos que impiden que ésta se mueva hacia adelante durante la conducción.
Se echan en falta detalles de equipamiento, como la posibilidad de que las cerraduras se cierren automáticamente al comenzar la marcha.
No nos ha gustado que haya que soltar una mano del volante para ver las indicaciones del ordenador de viaje (sólo se puede consultar pulsando los botones que hay en la base del velocímetro). No es capaz de mostrar simultáneamente dos informaciones (como la temperatura exterior y el consumo medio). Tampoco existe la posibilidad de consultar la información del ordenador de viaje desde la pantalla del navegador, que tiene pantalla táctil y funcionalmente es muy parecido al que tienen otros modelos de Toyota y Lexus.
El maletero tiene una capacidad de 354 l, con lo que el Auris no es de los modelos que más espacio tienen entre los turismos de cinco puertas de su tamaño, pero tampoco de los que menos (ficha comparativa). Bajo el piso del maletero hay una rueda de repuesto de emergencia. Hay una cinta en uno de los laterales del maletero para sujetar algunos objetos, pero se echa en falta algún gancho para colgar bolsas.
Se puede ampliar el maletero plegando los respaldos traseros, para lo que hay un sistema llamado «Easy Flat». Tiene la característica de que al plegar el respaldo, a su vez, la banqueta baja unos centímetros, aunque no lo suficiente para que el piso del maletero quede completamente enrasado con el respaldo.