Todos los servicios del vehículo están agrupados en una gran pantalla táctil —de tipo capacitivo, información en la wikipedia— situada en el centro del salpicadero. Permite no sólo acceder a la información del navegador o de la radio, sino configurar la práctica totalidad de sistemas de a bordo.
Configuración del vehículo
La pantalla táctil se utiliza para variar numerosos parámetros del propio vehículo, parametros qué, en muchos de los modelos del resto del mercado, se regulan mediante botones, ruedecillas o interruptores. Además de para manejar el climatizador (cuyos controles están siempre accesibles en la parte inferior de la pantalla), podemos encender las luces de cruce y antiniebla, así como operar el techo practicable, variar la altura de la suspensión neumática (si la lleva), regular la dureza de la dirección, activar el freno de mano eléctrico, la calefacción de los asientos o abrir la tapa del puerto de recarga. La «interface» gráfica es muy intuitiva y su manejo resulta rápido y fluido con el coche parado. El inconveniente es que, en marcha, requiere apartar la vista de la carretera ya que los botones, al estar representados en la pantalla, no tienen relieve alguno. Esto se resuelve hasta cierto punto gracias a los botones programables del volante multifunción, que permiten manipular los parámetros deseados sin mover las manos.
Sistema multimedia
Debido a su gran tamaño, la pantalla es capaz de mostrar dos servicios al mismo tiempo, por ejemplo la cámara de visión trasera y el mapa del navegador. O unos archivos de música y el historial de consumos. Incluso permite abrir páginas web. Usa un sistema operativo basado en Unix-Linux (como los dispositivos Android). La tecnología de mapas está basada en Google Maps y usando la conexión de datos puede representar la información del tráfico en tiempo real y en función de ello recalcular la ruta.