He podido conducir el Suzuki SX4 con los motores Diesel 2.0 DDiS de 135 CV y 1.6 DDiS de 90 CV sólo por carreteras asfaltadas. No he tenido la oportunidad de probarlo por pistas en las que abunde la arena o el barro.
En ambos casos tenían el sistema de tracción total conectable, que se regula mediante un mando situado en la consola central, entre los dos asientos delanteros. Tiene tres programas de funcionamiento: «2WD», «Auto» y «Lock» (más información).
Ambas versiones tienen una suspensión dura. Quizá un tanto incómoda para los ocupantes si se van a realizar largos trayectos. Los movimientos de balanceo y cabeceo de la carrocería están bien contenidos. No da la sensación de ser un vehículo con una altura libre al suelo mayor que la de un turismo.
En carreteras de curvas, ambas versiones se pueden conducir con la sensación de llevar un turismo. Al contrario de lo que pasa con la mayoría de los todoterrenos, con el SX4 no es necesario anticiparse en las frenadas y responde rápida y eficazmente a las indicaciones del conductor. Me ha dado la misma impresión que el Fiat Sedici, el cual si que pude conducir por pistas sin asfaltar (más impresiones de conducción).
El motor Diesel 2.0 DDiS de 135 CV tiene fuerza suficiente como para mover al SX4 con soltura. La caja de cambios, de seis velocidades, tiene unos desarrollos correctos y los recorridos de la palanca están bien marcados, aunque no se maneja con demasiada suavidad. El ruido del motor que se filtra al habitáculo me ha parecido más elevado que en el Fiat Sedici (con el mismo motor).
La versión con motor Diesel 1.6 DDiS de 90 CV está asociada a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Este motor queda algo justo para realizar adelantamientos con cierta rapidez, sobre todo si se circula con el vehículo cargado. Además, el ruido que se percibe en el interior es más elevado aún que el de la versión de 135 CV.