La respuesta que tiene el Suzuki SX4 al volante es directa porque entra rápidamente en la curva, y no se aprecia mucha deriva en los neumáticos, a pesar de que tienen un perfil alto. En carreteras lentas o rápidas, se puede rodar prácticamente al ritmo que permite su motor sin la anticipación a la hora de frenar o de girar que requieren la mayor parte de los todoterreno (más torpes y pesados).
En parte, el Suzuki SX4 resulta tan estable en carretera porque los neumáticos son específicos para esta superficie (unos Bridgestone Turanza ER300, de medida 205/60R16).
El Suzuki SX4 tiene un interruptor en la prolongación de la consola permite elegir entre tres programas de tracción: «2WD», «Auto» o «Lock». En el primero actúa como un tracción delantera. Con el segundo, un embrague multidisco se encarga de acoplar automáticamente el eje trasero, parcial o totalmente, en función del deslizamiento de las ruedas delanteras. El modo «Lock» sirve para aumentar la capacidad de tracción hasta 60 km/h (más información del sistema de tracción).
He pasado por zonas de barro blando y, en esas circunstancias, había una diferencia notable entre llevar conectada la función «2WD» o la «Auto» (tracción total). Con el modo «2WD», al acelerar en superficies arcillosas el coche tenía poca capacidad para seguir avanzando; sin embargo, con el modo «Auto» conectado, podía salir del apuro con soltura y cierta aceleración .
La unidad que he conducido no llevaba control de estabilidad. Si no lleva este elemento, tampoco tiene control de tracción. Sin este dispositivo, cuando una rueda delantera y una trasera no tienen adherencia el coche no puede avanzar, por ejemplo en un cruce de ejes. En esta fotografía y en esta otra se puede apreciar que toda la fuerza del motor se escapa por las ruedas que apenas tienen contacto con el suelo (la delantera derecha y la trasera izquierda); en esas condiciones el coche no podía seguir avanzando.
Hay otras razones por las que queda claro que el Suzuki SX4 no es un coche para zonas trialeras: como otros muchos todoterreno ligeros, no tiene reductora; ni siquiera la primera marcha es suficientemente corta (8,8 km/h cada 1.000 rpm) para avanzar a baja velocidad sin castigar el embrague o para bajar pendientes aprovechando la retención del motor.
Donde sí se desenvuelve muy bien el Suzuki SX4 es por caminos de tierra. Tiene una dirección rápida para lo que es habitual en un SUV, y unos movimientos de carrocería que transmiten la sensación de que es un coche manejable y ligero. Como la altura libre al suelo es importante (19,0 cm) y la suspensión no se comprime mucho con facilidad (porque es algo dura), no es frecuente hacer topes de suspensión o rozar con la carrocería en el suelo al pasar por encima de los baches.
Con 120 CV, el motor mueve con facilidad al coche (pesa 1.380 kg). A diferencia de otros turbodiésel actuales, no es un motor con el que resulte difícil arrancar desde parado. Las prestaciones son prácticamente las de un turismo de un solo eje motriz de su potencia. Es decir, se desenvuelve bien por cualquier carretera y con condiciones de carga exigentes.
El cambio de marchas tiene seis relaciones. Es de tacto duro, los recorridos están bien marcados y las marchas entran con facilidad. La sexta marcha tiene un desarrollo muy largo, que permite viajar a una velocidad elevada con el motor funcionando bajo de revoluciones. No obstante le falta ser más cómodo para recomendarlo como coche para viajar o realizar muchos kilómetros, por dos razones. Primera, la suspensión es dura para carretera; segunda, con el con el motor Diesel de 120 CV de potencia, al interior llega una aspereza importante y un ruido alto.
El motor Diesel es un 1,9 l de 120 CV con filtro de partículas; está fabricado por Fiat PowerTrain.