El Jimny está diseñado como los todoterrenos auténticos: tiene un chasis de doble viga y suspensiones de eje rígido —aunque con muelles helicoidales— de largos recorridos.
La altura mínima libre al suelo es 19 centímetros, que no es mucho en términos absolutos, pero «cunde» mucho en un coche donde las ruedas están tan juntas entre sí. Los voladizos son muy cortos por lo que no es frecuente rozar los extremos de la carrocería al encarar o sobrepasar zonas trialeras.
En condiciones normales es un vehículo de tracción posterior. Tiene tracción total conectable: hace solidario el movimiento del eje delantero con el trasero. Como no tiene diferencial central, sólo se debe usar la tracción total en superficies deslizantes.
La tracción total se puede conectar y desconectar hasta una velocidad de 100 km/h, siempre que se circule en línea recta. Para conectar la reductora hay que detenerse completamente. Las tres posiciones posibles de la transmisión se manejan desde tres botones colocados en la consola, con las palabras «2WD» (tracción trasera), «4WD» (tracción total) y «4WD-L» (reductora). Están situado bajo los mandos del sistema de climatización (imagen).
La mayor limitación que tiene el Jimny se da cuando las ruedas opuestas de diferentes ejes no pueden hacer fuerza contra el suelo. Si esto sucede, hay pocas posibilidades de que pueda seguir avanzando si tiene que sobrepasar un obstáculo importante.
Lo anterior se puede ver perfectamente en la imagen de la derecha —la fuerza del motor se va por la rueda trasera izquierda—. Eso no ocurriría si pudiese tener un diferencial bloqueable o autoblocante del tipo que sea (mecánico o electrónico).
Hemos probado el Jimny con el motor Diesel de 86 CV. Ya no está disponible —dejó de comercializarse en marzo de 2011—. Normalmente da la fuerza necesaria para mover el coche con soltura, salvo si se queda a un régimen bajo, hasta unas 1.800 rpm, y hay avanzar por una superficie que ofrezca gran resistencia.
Según nuestras prestaciones, es de los todoterrenos más lentos que hemos probado. Así, por ejemplo, necesita 13,9 segundos para acelerar de 80 a 120 km/h. Son 1,7 y 2,9 segundos más que un Dacia Duster y un Jeep Wrangler. Recuperando en marchas largas también es lento, aunque en quinta los hay peores (tabla comparativa).
En casos como el comentado anteriormente (imagen) o en una fuerte pendiente con arena blanda y profunda, aprecié que era difícil comenzar la marcha sin hacer patinar mucho el embrague. También se podría solventar esa circunstancia si la reductora fuera más corta y por lo tanto que multiplicase más la fuerza del motor —la que tiene es de 2,0 a 1; es decir, reduce a la mitad el desarrollo en cada marcha—.
Durante la prueba también he conducido en pistas de gravilla. En estas circunstancias el Jimny puede ser difícil de guiar porque tiene unas reacciones muy vivas, se mueve con gran rapidez. Hay que estar muy atento a sus reacciones. Por ejemplo, bajo fuerte aceleración o cambios de apoyo es fácil que sobrevire. Hay a quien le puede parecer muy divertido, pero hay que tener en cuenta que la reserva de seguridad activa es mucho menor que con otros coches, como un Fiat Panda 4x4 o un SX4.
En carretera, cuando la adherencia es suficiente, reacciona algo mejor, si bien hay que acostumbrarse a un balanceo grande y a que durante las frenadas intensas la suspensión trasera tiende a extenderse en exceso. Tiene una suspensión seca y dura que limita mucho en confort de los ocupantes.
La resistencia del equipo de frenos al calentamiento es notable; si el Jimny no frena más se debe sobre todo a que los neumáticos no dan mucha adherencia en asfalto y a que la frenada es poco estable. Según hemos medido, necesita 66 metros para detenerse partiendo de 120 km/h. Es el peor todoterreno en este aspecto de los que hemos probado (tabla comparativa).
El consumo es bajo. Haciendo recorridos por autovía a ritmo suave y algo de ciudad ha sido 6,2 l/100 km. En una conducción rápida por carretera secundaria de montaña, caminos y algo de zonas trialeras, gastó 8,2 l/100 km.
Según el manual de usuario, el Jimny puede transportar en el techo hasta 30 kg de peso. La máxima capacidad de remolque recomendada son 350 kg para un remolque sin freno y de 450 kg si lleva freno.