El Levorg es un familiar con tracción total que sustituye al Subaru Legacy. Está en venta desde 29 900 euros con el equipamiento básico y por 31 900 euros con el más abundante (precios).

Mide 4,69 metros de longitud y sólo está disponible con carrocería familiar, motor de gasolina de 170 CV y caja de cambios automática. Actualmente, las alternativas que pueden tener unas características semejantes son el Škoda Octavia Combi, el Volkswagen Golf, el BMW Serie 3 Touring y el Volvo V60. Sólo el Škoda cuesta menos; el Volkswagen tiene un precio muy parecido (listado de precios).

Quien quiera esa combinación (de carrocería, caja de cambios y motor), un aspecto interior sencillo y asuma un consumo de carburante más elevado de lo normal, se encontrará con un buen producto.

No parece que el Levorg esté diseñado para seguir la moda. En su interior no hay iluminación puramente decorativa, hay pocos brillos, pocos botones y una pantalla táctil de tamaño modesto que no toma el protagonismo en el salpicadero. A esta sobriedad hay que sumar un excelente acabado y ajuste de los materiales de recubrimiento, así como un acertado tacto de los distintos botones y mandos. Hay aspectos mejorables (como la calidad de la cortinilla que cubre el maletero) y faltan algunos detalles, pero en conjunto resulta muy satisfactorio. 

La carrocería está bien diseñada pues deja muy buena visibilidad en todas las direcciones, característica casi desterrada hoy en día en berlinas de este tamaño. El puesto de conducción es cómodo con cualquiera de los dos asientos disponibles y la amplitud para pasajeros normal. A las personas de más de metro noventa el techo les queda cerca de la cabeza y no irán cómodos al volante: para ellos será mejor optar por la versión sin techo solar. El maletero, con 522 litros de capacidad, es intermedio entre el de sus principales alternativas. Más información en el apartado Impresiones del interior.

El Subaru Levorg también resulta muy convincente en marcha. Es muy silencioso y, sobre todo, transmite muy pocas vibraciones a sus ocupantes. Su suspensión aísla muy bien del estado de la carretera y apenas produce ruidos cuando tiene que trabajar sobre firmes rotos. La dirección tiene muy buen tacto, aunque quizá es un poco dura en parado para quien esté acostumbrado a mover el volante sin apenas esfuerzo. El motor da un empuje más progresivo que impetuoso, a lo que contribuye el cambio de marchas de variador, que no tiene ninguno de sus rivales, y cuyo funcionamiento conviene conocer. Más información en el apartado impresiones de conducción. 

¿Es el Subaru Levorg mejor que las alternativas mencionadas al principio de este texto? Depende para quién. No lo será para quien busque lo último en diseño, un consumo bajo, la tecnología más avanzada en dispositivos de asistencia a la conducción y los mejores sistemas de entretenimiento a bordo y navegación. Pero sin duda lo recomendaría a quien quiera un coche que esté bien pensado para que la utilización cotidiana sea sencilla, que no busque adornos que sirven de poco y a aquellos conductores que disfruten de un coche con una elevada calidad de conducción. Quien busque el máximo espacio de carga se encontrará más satisfecho con el Volkswagen Golf o el Škoda Octavia.