La quinta generación del Subaru Impreza está a la venta en España con un precio de partida de 20 400 euros (todos los precios). La carrocería, el habitáculo y la mayoría de elementos estructurales y mecánicos son idénticos a los del XV, salvo por algunos cambios estéticos y una suspensión que modifica la altura libre al suelo (13 cm el Impreza y 22 cm el XV). Con una cantidad similar de equipamiento, el Impreza es 1500 euros más asequible que el XV (ficha técnica comparativa).
La gama está limitada a una versión con elementos mecánicos poco habituales en otros turismos comparables por tamaño: motor de gasolina atmosférico con disposición bóxer —de 1,6 litros de cilindrada y 114 CV—, cambio automático de tipo variador continuo y tracción total permanente.
Para quien vaya buscando esta combinación concreta de características, el Impreza es la única opción entre sus alternativas. Y para quien no la vaya buscando, en función de sus preferencias, puede ser una opción a tener en cuenta por otros motivos: la relación entre precio y equipamiento es excelente, está bien construido, la suspensión se siente de calidad y es muy efectiva y hay buena cantidad de espacio para los ocupantes (mediciones del interior).
El Impreza mide 4,46 metros de longitud, por lo que es una alternativa a numerosos modelos, como el Honda Civic 5p (desde 20 450 €), el Mazda3 5p (desde 18 765 €), el Volkswagen Golf 5p (desde 18 635 €) o el Ford Focus 5p (desde 19 575 €). Las versiones básicas de todos ellos —ficha técnica comparativa— tienen una disposición mecánica distinta al Impreza: cambio de marchas manual, tracción en las ruedas delanteras, menos equipamiento de serie y —salvo el Mazda 3— motores de gasolina sobrealimentados por turbocompresor.
El único motor disponible en toda la gama es, quizá, el aspecto menos conseguido del conjunto. Tiene un funcionamiento suave y relativamente silencioso, pero hace del Impreza un coche muy lento. Si las condiciones de circulación son poco exigentes puede resultar suficiente, sin más; pero si no es así, puede sentirse escaso de potencia. Tampoco el cambio automático ayuda a mejorar la experiencia de conducción, pues su funcionamiento es, en ocasiones, lento y torpe. Sobre estos y otros detalles os hablamos con detalle en el apartado de Impresiones de conducción.
El habitáculo está muy bien aprovechado desde el punto de vista del espacio y en él se pueden acomodar sin problemas cuatro adultos de estatura elevada (hasta unos 195 cm de altura, aproximadamente). El maletero, en cambio, no es de los más grandes, pero se puede aprovechar fácilmente porque sus formas son muy homogéneas. Sin recurrir a unos materiales excesivamente lujosos, Subaru ha conseguido que el salpicadero y el resto de piezas que componen el interior del Impreza causen una grata sensación de calidad, en parte porque todo parece estar ajustado con firmeza y precisión. Hay más detalles en las Impresiones del interior.
Hay dos niveles de equipamiento disponibles: Sport (20 400 euros) y Executive (23 200 euros); ficha comparativa de equipamiento. Desde el más básico hay varios sistemas de ayuda a la conducción (que Subaru denomina EyeSight en su conjunto); entre otros, la alerta por cambio involuntario de carril, la frenada automática de emergencia y el programador de velocidad activo. También son de serie elementos como el freno de estacionamiento eléctrico, asientos delanteros con calefacción y climatizador automático de dos zonas, entre otros.
Con el nivel Executive se añade el de cambio automático de luces cortas y largas (asociado a unos faros que realizan todas las funciones mediante ledes), el detector de objetos en el ángulo muerto y el de frenado de emergencia por tráfico cruzado en la parte trasera del vehículo (se activa al ir marcha atrás). También el acceso y arranque sin llave, espejos plegables eléctricamente, llantas de aleación de 17 pulgadas —con el nivel Sport hay unas de chapa de 16 pulgadas—, volante y pomo de palanca de cambios de cuero y un equipo multimedia superior asociado a un equipo de sonido de mayor calidad.
El Impreza y el XV son los primeros vehículos de Subaru que emplean una nueva plataforma modular llamada «Plataforma Global», sobre la que el fabricante construirá sus futuros modelos (más información de la Plataforma Global en el Blog Engendro Mecánico). A diferencia de lo que ocurría antaño, el Impreza y el WRX STi son ahora modelos totalmente distintos, que ni siquiera comparten chasis. En otros mercados, el Impreza también se vende con una carrocería de cuatro puertas de tipo sedán.
De acuerdo con nuestro comparador de seguros, una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Impreza con el nivel de equipamiento Executive (el más abundante) tiene un coste mínimo de 253 euros con la compañía Mapfre. Es una póliza de buena calidad (7,03 puntos sobre 10) y una excelente relación entre calidad y precio (8,52 puntos sobre 10). El tomador de este ejemplo es una mujer casada de 36 años que reside en Valencia, recorre unos 15 000 km al año y aparca en un garaje comunitario.