El concept LIV-2 es un prototipo con aspecto de todoterreno con el que SsangYong quiere mostrar su última tecnología y su capacidad para producir interiores lujosos. Mide 4,85 m de longitud, más que un XLV (4,44 m) y que un Rexton (4,76 m). No dice que de él vaya a derivar un coche de producción pero sí que en su diseño se basarán modelos futuros .
Para diseñar la carrocería Ssangyong dice haberse inspirado «en las formas de la naturaleza» (lo denomina lenguaje de diseño «Nature-born 3 Motion»). Es una evolución del prototipo Concept LIV-1 que presentó en el Salón de Seúl de 2013. Las siglas LIV son un acrónimo de «Limitless Interface Vehicle». Está pintado en una combinación de blanco brillante y blanco mate. Tiene unas estriberas laterales eléctricas con iluminación hacia el suelo para facilitar el acceso al habitáculo.
La tracción es a las cuatro ruedas y los neumáticos están diseñados para circular por «toda clase de superficies». SsangYong hace hincapié en que producen ruido de rodadura bajo y que reducen el riesgo de aquaplaning. Puede tener el mismo motor Diesel de 2,2 litros de 181 caballos (el mismo que utiliza en los modelos Korando, Rexton y Rodius, en los que da 178 CV), o un motor de gasolina de nuevo desarrollo de 2,0 litros con inyección directa y turbocompresor que da 225 caballos. La transmisión es automática de siete relaciones, de origen Mercedes-Benz.
El motor Diesel tiene inyección directa por conducto común con una presión de inyección de 2000 bar (es un nivel de presión habitual en los motores Diesel de hoy en día). SsangYong dice que en este motor ha reducido la fricción interna y ha aumentado la eficiencia porque ha utilizado una bomba de aceite de caudal variable y un turbocompresor con álabes de posición variable regulados electrónicamente. Da un par máximo de 420 Nm entre 1500 y 2500 rpm. El motor de gasolina tiene una válvula de descarga de presión del turbo eléctrica (lo más común es que sea mecánica).
En el interior hay cuatro plazas individuales y, según SsangYong, está «inspirado en las limusinas con chófer» porque se ha diseñado para que en las plazas traseras haya mucho espacio para trabajar o descansar. La decoración es en tonos blancos con tapicería de cuero e iluminación ambiental ajustable. Cada asiento es reclinable, tiene función de masaje y entre ellos hay una consola desde la que se maneja el sistema multimedia. Este está formado por tres pantallas, una en el centro del salpicadero de 9,2 pulgadas y dos de 10,1 pulgadas para las plazas traseras en los reposacabezas delanteros. Tiene conexión wifi, conectividad mediante Apple CarPlay y Android Auto, un equipo de sonido «envolvente», un sistema de entretenimiento y una superficie de recarga inalámbrica para dispositivos móviles.
En el equipamiento de seguridad están incluidos el servofreno de emergencia con detección de obstáculos, la detección de objetos en ángulo muerto, el cambio automático de luces, la alerta por cambio involuntario de carril y la alerta de tráfico cruzado.