El Kyron 200Xdi es un todo terreno de casi 4,7 m de longitud que está a la venta con un motor Diesel de 141 CV, cambio manual o automático, reductora, y dos niveles de equipamiento, «Sport» y «Limited».
El «Sport» cuesta 26.900 € y el «Limited» 3.000 € más. Ambas versiones tienen un equipamiento de serie abundante que incluye entre otros, airbag frontales y de cabeza, control de estabilidad, climatizador o reductora. La relación entre precio y equipamiento es buena.
Por sus dimensiones, 4.660 mm de largo, 1.880 mm de ancho y 1.755 mm (incluyendo las barras del techo), es muy similar a un BMW X5 o un Hyundai Terracan. Un Honda CR-V (prueba de este modelo) es parecido por longitud, pero casi 10 cm más estrecho. Pesa 1.929 kg. El coeficiente aerodinámico es 0,36.
En las condiciones que he probado el motor durante la presentación en Marruecos, por carretera a baja velocidad con pocas curvas o por arena, me ha parecido que sin tener mucha fuerza en bajos, ésta es suficiente para un uso normal del coche.
Cuando se acelera, no hay una zona en la que se note un incremento notable del empuje, sino que va aumentando de forma progresiva hasta poco más de 4.000 rpm (no supera las 4.200 rpm). Aunque el coche parece bien aislado acusticamente, al acelerar o cuando está frío, el motor se escucha con claridad desde el interior.
El motor es un turbodiésel con inyección directa por conducto común que da 141 CV; es de origen Mercedes-Benz. No habrá una versión del Kyron con motor de gasolina
El cambio manual tiene cinco relaciones. Se maneja con suavidad pero le falta precisión, al menos en la unidad que yo conduje. La caja de cambios automática me parece una opción recomendable (cuesta 2.020 € en la versión «Sport») por cómo va; es suave y suficientemente rápida. Tiene cinco marchas (dos más hacia atrás) y la posibilidad de bloquear de forma manual la marcha que queramos. Está construida por Mercedes-Benz.
Por arena, el sistema de tracción ha resultado muy eficaz con los neumáticos de serie (Hankook Dynapro HP) inflados a la presión conveniente para circular por ese terreno. Tiene tres modos de funcionamiento que se seleccionan con un botón que hay en el salpicadero (imagen): «2H» (tracción trasera), «4H» (tracción total), y «4L» (tracción total con reductora, de relación 2,483 a 1). El paso del primero al segundo se puede hacer en marcha, siempre que se circule a menos de 80 km/h; para seleccionar el modo «4L» es necesario detener el coche.
El control de estabilidad «ESP» tiene otras funciones además de las normales, como un sistema de control para evitar un vuelco «ARP» y un dispositivo de descenso «HDC», que permite bajar pendientes a muy baja velocidad (menos de 7 km/h) sin que tengamos que actuar sobre el freno. El control de estabilidad se puede desconectar a cualquier velocidad mediante un botón que hay a la izquierda del volante (imagen).
La suspensión me ha parecido que tiene una buena capacidad de absorción. Por dureza, es más próxima a la de un Toyota RAV4 que a la del nuevo Suzuki Grand Vitara (que es más firme). Delante es de paralelogramo deformable con triángulos superpuestos delante. Detrás, puede llevar, según el mercado, un eje rígido o un sistema independiente de tipo multibrazo; las unidades que se vendan en España llevarán el primero. La altura libre disponible hasta el suelo es 200 mm. Éstas son otras cotas características para circular fuera de asfalto.
Los frenos son de disco en los dos ejes. La medida de los neumáticos varía según el nivel de equipamiento; de este modo, el «Sport» lleva unos 225/75 R16, mientras que los del «Limited» son 255/60 R18.
SsanYong sitúa el Kyron entre sus dos otros todo terrenos, el Rexton y el Korando. El sustituto de este último se presentará durante el tercer cuatrimestre de 2006 y se llamará Actyon. El futuro Rexton crecerá de tamaño para no quedar tan próximo al Kyron (ahora sólo hay 6 cm de diferencia en longitud).