El Superb iV es la versión híbrida enchufable de la gama Superb (2019). Škoda ha homologado una autonomía en modo eléctrico de 55 km gracias a una batería de 13 kWh de capacidad, de los cuales 10,4 son útiles. Debido a ello, este vehículo dispone del distintivo ambiental 0 de la DGT. Ya está a la venta desde 34 900 euros (todos los precios) con la carrocería de tipo berlina y desde 36 100 con la familiar (Combi; todos los precios). Las primeras unidades llegarán a principios de 2020.
Este precio de partida lo sitúa como la segunda berlina híbrida enchufable más asequible del mercado, solo por detrás del Hyundai IONIQ PHEV (32 425 euros), un modelo más pequeño y con un planteamiento algo más básico. El Volkswagen Passat GTE tiene el mismo sistema de propulsión y comparte numerosos elementos estructurales con el Superb, pero cuesta un mínimo de casi 10 000 euros más (desde 44 370 euros). Listado de turismos híbridos enchufables ordenados por precio. No solo por eso resulta relativamente asequible para lo que ofrece, sino que comparado con otras versiones de potencia equivalente del Superb, como la 2.0 TDI y la 2.0 TSI, ambas de 190 CV, solo es ligeramente más costoso con un equipamiento similar (ficha técnica comparativa).
El sistema de impulsión está formado por un motor de gasolina de 1,4 litros de cilindrada y 156 CV y por uno eléctrico de 116 CV que va integrado en la estructura de la caja de cambios. Esta es automática, de tipo doble embrague y tiene seis relaciones. La potencia máxima es 218 CV. La tracción es en las ruedas delanteras, motivo por el que Škoda ha decidido no ofrecer esta versión asociada a la variante Scout, que tiene un cierto enfoque para circular fuera del asfalto.
Tras conducir el Superb iV en Holanda por carreteras de doble sentido y autopistas a ritmo normal, me ha parecido destacable la suavidad de marcha en todo momento. El motor de gasolina vibra y se oye muy poco cuando funciona, mientras que la caja de cambios realiza su trabajo de tal forma que pasa casi inadvertida. En la segunda parte de la prueba, conseguimos por poco realizar 44 kilómetros (la distancia aproximada que separa la ciudad de La Haya y el aeropuerto de Ámsterdam) en modo eléctrico. En el coche viajábamos dos personas sin apenas equipaje y condujimos con suavidad y respetando los límites de velocidad de la vía.
Como todos los híbridos enchufables, esta versión del Superb solo me parece recomendable para aquellos que tengan un cargador a mano y puedan sacarle el máximo partido a la autonomía eléctrica. Para realizar muchos trayectos largos por carretera (este es un uso típico de un coche de empresa de estas características, por ejemplo), una versión con motor Diesel será más ventajosa, con toda probabilidad, desde el punto de vista del consumo.
El conductor puede elegir entre varios modos de funcionamiento del sistema híbrido (imagen de los botones que lo gestionan, en la parte baja de la consola). Cada vez que se arranca el coche al inicio de un trayecto, se conecta por defecto el modo E-Mode, que da prioridad a la utilización de la energía eléctrica almacenada en la batería. Cuando esta se acaba, o antes si el conductor lo desea, se puede seleccionar el modo Hybrid, en el que el vehículo gestiona de forma automática la utilización de las dos fuentes de energía disponibles. Dentro del modo Hybrid, se puede elegir un nivel máximo de descarga de la batería e incluso hacer que el motor de combustión actúe como cargador para aumentar el nivel de carga y, por tanto, la autonomía en modo eléctrico para un momento posterior en el viaje.
En la parte baja de la consola hay un botón que da acceso directo al modo Sport, con el que, entre otras cosas, se dispone de toda la potencia posible (218 CV). Adicionalmente, hay otros modos de conducción que modifican la respuesta del coche más allá del funcionamiento del sistema híbrido. Mediante el botón Mode se puede actuar sobre el «control de chasis adaptativo (DCC)», que forma parte del equipamiento de serie, y con el que la suspensión tiene unos amortiguadores controlados electrónicamente con tres niveles de dureza predefinidos: Comfort, Normal y Sport.
Como es habitual en los híbridos enchufables, el Superb iV no está preparado para recargas rápidas de corriente continua, sino solo de corriente alterna. Škoda dice que en un enchufe doméstico (a 2,3 kW de potencia), el tiempo necesario para una recarga completa es de cinco horas, mientras que en un enchufe algo más rápido, de 3,6 kW, el tiempo se reduce a 3,5 horas. La toma de recarga está en la parte izquierda de la parrilla.
Nuestras impresiones sobre el Superb son similares a las que ya hemos publicado en otras ocasiones. Tiene un rodar refinado y es un vehículo silencioso y agradable de conducir. En cualquiera de los modos de conducción, la suspensión da una muy buena impresión de calidad. El interior es particularmente espacioso, sobre todo en sentido longitudinal. Es, en definitiva, un coche muy recomendable para viajar.
Los cambios en el interior afectan solo al maletero. El volumen es 150 litros más pequeño en la variante Combi (510 litros) y 140 litros más pequeño en la berlina (490). En cualquier caso, siguen siendo unos maleteros muy aprovechables por su gran volumen en términos absolutos y la regularidad de sus formas. El depósito de gasolina también es más pequeño en los Superb iV que en el resto de versiones de la gama: pasa de 66 a 50 litros de capacidad.
Škoda ofrece el Superb iV con cuatro niveles de equipamiento: Ambition, Style, SportLine y L&K. En esta ficha comparativa se pueden consultar las diferencias entre todos ellos. Entre otros elementos, son de serie las llantas de aleación de 17 pulgadas. L&K es el nivel de equipamiento que tiene un acabado más lujoso, mientras que SportLine tiene un enfoque deportivo, con varias molduras exteriores acabadas en negro brillante, por ejemplo.
Nuestro comparador de seguros indica un precio mínimo de 420 euros para una póliza a todo riesgo de un Superb iV Berlina con nivel de equipamiento Ambition. Hemos elegido como tomador a una mujer de 40 años que realiza hasta 30 000 km al año, aparca en un garaje colectivo en la ciudad de Madrid y no da un parte a su seguro desde hace más de cinco años. Esta póliza, que ofrece la compañía Mapfre, tiene una relación entre calidad y precio de 8,01 puntos sobre 10.